El jueves 2 de diciembre, un metro de nieve cubría el coto de Esprogui-Sabaiza, donde los 12 clasificados en las dos pruebas eliminatorias del Campeonato Navarro de Becadas, más el ganador de la pasada edición, se iban a enfrentar, dos días después, para decidir quién se subía a lo más alto del podio. Tal era la situación que la Federación Navarra de Caza decidió suspender la prueba. Sin embargo, esa noche cayó una gran tromba de agua, que se llevó con ella casi toda la nieve, por lo que se pudo salir a competir.

Sin embargo, no fue una prueba fácil. El temporal de nieve había provocado que muchas de las becadas de esa zona se fueran a regiones con mejor tiempo, por lo que había muy pocas. De hecho, por primera vez, el ganador del campeonato venció con tan solo una becada cazada. Los siete primeros clasificados abatieron solo una pieza y la clasificación se decidió por el número de disparos y por el orden de llegada al control.

Y de esa situación, quizá por la gran experiencia que acumula, salió beneficiado Juan Mari Esáin Goñi, el cazador de Zubiri que, con este, reúne ya en su haber 14 victorias en el campeonato navarro, además de nueve triunfos en el Campeonato de España. Un palmarés impresionante, que tratará de mejorar el próximo fin de semana en Extremadura, en la final del torneo nacional. No será el único navarro en liza. Junto a él, competirán el segundo y el tercer clasificado en la prueba de la Comunidad foral, Aitor Apezteguía y Chema Ferrer, respectivamente.

Podría decirse que en la clasificación influyó mucho la suerte, ya que los siete cazadores que quedaron en los puestos más altos arribaron al control en un intervalo de diez minutos. Esáin fue el primero, seguido por Apezteguía, que entró tres minutos después; y Ferrer, seis minutos más tarde. Los cinco primeros clasificados abatieron su becada de solo un disparo. Nadie preveía que un competidor pudiera ganar con tan solo una pieza, pero la climatología del acotado en los días previos propició esa situación.

Precisamente, esa dificultad a la hora de cazar las becadas es lo que convierte a los navarros en rivales muy duros, ya que les otorga una habilidad mayor y una experiencia muy valiosa. Los tres cazadores que participan en el Campeonato de España por Navarra han debido, además, superar antes una prueba clasificatoria, disputada en el Señorío de Erro, un cazadero muy exigente.

Todo esto lo conoce a la perfección Juan Mari Esáin, que el pasado mes de noviembre cumplió 60 años. Para celebrarlo, comenzó el mes de diciembre ganando su decimocuarto Campeonato Navarro de Becadas. “Se dice pronto -confiesa-, pero no es nada fácil conseguir ese logro. Y, sobre todo, haber vencido en la final de este año. Había muy pocas becadas, el monte estaba muy mojado, seguía lloviendo... Y, por otro lado, las pocas becadas que quedaban eran muy rebeldes y fue muy difícil cazarlas”.

Esáin coincide en manifestar que la complejidad que han de superar los tiradores navarros es la que, después, les da un plus de ventaja en las competiciones nacionales. “Contar con esa experiencia con becadas difíciles te hace adquirir más habilidad, pero también es fundamental tener un buen perro. Eso, ser un buen cazador y la suerte; se tienen que juntar esas tres cosas”, expone. Además, como el cupo de la final está designado en tres becadas, puede ganar cualquiera, según afirma. Bajo su punto de vista, las normas deberían ser diferentes, para que los participantes pudieran demostrar mejor su calidad. “Es como si obligas a Irujo y a Olaizola a jugar un partido a tres tantos. En una ocasión, se decidió que la final fuera con diez cartuchos, y a ver quién era el que lograba abatir más becadas. Entonces, sí que se pudo demostrar la habilidad del cazador”, reflexiona.

No obstante, apunta que, pese a que la suerte fue un factor muy determinante en el torneo navarro de este año, subraya que se alegró muchísimo de haberlo conquistado nuevamente. “El hecho de ganarlo es importantísimo, porque aquí hay un nivel muy alto. Tiene mucho mérito”, refleja.

En esta ocasión, su compañera fue una perra joven, que no llega al año y medio de edad, y a la que todavía le falta mejorar un poco. “Tal y como se planteaba la jornada, cuando vi que, de las pocas becadas que me sacó la perra, solo pude tirar a una y ya eran las 12, opté por acudir al control, pensando que, como eran tres los participantes que se ganaban el derecho a ir al Campeonato de España, tendría suerte. Y llegué al primero, aunque pensé que seguramente habría algún otro cazador que acudiría con dos. Sin embargo, no hubo nadie que cazara más de una. Esta vez, tuve mucha suerte”, reconoce.

De cara al XXX Campeonato de España de Caza de Becadas, que se disputa el día 18 en el coto cacereño de Hervás, expone que a su perra le falta veteranía, “esa picardía que tienen los perros más mayores”, pero que acudirá muy ilusionado al torneo. “A mí, me gusta mucho competir y siempre he hecho deporte, por lo que iré a por todas”, avisa.