EL 10 de enero de 1971 falleció en el Hotel Ritz, de París, a los 78 años, Gabrielle Chanel, más conocida como Coco Chanel. La carrera de la modista, cuyo objetivo declarado siempre fue crear diseños elegantes que fueran además cómodos, experimentó un fuerte impulso durante su estancia en Biarritz en 1915.

Se libraba la Primera Guerra Mundial cuando instaló su primer taller y una tienda en la casa Larralde, ubicada en el centro urbano, a escasos metros del casino. La joven modista descubrió la costa vasca gracias a Arthur Capel, Boy, su compañero sentimental en ese momento, y se sintió fascinada por el ambiente que reinaba en la ciudad balneario, donde la clase alta parisina se había instalado, lejos del frente y del conflicto que entonces azotaba Europa.

Coco Chanel se enamoró de los colores de Euskal Herria, desde el azul del mar hasta el verde de sus colinas, y los convirtió en objeto de inspiración. Le resultaba especialmente fascinante la elegancia de los trajes blancos que lucían los pelotaris. Además, la proximidad con la muga facilitó su trabajo y la apertura a nueva clientela.

Por un lado, podía conseguir tejidos fabricados en España, ya que al no participar en la guerra mantenía su producción y comercio activos, y, además, podía atraer a clientes que iban a pasar el día a Biarritz desde Donostia y Bilbao. En esta época Coco Chanel era ya una modista asentada, pero sus primeros años fueron muy duros. A los 12 años perdió a su madre y su padre la abandonó. Desde bien joven se volcó en el trabajo: primero, para salir adelante, y después, para conseguir el nivel que le proporcionó reconocimiento internacional con sus colecciones de prêt à porter, accesorios y perfumes.

Durante varios años residió en el emblemático Hotel du Palais, de Biarritz, junto a artistas y aristócratas rusos, instalados en la costa labortana tras la caída del último zar. Durante dos años, de hecho, mantuvo una relación sentimental con el gran duque Dimitri Pavlovitch, primo del zar Nicolás, y fue amiga del compositor ruso Igor Stravinsky, otro de los miembros de la comunidad rusa. En palabras de Serge Istèque, vecino de Biarritz y organizador del festival Les années folles, a Coco Chanel le impactó el sentimiento de libertad que notaba entre los vascos que, por ejemplo, no dudaban en bañarse desnudos en la playa.

Su relación con Biarritz la convirtió en una auténtica embajadora del País Vasco en el mundo. Durante su estancia en esta localidad fue testigo de profundos cambios sociales, a los que ella misma contribuyó, poniendo de moda un nuevo estilo de mujer que lucía vestidos y cabellos mucho más cortos que los que dictaba la moda hasta entonces.

En 1930, el taller biarriztarra de Coco Chanel bajó la persiana de forma definitiva pero, décadas después, la firma volvió a resucitar de la mano del denominado káiser de la moda, Karl Lagerfeld, quien falleció en 2019 y que durante casi cuarenta años devolvió a la marca su esplendor de antaño. El famoso modisto y fotógrafo preparó la colección de Chanel del verano de 1989 en los jardines de Villa Arnaga, en Kanbo, junto con la modelo Inés de la Fressange, y diez años más tarde realizó la campaña publicitaria de la famosa firma en la Playa Grande de Biarritz.

En la localidad labortana, numerosos vecinos lamentan que no haya salido adelante el proyecto de crear el Museo Chanel, dado que la diseñadora contribuyó a promocionar el buen nombre del antiguo pueblo de pescadores. Se congratulan de que, al menos, una calle lleve su nombre y de que el restaurante ubicado en su antiguo taller se llame Coco. Por su parte, el fabricante de tablas de surf Barland presentó una colección que lleva las iniciales y el logotipo de Coco Chanel.

La relación con Euskal Herria de la firma Chanel continúa actualizada, puesto que va a colaborar con dos diseñadores de Urdiñarbe, en Zuberoa, ganadores de un concurso organizado por la prestigiosa marca. Juana y Ddiddue Etxeberri reciclan objetos desechados y sueñan con seguir los pasos de la modista y alcanzar fama en el mundo del diseño.

En las últimas décadas se han publicado un centenar de biografías sobre Coco Chanel y en la actualidad el Museo de la Moda de París presenta la primera exposición realizada sobre la obra y la aportación de la diseñadora. Su directora, Miren Arzallus, explica que el objetivo de esta exposición es dar a conocer las claves del éxito de la gran diseñadora francesa, más allá de los clichés. Una carrera que también se fraguó en su taller de Biarritz.