n año ha pasado desde que Berri Txarrak ofreció su último concierto en el Navarra Arena, antes de decir ikusi arte en lo más alto, tras 25 años de trayectoria y más de 1.000 conciertos y nueve discos de estudio a las espaldas. En el Arena se apagó su música en directo, pero el legado de BTX continúa más que activo, como ese viejo delorean de emociones. Y si el tiempo es el único polígrafo, como dice el trío liderado por Gorka Urbizu en su tema Poligrafo Bakarra, el año transcurrido desde aquel agur ha dejado algo bien claro: Berri Txarrak continúa muy vivo con sus seguidores. No, el hilo no se ha roto.

Porque gracias a la presencia activa de los de Lekunberri en redes sociales, donde comparten mensajes y vídeos de sus seguidores, en este tiempo se ha podido comprobar que esas más de cien canciones que llevan la firma de BTX continúan creciendo. Y atrás quedan así no sólo parones, sino también fronteras y límites -véase los vídeos del youtuber Lewis Texidor, que desde Atlanta (Estados Unidos) reacciona a canciones de Berri Txarrak como Katedral Bat-. El hilo sigue ahí, conectando. Otro año más.

De hecho, en este año pandémico, la propia discografía de Berri Txarrak ha crecido: en abril vio la luz una versión de Maravillas, con Gorka a voz y guitarra, grabada en directo en el Wizink Center (Madrid), donde actuaron en noviembre de 2019 ante 7.000 personas. “¿Será la primera canción de...?”, se preguntaron muchos. Pero, por el momento, ha sido el único tema nuevo en publicarse.

El 2020 ha sido también un año de reconocimiento. Meses atrás, en julio, el Ayuntamiento de Lekunberri homenajeó a la banda con un mural pintado en el frontón de la localidad, lugar donde el grupo dio su primer concierto. Un debut que así lo rememoró BTX en su perfil de Facebook: “15 de octubre, 1994. Tal día como hoy tuvo lugar el primer concierto de BERRI TXARRAK, en el antiguo gaztetxe de Lekunberri. Este es el cartel que nos hizo un colega y pegamos en todos los bares y farolas de alrededor para anunciarlo. Tocamos con la banda de Irurtzun Sarraski. Nosotros solo teníamos 4 ó 5 canciones y tuvimos que repetirlas al menos un par de veces para poder alargar el concierto. Ese gaztetxe ya no existe, pero el lugar donde se encontraba se llama ahora la PLAZA BERRI TXARRAK”.

Una trayectoria que este año también quisieron reconocer con la candidatura de Berri Txarrak al Premio Príncipe de Viana de la Cultura -galardón que finalmente se llevó el fotógrafo Carlos Cánovas-. Es la suya una trabajada carrera que ha quedado plasmada en un documental propio, grabado a lo largo del pasado año y previsto para presentarse en este 2020. Dirigido por Marina Lameiro, sigue al trío en gran parte de los conciertos de Ikusi Arte Tour 2019, gira que realizó Berri Txarrak antes del parón indefinido en el que se encuentran sumidos desde hace un año.

Sí, parón indefinido. Que no permanente, subrayan los más optimistas. Pero ilusiones a un lado, si bien ese ikusi arte y “hasta que nos veamos” quizá a futuro no se traduzca en nuevos conciertos, este año de ausencia ha reafirmado que las puntadas dadas por la banda en sus veinticinco años de trayectoria han sido certeras. Decían en su tema Jaio.Musika.Hil que cosían corazones y tras haber dejado los escenarios así siguen, hilados. Y que no se rompa el hilo.