Marcapáginas es el nombre con el que hace un año arrancó su andadura la primera agencia literaria de Navarra. Una agencia necesaria, que escritoras y escritores de esta y otras comunidades cercanas ansiaban y cuya presencia, a día de hoy, no solo favorece a estos creadores, sino a la industria literaria en general. La periodista Goizeder Lamariano es quien tomó las riendas de este nuevo proyecto, una aventura que inició con entusiasmo y, por qué no admitirlo, algo de vértigo, pero que asegura que está siendo de lo más reconfortante y emocionante. Por el momento, son 17 escritoras y escritores a los que Marcapáginas representa, esperando que más autores se suban a este barco que prácticamente acaba de zarpar.

Todo comenzó el 23 de agosto del año pasado, cuando Goizeder Lamariano, que por aquel entonces se dedicaba a la edición de libros, recibió una llamada de Fátima Frutos, escritora y presidenta de la Asociación Navarra de Escritores-Nafar Idazleen Elkartea. "Me dijo que ya era hora de crear una agencia literaria en Navarra, que era muy necesaria y que consideraba que yo era la persona indicada para dirigirla", dice Lamariano, a lo que Frutos añade: "En los últimos años ha habido un auge tremendo de la literatura navarra, no solo en cantidad, sino en calidad, ya que muchas obras estaban siendo llevadas al cine o a las series. Y, en busca de representación, los autores de Navarra y de comunidades cercanas se desplazaban hasta Madrid o Barcelona, donde se encuentra el grosso de las agencias literarias". El problema era que muchas de estas agencias ya tenían el cupo de escritores representados completo, por lo que estos se quedaban sin ese respaldo que una agencia proporciona. "Los escritores estamos para crear, y todo el tema burocrático, muchas veces, se nos escapa de las manos y nos quita tiempo para dedicarnos realmente a lo que sabemos hacer", afirma Frutos, quien asegura que "la presencia de una agencia literaria navarra favorece a los autores, por supuesto, pero también a la industria literaria en su conjunto, y hay muchas familias que comen de ello". En esta línea, destaca "el crecimiento de las obras más allá del libro", como la adaptación de su poemario Andrómeda encadenada a la ópera, algo que "no habría sido posible sin el trabajo de Goizeder".

¿Cuál es su función?

La labor fundamental de una agencia literaria, y la que Marcapáginas ha estado llevando a cabo en este primer año desde su creación, es la de acompañar a los escritores en todo lo que va más allá de la creación. "El objetivo de todo el trabajo que desde la agencia podamos hacer no es otro que el de impulsar a los autores navarros", dice Lamariano. En este sentido, subraya, su labor abarca tantos aspectos como la corrección y edición de textos, la realización de informes de lectura, el contacto con las diferentes editoriales, la comunicación con los medios de comunicación o la elaboración de proyectos audiovisuales con el fin de promocionar la obra. En la página web de la agencia (www.agenciamarcapaginas.com) se detallan los servicios que esta ofrece a todas las personas que representa, los cuales pueden ser totales o "a gusto del consumidor".

En total, son 17 los creadores y creadoras que han confiado en Lamariano y su equipo para llevar a cabo todas las funciones burocráticas. Estos son: Isabel Hualde, Jesús Camarero, Jokin Azketa, Alberto Irigoyen, Álex Cabré, Pablo González, Garbiñe Salaberría, Javier Corres, Manuel Iznaola, Fátima Frutos, John Hemingway, Olga Serrano, Yolanda Almeida, Xabier Irujo, Miguel Izu, Arantzazu Ametzaga y Marisol Artica. "No pensaba que el trabajo sería tan fácil, pero lo cierto es que en cuanto dije que sí, que montaría la agencia, varios escritores se acercaron a la puerta en busca de representación", cuenta Lamariano, señala que "los escritores se sienten muy agradecidos porque hasta el momento sentían cierto abandono por parte del resto de agencias literarias". "Ahora, eso ha cambiado", concluye.