Tras una edición únicamente virtual, la Azoka de Durango recupera este año el formato presencial -manteniendo la tienda on line-, y gozará de una manera agridulce del contacto físico con el público en una edición con cita previa, aforo limitado por turnos y demás medidas necesarias para que la gran feria del libro y disco vasco sea una cita segura.

Este viernes 3 de diciembre abrirá la Azoka on line, y el sábado lo harán los 219 estands instalados en el pabellón de Landako. En ambos sitios, tienda virtual y expositores presenciales, estarán disponibles las 990 novedades culturales de esta 56ª edición.

El objetivo primordial de este año, tal y como ha recalcado la asociación Gerediaga, es “organizar una Azoka segura y cómoda”. Así, para acceder tanto a Landako Gunea como a Plateruena es necesaria inscripción previa. En el caso de Landako Gunea, se crearán cinco turnos diarios de 1.200 visitantes, para poder realizar una visita de hora y media. Asimismo, en todos los espacios de la Azoka será obligatoria la mascarilla y no se podrá consumir ni comida ni bebida.

990 novedades culturales

La Azoka, en la que el Gobierno de Navarra volverá a tener estand propio, acogerá 990 novedades culturales: 733 libros, 143 discos, 37 revistas y 77 referentes a otras categorías. Productos que podrán adquirirse en los 219 estands de Landako Gunea (del 4 al 8 de diciembre) o en la tienda on line (abierta de hoy al 7 de diciembre), y que demuestran que, aunque ha sido un año complicado para los y las creadoras, la plaza de la cultura vasca sigue siendo un reclamo y una necesidad. El completo y diverso catálogo de la Azoka se puede consultar en la web www.durangokoazoka.eus.

En total, la 56ª edición contará con 165 participantes, entre editoriales, discográficas, asociaciones culturales, instituciones o distribuidoras. De ellas, 17 serán autoproducciones, 10 de la comarca del Duranguesado y 28 llegarán por primera vez a Durango con un estand propio. En cuanto al variado programa de actividades, esta edición vuelven Szenatokia, Irudienea, Kabi@, Ahotsenea, Saguganbara, Azoka Telebista y Talaia, nuevo espacio de la feria que recogerá el testigo de Areto Nagusia. En Szenatokia se podrá disfrutar de un espectáculo diario de artes escénicas, con entrada libre, en San Agustín kulturgunea. Irudienea, que será más paritario que nunca ya que las mujeres dirigen y protagonizan la mayoría de las obras, proyectará 35 trabajos audiovisuales en los cines Zugaza.

Como todos los años, Ahotsenea dividirá su programación en dos áreas: música y literatura. Los conciertos se celebrarán en Plateruena y se podrá disfrutar de bandas de amplio recorrido, así como grupos que acaban de publicar su primer trabajo. En este caso, ha sido necesario reservar entrada previamente.

En lo que se refiere a la literatura, las charlas se organizarán en dos espacios: Areto Nagusia y la Escuela de Música. En ambos se presentarán nuevas novelas, libros de poesía, colecciones teatrales, cómics o traducciones. Participarán autores como Eider Rodriguez, Leire Vargas, Itziar Ugarte, Alaine Agirre, Lander Garro, Amaiur Epher, Alberto Barandiaran o Aritz Galarraga.

Los editores navarros, ante esta edición

Para los editores navarros, la Azoka es una cita muy esperada, y reconocen que las limitaciones por las medidas sanitarias lo ponen difícil este año en el que se han tenido que organizar para la feria con la incertidumbre reinando en la atmósfera. Les gustaría una feria más abierta y concurrida, pero la situación obliga al control. “Nos preocupa cómo irá esta edición porque la limitación de aforo supondría, en el mejor de los casos, una circulación máxima de 30.000 personas a lo largo de toda la feria, cuando las estadísticas de los anteriores años hablan de en torno a 120.000 visitantes... Veremos cómo se puede compensar con la Azoka virtual”, comenta Pello Elzaburu, de Pamiela.

Desde Txalaparta, Jon Jimenez tiene asumido que esta edición “va a ser especial sí o sí, de aguantar el chaparrón, pero de apostar por volvernos a juntar de nuevo y vernos las caras, aunque sea con mascarilla”. A pesar de las dudas, destaca que “todas las editoriales hemos mantenido títulos y tiradas”. En cuanto a las medidas de control adoptadas para esta Azoka, el editor cree que “la cultura se autoexige a veces más control que otros sectores. Así ha sido desde el principio de la pandemia. Y está bien. Pero estamos hablando de los aforos de un recinto cultural en el que no se consumen bebidas ni comida, la gente está tranquila ojeando libros… Un ambiente que permite cumplir las medidas de seguridad, como la mascarilla, constantemente. Y, sin embargo, de momento no hemos escuchado nada de los aforos de los estadios deportivos cerrados, por ejemplo”, subraya.

Cree que “un aforo tan reducido y que haya que incribirse previamente puede ser un tanto disuasorio para muchas personas”. Pero también confía, “y lo comprobamos el año pasado, en la solidaridad de la militancia cultural vasca., que nos dará una vez más una lección, tanto presencial como telemáticamente”.

Charlar de libros, una "maravilla"

Desde el sello Katakrak, que cumple 5 años, Hedoi Etxarte desea que “la gente agote todos los turnos” disponibles para el aforo de esta edición, en la que Katakrak tendrá dos estands con todas sus novedades -este año ha publicado 14: 8 en castellano y 6 en euskera- y todo su fondo editorial.

Aritz Otazu, editor de Mintzoa, cree que esta Azoka “va a ser un misterio para todos”. “De todas formas las expectativas son buenas, y esperemos que la gente responda, porque ahora hace falta más que nunca el apoyo al mundo de la cultura. Vamos ilusionados, como siempre; ya sea una feria con más o menos restricciones, el contacto con la gente, el poder charlar de libros, es una maravilla”, afirma.

Para Nabarralde, como fundación que es, Durango es “una cita imprescindible”. “Es una de las pocas oportunidades que tenemos para mostrar nuestro trabajo, ya que no nos movemos en los grandes circuitos del mercado editorial”, aseguran, apuntando que creen que “las limitaciones de aforo nos afectarán negativamente en las ventas”. De todas formas, afirman desde Nabarralde, “acudiremos, como cada año, con muchas ganas de disfrutar y, sobre todo, de reencontrarnos con toda la gente que conformamos el mercado del sector cultural euskaldun”.

¿Un antes y un después?: Repensar la Azoka

Desde el sello en euskera Denonartean, Unai Pascual valora que se celebre la feria, que, cree, “ha estado en el límite de la suspensión”; pero lamenta que se haya “robotizado e individualizado” con tanta medida de control una cita que es “emocional y colectiva”. “Quizá esto nos obligue a reflexionar sobre cómo debe ser la Azoka en un futuro próximo, habrá que repensarla, quizá haya que hacerla en verano para que pueda celebrarse en la calle, porque la pandemia va para largo...”, opina.

La limitación de aforo le parece “muy grande”, y lamenta que “mucha gente esté huyendo de la cita previa” . “Está claro que este año va a ir mucha mucha menos gente, y habrá que ver si esa ausencia de visitantes físicos se compensa con lo digital, aunque ese formato es ya otro concepto diferente”, dice Unai Pascual.

Al frente de la única discográfica navarra participante, GOR, Patxi Goñi destaca Durango como “una cita fundamental para la cultura vasca y para la economía de las editoriales, tanto literarias como musicales”. “Es nuestra reunión y visibilización en un año, en este caso en dos porque el pasado la feria no fue presencial, y nuestros recursos económicos para una temporada, no hay que olvidarlo. La Azoka marca la temperatura de la cultura en euskera en un mundo cultural cambiante y en continuo movimiento”, dice Goñi, valorando positivamente que “los sistemas de venta a través de Internet fueron un éxito el año pasado, y este año van a continuar, adaptándose a la muestra presencial, así que en ese sentido el formato on line ha venido para ampliar horizontes”.