n tiempos de restricciones de aforo y de distanciamiento social, el Navarra Arena se ha adaptado a un protocolo sanitario que convierte al pabellón en un espacio que en plena pandemia, permite celebrar espectáculos en vivo con casi total seguridad. El plan de medidas, supervisado por los Departamentos de Cultura y Deporte y de Salud del Gobierno foral, incluye la reducción de su aforo al 10%, el uso obligatorio de la mascarilla, un distanciamiento de dos metros entre todas las mesas dispuestas en la pista, la constante renovación del aire del recinto o un control exhaustivo tanto en los accesos como en la acomodación de los asistentes. Y ello es lo que permite que se puedan reunir mil personas en un recinto cerrado como el Arena, cumpliendo todas las medidas sanitarias y de seguridad.

No ha sido el único escenario que ha hecho un esfuerzo en adaptarse a la situación actual -Zentral, Tótem, Teatro Gayarre o Baluarte han acogido espectáculos- pero sí es el único recinto que puede acoger aforos de más de mil personas. Y desde que el pasado mes de agosto regresó la música en directo al Arena de la mano de Lola Índigo, ha sido escenario de actuaciones de artistas como Izal, Ara Malikian, Los Tenampas, Pablo López o El Drogas, o citas como el festival SantasPascuas. Una programación que ha sido posible gracias a unas medidas cuyas claves desgrana Moncho Urdiáin, gerente del Navarra Arena. "Hemos establecido una serie de protocolos que hemos enviado a Salud Laboral y ellos nos han aconsejado qué hacer y qué no", explica sobre un trabajo de adaptación a la situación sanitaria y en comunicación continua con el Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra para propuesta y aprobación de las medidas.

Entre ellas figura la reducción del aforo del pabellón al 10%, de 11.800 personas, a 1.200. Todas ellas acuden a los espectáculos con asiento preasignado en una serie de sillas y mesas altas que se han ubicado a o largo de la pista, o en los asientos de las gradas, con sus localidades de separación correspondientes. Así, la apertura de puertas se realiza con una hora de antelación y a partir de cuatro accesos diferenciales, con sus correspondientes carriles equiparados con dispensadores de gel hidroalcohólico de manos. Su supervisión corre a cargo de un amplio equipo de seguridad, formado por 50 personas y que, como porcentaje aproximado, cuenta con un miembro por cada 24 asistentes.

"Contamos con cinco vigilantes de seguridad y 45 miembros auxiliares, que están en los accesos y se encargan de la acomodación de los asistentes y de la vigilancia del espacio", explica Urdiáin y destaca que están "en comunicación constante con servicios sanitarios, servicios de policía y bomberos, unidades de emergencia...".

El uso de la mascarilla es obligatorio en todo momento y además no se ofrece servicio de restauración. Ésta es una de las medidas que ha cambiado en los últimos meses, ya que en un principio sí se ofrecía, pero se ha eliminado para garantizar el uso continuado de la mascarilla. Asimismo, todos los asistentes deben permanecer en todo momento en sus asientos durante el espectáculo, cuya duración no puede superar las dos horas, y sólo está permitido levantarse de su localidad para acudir al baño -donde una persona supervisa el aforo del mismo y se realizan constantes labores de limpieza-.

Las mesas y sillas ubicadas en la pista cuentan con una separación de dos metros entre ellas para asegurar así el distanciamiento entre los asistentes y una vez finalizado el evento, se debe esperar las indicaciones del personal de seguridad para abandonar la instalación. Además, se ha dispuesto una serie de cartelería informativa con todas las medidas que se deben seguir y tanto al comienzo como al final del espectáculo, se emiten mensajes recordatorios en las pantallas del pabellón.

Además de las medidas generales tomadas exclusivamente ante la situación sanitaria generada por la pandemia, el Navarra Arena cuenta desde su apertura con un sistema de renovación de aire que es otro pilar importante. El director técnico del Navarra Arena, Vicente Poliniere, explica que a la hora de hacer un espectáculo "hay una normativa denominada ICA que estipula el valor de la calidad del aire". Ésta incluye cuatro niveles y desde el Navarra Arena, tras dialogar con el departamento de Salud, se han marcado "una autoexigencia" de estar en el nivel 1, que sería el similar al que, por ejemplo, se encuentran los hospitales.

El sistema del Arena cuenta con doce máquinas que renuevan constantemente el aire a través de una batería de filtros que asegura la calidad del mismo. Un trabajo que además ahora, como novedad, se puede seguir a tiempo real a través de la página web del Navarra Arena, ya que en el apartado de Normativa Covid, se comparte on line los datos y cifras exactas de la calidad del aire, en base a los parámetros de temperatura, humedad, CO2 y PM2.5, mostrando así mismo la probabilidad de propagación del virus. "Durante el tiempo de la actuación, ofrecemos este dato al público para que vean que hay un aire totalmente limpio", explica.

Hasta el momento no se han registrado brotes de contagios entre los asistentes gracias a la de estas medidas aplicadas, resume Moncho Urdiáin, agradecido por la respuesta del público -prácticamente todas las citas programadas han agotado las entradas- y por su responsabilidad a la hora de respetar el protocolo de seguridad. Además, en la venta de entradas se exige a los datos de los compradores, para la trazabilidad en caso de posibles contagios. "Estamos con ilusión por hacer más cosas, adaptándonos a la situación e incrementando aforos conforme la normativa pueda ser más generosa", concluye. Porque sí, es posible celebrar eventos culturales de forma segura y así se ha demostrado durante el pasado año, tanto en el Arena como en el resto de escenarios navarros.

Una serie de máquinas renueva constantemente el aire. Además y a tiempo real, se informa de la calidad del mismo a través de la web del Arena

El evento no puede superar las dos horas de duración y la apertura de puertas se realiza desde una hora antes del inicio de la actuación