La violista navarra Isabel Villanueva y el coreógrafo y bailarín cordobés Antonio Ruz representaron ayer Signos en el Museo Universidad de Navarra. La obra escenifica un encuentro entre disciplinas, entre la viola y la danza, y propone un diálogo entre el sonido, el movimiento, la voz, los objetos y la luz. Sobre la base de las piezas y miniaturas musicales de los compositores György Kurtág y Johann Sebastian Bach, Villanueva y Ruz compusieron una partitura corporal peculiar que sorprendió al público asistente. Signos se estrenó en febrero en el Teatro Central de Sevilla y después de su paso por Pamplona, en septiembre se verá en Córdoba y durante la próxima temporada posiblemente se estrenará en Madrid.
