urante muchos años la creación de una nueva empresa parecía que tenía que realizarse en un entorno local y dejar paso en los años siguientes al proceso de internacionalización. La llegada de Internet fue haciendo que esos procesos se aceleraran y muchas veces ocurría sin que se tuvieran planes para ello. Muchos comercios electrónicos que habían sido creados y concebidos para realizar ventas en un territorio más o menos conocido, se encontraban con la “desagradable” sorpresa que recibían pedidos de zonas del mundo con las que no contaban. El primer problema es la logística, los gastos de envío difieren mucho en función de los países y no todos los operadores son capaces de llevar los paquetes a cualquier parte. El segundo problema es el legal. Cada país tiene una legislación diferente y si se trata de productos de alimentación o material médico, las normas son tan complejas y complicadas que hacen renunciar a muchas empresas a atender estos pedidos. Por tanto, es importante pensar en que nuestra StarUp puede ser una multinacional desde el primer día. Para ello debemos incorporar en nuestro plan de negocio a todos los posibles clientes a nivel mundial, dejar un presupuesto para traducciones y abogados que nos ayuden con la legislación que predomina en muchos países y sobre todo, creer en nosotros, porque seamos una empresa nueva, que acabamos de crear, no quiere decir que no podamos trabajar a nivel global. Si piensas en grande podrás llegar a cualquier sitio, pero si piensas en pequeño.
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