Los alrededores de la Colegiata de Roncesvalles, que acogía ayer, 12 de julio, la conmemoración del Año Jacobeo 2021-2022, congregaron a un escaso número de personas, no más de cincuenta, que aguardaban la llegada de los Reyes y del resto de autoridades. Entre los presentes, pocos vecinos y vecinas de las localidades cercanas, algunos peregrinos y varias familias que se encontraban disfrutando de unos días de vacaciones por la zona.

Entre ellos se encontraba Rosa Reka, vecina de Burguete, quien lamentó que no se hubiese dado ninguna invitación a los vecinos de la zona “para acudir al acto, como sí se ha hecho en otras ocasiones”. “Hemos intentado acercarnos a la Colegiata, pero con tanta seguridad ha sido imposible”. Algo similar pensaba Fernando Horta, peregrino proveniente de Madrid que iniciaba hoy el Camino, quien dijo mientras tenía lugar el acto: “Estoy esperando a ver si me dejan pasar al bar de al lado de la Colegiata, coger un café y ponerme en marcha, pero por ahora es imposible”.

Otra vecina de Burguete, Isabel Erro, que se había acercado al lugar por “mera curiosidad”, esperó que “actos como este den un empujón al Camino de Santiago, porque son una buena forma de visibilizar el patrimonio tan grande que hay por esta zona”. “Este es un turismo muy cercano, y ahora que parece que la situación va mejorando poco a poco, es probable que acudan cada vez más peregrinos”, destacó. En este sentido, Reka también indicó que a lo largo del pasado fin de semana se ha notado una mayor presencia de caminantes, de orígenes diversos como Arabia Saudí, Canadá, Polonia o Estados Unidos. “Se nota más ilusión aunque habrá que esperar un poco para ver si este año no es tan malo como el anterior”, añadió.

Al finalizar el acto, el rey Felipe y la reina Letizia se acercaron a las personas allí congregadas, a las que ofrecieron un breve saludo entre aplausos también escasos.