Cumpliendo con todas las medidas de seguridad necesarias -uso obligatorio de mascarilla, control de lavado de manos y distanciamiento- el Navarra Arena acogió ayer el concierto de Lola Índigo, como primera cita del Anaim Club Fest. Los más de mil asistentes, que ocupaban sus asientos distribuidos en mesas o grada, recibieron servicio de acomodación y de hostelería.

Lola Índigo fusionó baile y música sobre el escenario del pabellón navarro. La joven artista ofreció un enérgico show, en el que repasó su particular discografía, en la que conviven reconocidos temas como Mujer bruja, Yo ya no quiero ná; o las recientes Luna y Mala cara.

Un equipo encargado de controlar la seguridad de la pista recorrió el espacio asegurándose de que los espectadores, mientras disfrutaban de las canciones, cumplían las medidas preventivas. Tanto al entrar como al salir, unos empleados regularon las idas y venidas para que hubiera un desalojo ordenado.