En plena gira de presentación de Corazonada desgrana el presente de una banda que, a base de trabajo y al ritmo del pop, no para de crecer.

El 2020 parecía que iba a ser un año clave para Veintiuno, con su tercer disco por delante, gira y verano en festivales... Y entonces, pandemia mundial. ¿Tocó hacer cierto ejercicio de reflexión como banda?

-El ejercicio más grande del mundo. Iba a ser el año más importante para la banda, era la primera vez que íbamos a hacer Latinoamérica, teníamos en verano todos los festivales del mundo€ Fue muy frustrante, porque nunca habíamos imaginado que íbamos a ser la banda que somos ahora. Nosotros éramos una banda de la parte baja del underground, pensábamos que a lo que podíamos aspirar era a eso y tocábamos por felicidad. Y cuando eso cambia y justo te meten para casa... Todos hemos vivido una frustración de expectativas en 2020 que es horrible de gestionar, es la era dorada de los antidepresivos€ Pero al final ha acabado siendo el año más importante de la banda de otra manera. Lo que hicimos fue replantear nuestra dinámica de trabajo y estrategia, trabajar los temas en digital, intentar no desaparecer€ Y eso nos ha permitido crecer y que ese año que iba a ser 2020 lo sea en 2021, que lo está siendo.

Corazonada, su tercer disco, se presenta como la fábula de un corazón que se escapó del pecho, con todo el caos que provocó. ¿A qué suena uno cuando se queda sin corazón?Corazonada

-La historia es que me empecé a obsesionar con la idea de la trayectoria que teníamos, de ser una banda de la nada más absoluta, a sacar dos canciones, Tu nombre y Dopamina, que consolidan al grupo. Nos saltamos no tres escalones, sino un piso entero y las expectativas de la gente que nos rodea, cambian de golpe. No estábamos acostumbrados a ese cambio, eso provoca que no tengas tiempo, que concilies durante un tiempo el curro con la banda a un nivel que es imposible de llevar, problemas de pareja.. Y Corazonada nació de una sensación de que si no tuviese que estar a la altura espiritual y moral de la gente a la que quiero, estaría más tranquilo. La fábula partía de una manera sencilla de contar algo que era un poco complicado.

En ese sentido, las letras de Veintiuno parecen tener cierto poso reflexivo o crítico, como Haters

-Creo que Veintiuno es un grupo emo encubierto de melodías pop (risas). Estoy convencido de esto, más de uno de la banda nos hemos criado siendo niños emo y tratamos de una manera quizá bastante hedonista plantear cosas que son bastante jodidas. Haters es una sátira de la situación que teníamos, de cómo nosotros venimos de la nada, de que lo que hacemos no le importe a nadie y que luego lo que hacemos, a un pequeño grupo de gente, le joda muchísimo.

¿Pero Veintiuno se crece en la derrota, como dicen en Caramelo

-Sí, la carrera musical, o por lo menos la nuestra, es perder siempre, pero aprender a perder cada vez mejor. Hay muchas maneras de entrar en la industria de la música, casi tantas como músicos, hay gente que ves en un festival porque tuvo una explosión muy pronto, consolidó una carrera temprano... Y luego ves gente que se ha dado una hostia tras una hostia y sigue ahí, nosotros somos más desde ese personaje. Somos un grupo de peña que no para de palmar y que de tanto palmar, hay cosas que a veces funcionan.

Barriendo para casa, ¿cómo surgió la relación de Veintiuno y Chica Sobresalto, que colabora en el tema Nudes y a quien ayudaste a escribir su canción NudesBasandere

-Sí, la escribimos juntos. Yo por Maialen siento devoción y la quiero con locura, desde la primera conversación que tuvimos. Nunca he visto OT y no tenía constancia de Chica Sobresalto antes, pero a la novia de Yago, nuestro bajista, le encanta y la sigue desde antes de OT... Maialen fue a producir con Santos y Fluren, nuestros productores y Santos me habló muy bien de ella... Y Maialen se puso en Instagram a hacer una cover nuestra. Todo se puso de acuerdo. Es una persona extremadamente trabajadora y ha pagado un precio muy alto, como toda la gente que se presenta a Operación Triunfo, pero para mí tiene un punto más de valor, porque ella tenía una carrera de antes, una formación... Y dijo mira, estoy dispuesta a joderme la vida por el sueño que tengo. Cuando alguien sabe que es pasarlo mal, es cuando a mí me engancha y es lo que ella ha hecho: ella sabe lo que es palmar, porque ha palmado.

Y Chica Sobresalto tenía una pregunta que hacerles: "¿Qué escala utiliza tu canción favorita de Estopa?"

-(Risas). La frigia mayor. Es que estuvimos hablando de esto el viernes pasado, soy el profe de armonía de Maialen y de pronto se le ha abierto un mundo con las escalas de las canciones (risas).

¿Qué opinan de esa fama y coletilla de "Veintiuno es un grupo de chicas y de novios"?

-Es un honor, soy un hombre criado y educado por mi madre y siempre he tenido más amigas que amigos. Era un chico en un entorno protofascista y heteruzo en el que con quienes más afinidad tenía era con las chicas de mi clase y eso ha definido un poco mi manera de relacionarme. Siempre me he relacionado más con chicas que con chicos. Gustarle al publico objetivo que es claramente el sector de la población con el que me identifico es la hostia. Y que alguien lo use de manera peyorativa, también me parece extremadamente divertido, hay chicas que nos detestan.

Es quizá también ejemplo de cómo las etiquetas y los prejuicios están a la orden del día.

-Un buen amigo mío, don Héctor de Miguel Quequé me dijo hace poco una cosa que me hizo pensar: se dice de manera muy peyorativa lo de las mujeres en la cultura, de "esto es para chicas", cuando por la trayectoria que hay en este país, las mayores consumidoras de cultura, y no solo de música, son las mujeres. En las pinacotecas y museos te encuentras más mujeres, hay más mujeres leyendo, más mujeres que van al teatro y al cine.. Ahora por suerte está cambiando, pero en este país la cultura siempre ha estado ligado a las mujeres, por lo tanto es en realidad más una alabanza que un insulto. Le gustas a quien consume la cultura históricamente.

Ha hablado del cambio en el consumo de la cultura y eso también parece haberse trasladado a los escenarios, con bandas como Melenas, Ginebras, Bala...

-Sí, afortunadamente, con el efecto rebote que eso supone. La cuarta ola del feminismo ha traído cosas maravillosas. Inevitablemente viene el nuevo machismo de mierda detrás porque es muy incómodo asumir la posición de privilegio que nosotros, como hombres, tenemos es jodido. Yo a día de hoy no me beneficio ni de lejos de las ventajas que se beneficiaba la generación de hombres inmediatamente antes de mí. Hablo de gente que hizo trayectoria en el indie en 2010, que ahora hay mucho arrepentido y gente que se ha portado mal diciendo que son santos. Es que es lo que toca, si ahora mismo en la música hay una política que favorece a las mujeres para posicionarlas, que lo hagan porque peleamos como mínimo contra cinco mil años de historia en los que eso ha sido al contrario. Hasta que la balanza no se equilibre, tiene que favorecerse. No estoy particularmente a favor porque sea lo ideal la política de cuotas, pero es una manera hasta que alguien encuentre algo mejor. El feminismo real para mí, que no debería opinar de feminismo, no es que una mujer por ser excelente tenga una posición excelente; es que una mujer mediocre pueda estar en el mismo punto que un hombre mediocre. Y eso ahora no es así.

Se ha referido al indie y en una de sus canciones afirma que "el cliché del indie medio, fabricar himnos de estadio para bares medio llenos" ¿Cómo ve la escena indie actual?

-Hay escena indie, si entendemos la escena indie como escena de bandas de la tradición pop melódico que es el indie. Esa escena existe y hay muchas bandas, y muy buenas, pero hemos vivido una época en la que lo predominante desde 2015 son personas que vienen del hip hop con un micro cantando sobre una base. Hay bandas que son extraordinarias pero el foco no está en ellas y es normal, porque veníamos de una escena indie que era cada vez más mediocre y preponderante, se hizo casi hegemónica en un momento dado... Y convivían bandas y artistas que eran extraordinarios con un montón de purria que hacía canciones para festiva. De eso habla nuestra canción Haters, de no ser una canción de festival. Y de pronto viene alguien que trajo el trap y un nuevo punto de vista cantando de otra manera y escribiendo mejor... Porque por mucho que joda, Yung Beef escribe mucho mejores letras que la media de gente que estaba en un nombre mediano en el festival SanSan. Y ahora vuelve a haber un giro, vuelve el rock y paradójicamente lo que le ocurre a las bandas es que tienen que estar a la altura del nivel de lírica y de canciones que están presentando hip hoperos que no saben música, pero tienen letras cojonudas sobre bases de rock.

Marvin, una banda local de por aquí, dice en una de sus canciones que los chicos de hoy no han oído guitarras, pero ahora está el caso de artistas jóvenes como Hens y Pole, ligados a esa escena urbana pero que están haciendo hueco en su propuesta a guitarras y sonidos orgánicos...

-Sí, ahora ya sí, claro, tras seis años en los que solo se oía en la radio y en las playlists regueton y algo de trap... Eso provoca que ahora Pole y Hens, que los conozco a ambos y me gustan mucho, lo que vienen a decir es que aunque he escuchado a J Balvin y he escuchado muchos artista de trap, emocionalmente recuerdo guitarras y veo que hay un desuso de las guitarras en el mainstream y puedo traerlo yo. Han tomado esa decisión estilística, ya veremos si se quedan o no, si en cinco años la siguiente generación dice que vuelven a estar de moda los instrumentos...