- “Hay algo profundamente humano en lo que hace Maixabel: encararse con los asesinos de su marido para hacerles saber el dolor sufrido, para pedir respuestas a las preguntas que solo ellos pueden contestar, para escucharles decir que lamentan profundamente el dolor causado y valorar si hay sinceridad en esas palabras. Son tres vidas unidas un día por el horror. Tres caminos que se cruzan. Cada uno hará un viaje distinto hacia el mismo lugar: la esperanza y la reparación, en un encuentro frente a frente en el que pasan por la rabia, la angustia, la vergüenza y el miedo, pero también por la euforia, por la gratitud y por la esperanza de plantar algo mínimamente bueno dentro de tanto horror”, explica la directora de Maixabel, Icíar Bollaín.