omo parte del festival de cultura urbana Atrapa2, la sala Zentral de Pamplona acogió este domingo, durante el primer fin de semana sin restricciones por covid-19, a tres grupos urbanos (Hofe, Messy Mess y A1 Goldie) que, junto con el concierto del pasado 2 de octubre en la sala Tótem de Villava/Atarrabia, abrieron la nueva temporada de actividades culturales sin restricciones.

Estos conciertos dirigidos sobre todo a la gente joven y organizados con la intención de revitalizar la cultura afectada por la pandemia, estuvieron entre los primeros que se dieron tras retirar Navarra la mayoría de las medidas sanitarias vigentes hasta principios de octubre. Los asistentes al concierto, que se presentaron en grupos reducidos, fueron una mezcla de personas jóvenes y más mayores, incluso familias con algún que otro niño, que vinieron a pasar un buen rato durante la tarde del domingo.

La pista de baile estaba abierta de nuevo y la gente tenía la libertad de moverse y bailar en lugar de permanecer sentada en las mesas, aunque el Zentral no tenía el aforo completo todavía (redujeron parte de la sala). Sin embargo, muchos todavía se mostraban inseguros respecto a los nuevos cambios, y hubo varias personas que prefirieron permanecer sentadas en lugar de mezclarse con los demás. Esta actitud todavía reticente que mostró una parte considerable de la población este pasado fin de semana evidencia que, a pesar de que estén muy presentes las ganas de volver a la normalidad y poder disfrutar de nuevo del ocio y la cultura sin restricciones, la gente todavía tiene muy reciente la pandemia y será necesario un periodo de adaptación para aquellos que todavía sientan miedo o recelo a dejar de lado las medidas contra la covid-19.

En cuanto a las mascarillas, que eran obligatorias en todo momento salvo durante las consumiciones, muchas personas se mostraron animadas a quitárselas, tanto en las mesas como en la barra, y aunque al principio la gente no se mostró muy dispuesta a ocupar la zona central de la sala y se mantuvo a distancia, poco a poco fueron más los que decidieron salir a la pista, animando el ambiente con aplausos y vítores para el primer grupo. “Venimos un poco a la aventura, pero con ganas muchas de volver a la normalidad”, explicó una mujer que formó parte del público, resumiendo el carácter de este fin de semana.

Los conciertos, previstos para las 18.30 horas, comenzaron un cuarto de hora más tarde debido a algunos problemas técnicos, pero tuvieron muy buena acogida entre el público. La sala limitó el aforo a 572 personas y con mascarilla obligatoria.

“Venimos un poco a

la aventura, pero con muchas ganas de

volver a la normalidad”