Édoard Louis y Eddy Bellegueule son la misma persona, y a la vez no, dice la sinopsis de Para acabar con Eddy, la obra que Lajoven compañía estrena hoy en el Teatro Gayarre. Hoy a la mañana 600 escolares llenarán el patio de butacas para disfrutar de esta historia, que tiene un pase para el público general a las 20.00 horas. Se trata de una adaptación al teatro de la novela homónima de Èdouard Louis.

Eddy es un niño sensible criado en un ambiente familiar lleno de violencia, machismo, pobreza y homofobia. Un entorno muy normativo, que oprime al propio Eddy y oculta su verdadera forma de ser. Continuamente proyectan en él una idea de masculinidad a base de humillaciones y abusos que obsesionan al joven por parecer “un hombre de verdad”. Se cuenta esa historia, la de dejar atrás todas esas absurdas imposiciones y de cómo el protagonista consigue ser libre y escapar de ese encasillamiento, de lo que se espera de él.

Comparten escenario, llevando el peso de la escena, el actor pamplonés Julio Montañana Hidalgo junto a Raúl Pulido. Decía el primero que el director de la obra les ha dejado mucha libertad para crear el personaje y conformar el juego de escena. “Es un personaje muy desnudo”, decía, “y también muy cercano”, porque aparte de la edad, los protagonistas comparten también la forma de comportarse. Razón por la que el proceso de creación del personaje no ha resultado tan difícil, como explicaba el actor navarro, aunque también ha sido importante la personalidad de cada uno, el diálogo con su compañero, la personalidad deentre ambos y su intuición como actores.

Cultura para jóvenes

Cada función va acompañada de un coloquio, en el que los espectadores reflexionan sobre lo visto en la hora y media. Qué les ha aprecido, si se ven reflejados en alguna situación, si alguna vez han sido humillados por su condición o si han sido ellos mismos quienes se han reido de alguien.

“Hay mucha gente que se siente identificada con Eddy, otros se dan cuenta que son situaciones que pasan a día de hoy, en cambio hay quienes se ven reflejados en la figura del abusador”, dice Julio. El ambiente que se crea durante este coloquio o puesta en común es también de seguridad, de apoyo, ya que según narra el protagonista, hay mucha gente que muestra empatía: “No quiero que pase esto en mi entorno”, o quienes se sienten comprendidos, y ven que no son los únicos que sufren: ”Yo soy Eddy, eso me ha pasado a mí”, se ha oído en algunos de los coloquios.

David Peralto, Julio Montañana Hidalgo, Jose Miguel Gastón y Grego Navarro, en rueda de prensa.

El presidente de la Fundación de Teatro Joven, David Peralto, declaraba que el aprendizaje por descubrimiento, como el que se adquiere en el teatro, es algo muy importante, porque es algo “que no se borra”. Defendía estas obras dirigidas tanto a escolares, como a público general, como un momento de reflexión, de sentir, de emocionarse, en una etapa vital en la que se habla de la búsqueda de uno mismo, de aceptarse, del acoso, de la masculinidad, o la violencia. “Están en una edad en la que los adolescentes necesitan emocionarse, sentir, y eso se consigue en el teatro”. Salen de aquí llorando, pero no por la obra, sino por la reflexión que se hace”, apuntaba.

La obra está programada en el proyecto Escuelas con Memoria, impulsado por el Instituto Navarro de la Memoria. La función para el público general comienza a las 20.00 horas con entradas a 4 y 8 euros.