Tal como está determinado en la normativa de aplicación en la materia, y más concretamente en la Ley Foral de Protección y Gestión de la Fauna Silvestre y sus Hábitats, es el Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra y las entidades locales a quienes les corresponde la adopción de las medidas precisas para proteger la fauna silvestre y sus hábitats, y esto es algo que con los temporales de nieve se incumple.

¿Qué ocurre en Navarra cíclicamente cada cierto tiempo con las nevadas? Que en las zonas de montaña donde habitan ciervos gamos y corzos, como ocurre en los valles de Roncal, Salazar, Aezkoa y la zona de Quinto Real, que cada cierto tiempo en los inviernos suelen caer grandes nevadas que impiden a estos animales que puedan desplazarse y comer, quedándose atascados muchos de ellos en la nieve muriendo de inanición, dando un lamentable espectáculo a la ciudadanía.

¿Esto se puede impedir, o por lo menos minimizar? Desde Adecana indican quepor supuesto, esto es algo que han hecho toda la vida los ganaderos con sus yeguas y ovejas que tienen en estos montes, y que los antiguos gestores del extinto Icona (Instituto para la Conservación de la Naturaleza) hicieron hace muchos años en el Coto Nacional de Quinto Real y en la Selva de Irati para ayudar a los ciervos, gamos y corzos a pasar las épocas más crudas del invierno. Algo muy fácil, lógico y sencillo, como es el instalar en varias zonas del monte, en lugares accesibles muy cerca de pistas por donde poder acceder fácilmente a ellos con tractores o vehículos todoterreno, unos comederos como los que hay en los establos abiertos por los lados a los que se les suele colocar un tejadillo para que no se moje la comida, donde cada cierto tiempo y en épocas determinadas del invierno los ganaderos y el guarderío fortalecían su alimentación, con paja y heno. Los restos de estos antiguos comederos, ahora sin utilizar, es algo que cualquier paseante de Quinto Real puede observar en algunas zonas”.

¿Porque es fundamental que el alimento se reponga cada cierto tiempo y solo en invierno? Porque es fundamental que los comederos sean estables, se repongan de comida cada cierto tiempo en las epocas más duras del invierno para que los conozcan los animales y se habitúen a ellos. Con ello lo que se consigue es que la fauna sepa dónde encontrar comida cuando el exceso de nieve cubra totalmente el terreno y no lo puedan obtener de los prados, ya que en el resto de estaciones mas benignas tienen comida por todo el monte y no necesitan ningun tipo de alimentación suplementaria para subsistir.

Tal como indican desde la Asociación de Cazadores Navarros, lo que se trata con este tipo de actuaciones puntuales es de acostumbrar a los animales a buscar la comida en una serie de lugares donde se les pueda reforzar el alimento y se les pueda ayudar a subsistir, ya que si el temporal los coge desperdigados por todo el monte, lo único que pueden hacer es esperar a que este amaine pudiendo quedar sepultados bajo el manto de nieve, o tras buscar las regatas para beber agua, ir bajando hasta el fondo de los valles donde cada vez mas débiles encuentran la muerte por desnutrición, como tristemente se les puede ver estos días a algunos de ellos.

La importancia de realizar estos trabajos previos Si no se ha hecho antes este tipo de trabajo previo, cuando llevan varios dias sin comer y muy débiles, de muy poco sirve el llevarles fardos de paja con un helicóptero cuando hay un metro de nieve y depositarlos en algunos puntos concretos, ya que para entonces muchos animales están medio moribundos y al estar desperdigados por el monte muy pocos animales se van a poder despazar hasta ellos.

Por supuesto, dada la lógica atracción que tienen para los animales estos comederos, es fundamental el instalarlos en zonas donde no esté permitida la caza, ya que su función es muy diferente a la cinegética.

Dado que por ley está prohibido el cebar a la fauna, salvo autorización administrativa, este tipo de labor la tiene que llevar a cabo el Departamento de Medio Ambiente, estando como siempre los cazadores dispuestos a colaborar en este tipo de trabajos. De hecho, tal como se ha hecho con la borrasca Filomena y otros años, sociedades de cazadores navarras y gente del campo han colaborado ayudando al Guarderío de Medio Ambiente en esta loable tarea. De hecho, a lo largo del año cuando hay sequía en muchos cotos los cazadores colocan bebederos y arriendan campos para que se cultiven en ellos alimento específico para todo tipo de fauna, cinegética y protegida.

La naturaleza se encarga de corregir los desarreglos que ocasiona el hombre En el fondo, el hecho de que cuando ocurre este tipo de inclemencias meteorológicas, se vean muchos animales muertos, no es más que un síntoma de una errónea Gestion por defecto por parte del gobierno de navarra, que por ejemplo en el caso de los ciervos, en ciertas zonas, hay un exceso de unidades de carga ganadera de animales para la comida que puede haber en esos montes, algo que es fácilmente arreglable, extrayendo cada año un número mayor de ejemplares del que actualmente se hace.

Lo que es muy triste es que la administracion, en vez de regular año tras año el exceso de animales mediante un correcto aprovechamiento cinegetico hasta dejarlos en el número idóneo que puede aguantar un territorio, se tenga que encargar la naturaleza de corregirlo mediante el efecto de las nevadas, o en otros casos con enfermedades que los diezman, como ocurrió hace varios años en la Reserva Natural de Larra, que por exceso de animales fueron diezmados por una epidemia de queratoconjuntivitis, algo que volverá a ocurrir si no se comienza su aprovechamiento cinegetico como ocurre en el resto del Pirineo.