Dos mundos que a priori transitan caminos distintos se encuentran en un momento dado y obtienen como resultado Gutizia, una especie de delicatessen que vincula de manera natural un instrumento de gran arraigo en la cultura vasca como es el txistu y una orquesta sinfónica. Es en lo que están trabajando Garikoitz Mendizabal y Euskadiko Orkestra estos días en Miramon para dar registro discográfico y posterior proyección a un compendio de obras escritas para txistu y orquesta. Su objetivo es, en palabras de Mendizabal, “aumentar su literatura para que el txistu pueda tener de manera natural una proyección internacional a través de las orquestas en todo el mundo”.

La grabación comprende un total de ocho obras escritas o versionadas por autores de diversos orígenes, lo que hace de esta colección de música un viaje en sí mismo. Para la mayoría de ellas este supone su estreno y van acompañadas de historias y motivaciones diferentes: un homenaje a Kenia (Karibu Peponi); una muestra de las emociones que experimenta el ser humano a lo largo de la vida (Leyenda); la reivindicación de un instrumento -el txistu- que compite por igual con una orquesta en una pieza de 20 minutos compuesta por el cellista David Johnstone (Symphony-Concerto), o la del compositor libanés Naji Hakim, que se inspira en las melodías vascas para introducir el txistu como instrumento solista en la forma clásica de un concierto de tres movimientos (Concierto para txistu y orquesta).

El director asociado de Euskadiko Orkestra, Jaume Santonja, se encarga de la dirección musical de Gutizia. Además de Garikoitz Mendizabal, la orquesta y los compositores, se incorporan a este proyecto la soprano Naroa Intxausti, el coro de niñas/os del Conservatorio Francisco Escudero que dirige Eva Ugalde, Iñaki Tellería y Marc Blanes en la producción y el sonido.

El sello internacional Orpheus Classical se ocupará del registro de este proyecto musical, que será editado en formato CD y estará disponible en Spotify y iTunes. Tiene previsto su lanzamiento para después de verano.

Garikoitz Mendizabal (Zestoa, 1973) constituye un icono en la interpretación, la defensa y el impulso del txistu. En los últimos años ha desarrollado un importante trabajo en colaboración con autores contemporáneos en aras de obtener nuevos repertorios. Puede decirse que Gutizia es el resultado de todo ello.