Con la idea de eliminar la la falsa idea de la raza humana de que si se encierra en sí misma y en un espacio acotado puede permanece ajena “a los procesos y fenómenos naturales que históricamente han conformado y condicionado nuestra existencia”, la casa del Almirante de Tudela acoger hasta el próximo 4 de julio la muestra Claustrofilia, que llega con 6 artistas desde el Centro de Arte Contemporáneo de Huarte. Claustrofilia se define como “la agradable sensación de seguridad y tranquilidad que experimentamos cuando estamos a resguardo”. Por esta razón, cuando algún imprevisto viene a recordar la fragilidad “de este confortable confinamiento civilizatorio, nuestra reacción instintiva es la negación. No estamos dispuestos a escuchar ninguna advertencia ni, por supuesto, a renunciar al privilegio que supone vivir de espaldas a la tierra”.

El proyecto lo han puesto en marcha y coordinado Anne Ibáñez Guridi (diseño gráfico) y Marc Badal Pijoan (investigación y dinamización agroecológica) que pusieron todas estas reflexiones “en el contexto actual y las sensaciones que ha provocado el autoconfinamiento. Vivimos de espaldas a la tierra, nuestras primera reacción es siempre la negación y nuestras relaciones con el mundo están amortiguadas”.

La muestra está financiada por la Fundación Caja Navarra y la Obra Social La Caixa, además de contar con el apoyo del Gobierno de Navarra y de la red de Bibliotecas Públicas. A la muestra le acompaña una “biblioteca efímera”, que son una muestra de “cómo la voz autorizada de la Cultura se ha aproximado a la exterioridad que representa el medio rural, el territorio y aquello que conocemos con el término de naturaleza”, explicó Badal.

Por su parte Ibáñez destacó uno de sus objetivos es “crear mecanismos para pensar y pensarnos y fomentar el pensamiento crítico, que supera la mirada turística”, pero al mismo tiempo profundizar en el hacer, “que coloca a la gente en un lugar distinto que el decir”.

En el proyecto que se puede ver en la Casa del Almirante de Tudela participan seis artistas: Iranzu Antona, Iosu Zapata, Inés Aubert, Mirari Echávarri, Víctor Maferrer y Txuspo Poyo.

Según explicó Oskia Ugarte, codirectora del Centro de Arte Contemporáneo de Huarte, la muestra tiene un triple objetivo, “difundir el arte contemporáneo en todo el territorio navarro, fomentar la investigación y ver la repercusión en los artistas locales”. En este último punto destacó que junto con la muestra se celebra un encuentro con 8 o 9 artistas locales del mundo de la pintura, la danza, la fotografía, el diseño y otros campos para “ver las inquietudes que tienen y detectar los temas que ocupan a la comunidad artística local y generar cohesión territorial”. Una acción de la que se encarga Inés Aubert.

Ayer durante la presentación, la única artista presente fue Iranzu Antona que muestra un trabajo fotográfico en torno a La Peña Negra de Arbeiza1, es una roca situada entre Arbeiza y Estella. Originariamente estaba erguida y servía de refugio frente a la lluvia, el viento o el sol para quienes que se dirigían a Estella desde los pueblos cercanos. Hace unos 80 años cayó y en la actualidad está tumbada, si bien en cualquier momento puede caer rodando por la ladera, “quiero mostrar como las cosas parecen que no van a cambiar, pero la erosión es constante y hay movimiento. Es tratar de retratar la falsa sensación de seguridad”.

La obra de Mirari Echávarri aborda la historia de un viejo 4x4 que está abandonado en la parte de atrás de su casa, “no saben a quién pertenece, ni cómo llegó hasta allí, algunos lo ven como un estorbo y otros como una oportunidad, un lugar donde aislarse del grupo a ratos”.

Víctor Masferrer presenta, por su parte, la instalación Situador, que “invita a adentrarse en un bosque de relaciones entre lo medible y lo inconmensurable, lo oculto y lo manifiesto”.

Txuspo Poyo ha llevado La casa árbol, que se relaciona con el proyecto como “una invitación a la reflexión colectiva en torno a la relación entre producción cultural contemporánea y la ruralidad”, al mismo tiempo que abre preguntas.

Por último Iosu Zapata aporta Fluido Sonoro, un proyecto de investigación artística sobre los sonidos que rodean los distintos espacios donde se desarrolla Claustrofília. “Tiene por objetivo descubrir los paisajes sonoros del territorio e investigar cómo los sonidos generan experiencias y forman la memoria de un lugar”.