Tras el lobo, la tórtola se encuentra ahora en el punto de mira de las organizaciones anticaza. En este caso, ha sido Unidas Podemos la formación que ha vuelto a arremeter contra la práctica cinegética de esta especie, eludiendo tomar en consideración los datos científicos que revelan la realidad de sus poblaciones en España. El partido liderado por Pablo Iglesias reclamó al Gobierno central la pasada semana que la tórtola europea sea declarada especie vulnerable. Si se llegara a ese extremo, tal y como sucedió recientemente con el lobo, su caza quedaría prohibida en todo el país.

Ante este movimiento, los cazadores han alzado la voz para defender el papel que juegan en la conservación sostenible de esta ave a través de diversas medidas que ya han tenido su fruto. La Real Federación Española de Caza (RFEC) ha enviado un documento a los diferentes grupos parlamentarios del Congreso de los Diputados, en el que se expone que las poblaciones de tórtola han registrado crecimientos moderados desde el año 2013. Para demostrarlo, aportan los registros obtenidos en el programa de seguimiento de aves emprendido por SEO/BirdLife. Sus cifras exhiben que las medidas implantadas por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, las comunidades autónomas y los propios cazadores han tenido respuestas positivas en la evolución de la especie en España, avalando su caza sostenible.

“Son los cazadores y los gestores de los cotos los que están cargando con la responsabilidad de proteger los hábitats de la tórtola, al implantar iniciativas como, entre otros, la suplementación de alimento y agua, la disposición de cultivos para las especies cinegéticas o la gestión forestal”, remarca la RFEC, que apunta asimismo otros planteamientos trascendentales en el aumento de las poblaciones, como la reducción de cupos y días de caza para cumplir de este modo el criterio de sostenibilidad.

Los grupos ecologistas no son los únicos que están mirando con especial atención la evolución de la tórtola. En el 2019, por ejemplo, la Fundación Artemisan, la RFEC y BineoConsulting crearon un proyecto de ciencia ciudadana denominado Observatorio Cinegético, en el que cazadores y gestores envían periódicamente datos de la presencia y la abundancia de especies cinegéticas. El objetivo que persigue este plan es construir un sistema de monitoreo de la fauna a escala nacional. En cuanto a la tórtola, en las estaciones de primavera y verano del año 2020 se acometieron 191 itinerarios de censo en 131 cuadrículas diferentes, repartidas en 11 comunidades autónomas.

Por otro lado, Artemisan remarca también que la gran mayoría de provincias redujo el número de días hábiles y capturas de la tórtola, con un máximo de 2-5 jornadas de caza y un cupo de 2-10 ejemplares, en función de los territorios. Algunas de ellas, incluso, aprobaron una nueva normativa que aboga por que la caza se practique solamente en los cotos en los que existan medidas de gestión del hábitat. El ahínco de los cazadores ha conllevado que las capturas se reduzcan a menos de medio millón de aves, es decir, un 47% menos de las abatidas en el año 2015.

Esta fundación destaca además otra serie de iniciativas promovidas por diferentes administraciones autonómicas y federaciones de caza, y que han tenido lugar en Cataluña, Baleares o Extremadura. En esta última, y por segundo año consecutivo, se ha desarrollado el Plan Internacional de Recuperación de la Tórtola Europea. Se trata de un proyecto en el que se realizan censos de esta ave en toda la región, mientras que en dos comarcas se analiza su gestión cinegética. Durante los años 2019 y 2020, se fomentó la creación de “unidades de gestión”, lugares en los que se aportaba alimento y agua a estos animales y donde se efectuaron censos mediante escucha de machos en la época reproductiva. La meta buscada era precisamente ejecutar una caza sostenible y adaptativa, que controlara la evolución de la tórtola.

En este sentido, la RFEC lamenta que, por el momento, no se hayan destinado fondos para promover políticas activas de recuperación de hábitat en ningún Estado miembro de la Unión Europea tras la aprobación del Plan Internacional de Gestión de la Tórtola del 2018. No obstante, remarca que en España se dan excepciones, ya que varios gobiernos regionales y federaciones autonómicas han lanzado algunos proyectos para intentar corregir la situación. En estos casos, más del 80% de los costes de la gestión del hábitat en favor de la situación de la tórtola ha sido abonado por cazadores y gestores de acotados.

El presidente federativo, Manuel Gallardo, reclama a la Administración que compruebe el trabajo y los sacrificios que están asumiendo los cazadores y gestores para recuperar la tórtola. “Los datos de crecimiento de la especie corroboran su esfuerzo y no plantean la necesidad de adoptar una moratoria que apartaría de la gestión y la recuperación de la tórtola a los únicos implicados en ella hasta la fecha”, sostiene, apuntando a la vez que la caza sostenible constituye la mejor herramienta disponible para el rescate de la especie.