El compositor y músico extremeño, Robe Iniesta, a quien la pandemia le ha ayudado a gestar nuevos caminos creativos que le han llevado, según afirma, a un nuevo renacer espiritual, considera que los jóvenes deben "abrir la mente" ante la "avalancha" de cultura que se avecina cuando pase la pandemia."Cuando salga de golpe toda esa cultura creada" en los espacios de confinamiento y restricciones, "será un momento muy bonito para muchas artes", vaticina Robe, que ha concedido una entrevista a EFE coincidiendo con su concierto en el teatro Romano de Mérida.

En esta idea, el cantante (Plasencia, 1962) insiste en que los artistas "sorprenderán al mundo" con sus nuevas creaciones, lo que permitirá conocer gente "con ideas muy buenas y muy bonitas en todos los aspectos del mundo de la cultura".

Esta "avalancha" de cultura debe estar acompañada, y así lo ha remarcado, por una apertura de mente por parte de los jóvenes, pues la sociedad actual está en fase de "retroceso mental", ya sea por que los más viejos "ya no tenemos solución" o "por culpa de ver tantas películas americanas... o yo que sé", bromea.

Robe será uno de esos creadores que participará en esa ebullición cultural con un trabajo que ha compuesto, guitarra en mano, durante el confinamiento. "Estoy en un momento creativo de la ostia. Le he dado tanta caña a lo creado -añade- que tuve que dejar de tocar los fines de semana para evitar vivir en el día de la marmota".

Aunque desconectaba, "todas las cosas gordas que estaban pasando en el mundo" en la pandemia me movían la cabeza para componer y crear cosas muy bonitas". "Estoy deseando ponerme con esas canciones en el local de ensayo y seguir de gira porque cuando tienes canciones nuevas, pues, joder, te entra la impaciencia de enseñárselas a todo el mundo".

De gira con "Mayéutica" y con una banda (Álvaro Rodríguez, Alber Fuentes, Carlitos Pérez, Woody Amores, David Lerman y Lorenzo González) de la que solo habla maravillas, "con un buen rollo y entendimiento" total, Robe apunta que la única limitación a la que se enfrentan es su propia voz, "de la que no tengo compasión" al intentar llegar a tonos que están demasiado altos.

Hasta su propia banda le ha dicho en alguna ocasión que la voz no le acompaña con lo que él tiene en su cabeza y quiere hacer. "Joder, que el otro día sí que me salió", les contestó tal como relata el propio Robe.

Una gira en la que ofrece su reciente creación, pues "ahora sí que hay muchas cosas que hacer y que tocar", y temas de Extremoduro, que son "las canciones que he ido haciendo a lo largo de mi vida y a las que también les estamos dando caña".

En su larga trayectoria como artista, músico y compositor siempre ha tenido presente la importancia de que quienes escuchan sus canciones se emocionen, pero también que piensen. Es más, invita a sus seguidores a que, a través de sus canciones, acometan una introspección.

Sin autoridad, según expone, para decirle a nadie que las imágenes que suscitan sus canciones son las equivocadas o no, pues cada uno las acomoda a su personalidad o estilo de vida, Robe insiste en la importancia de la reflexión personal.

Y es que la duda es algo necesario y que debe estar presente en todo el mundo, según sostiene. "Me enervan los que no tienen dudas", incide y reitera. "La gente que está demasiado segura de lo que dice me da miedo... hay que dudar siempre y hay que replanteárselo todo".

Sólo así se puede salir de un error "y no pasa nada por renegar de cosas que en un cierto momento has abrazado", manifiesta Robe. De hecho, esa duda la aplica constantemente.

"Muchos días cuando termino una canción me parece que es la más perfecta del mundo, pero puede que al día siguiente piense en que era una puta mierda y me pregunte qué me había tomado cuando la hice", bromea nuevamente.

A su juicio, "todo hay que replanteárselo en esta vida" hasta el punto en el que "si hay que romper con algo", se rompe. "Hay que evolucionar, crecer y, a veces, hay que romper con lo anterior para poder hacerlo", comenta.