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Caza y pesca

Los cazadores piden en Europa incentivar los proyectos de conservación de hábitats

La FACE alerta de que en el continente se están perdiendo zonas importantes de reproducción para las aves migratorias

Los cazadores piden en Europa incentivar los proyectos de conservación de hábitats

Desde hace tiempo, la imagen del cazador se está asociando cada vez más a la de una persona que se preocupa por la protección de la biodiversidad y por la correcta evolución de las poblaciones de la fauna silvestre. Además de los proyectos que se están llevando a cabo para promover hábitats favorables para determinadas especies, como todas las aves esteparias, los diferentes colectivos del sector llevan años trabajando para conseguir que se desarrollen políticas de gestión cinegéticas acordes a la situación de los animales. Y para ello, resulta esencial contar con información científica que determine de la manera más fehaciente posible la tesitura que viven algunas de estas especies.

Enmarcado en este propósito, la Federación Europea de Asociaciones de Caza y Conservación (FACE), una entidad que representa ante la UE a las federaciones de caza, publicó recientemente una actualización de su lista roja de aves. Se trata de un compendio de las coyunturas que viven cada una de las 544 especies de aves que existen en Europa, y en ella se explicitan las evaluaciones de los riesgos de cada una de ellas en las diversas regiones del continente europeo. El estudio, que contó con financiación de la Comisión Europea, se llevó a cabo con la colaboración de BirdLife Internacional y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

Este exhaustivo trabajo arrojó luz sobre situaciones que, muchas veces, se magnifican e incluso se tergiversan por parte de los grupos animalistas más radicales. Así, por ejemplo, se constata que el 80% de las especies de aves están en un nivel de riesgo de “preocupación menor”. No obstante, hay otros datos que no son positivos, como que el 30% de las aves están sufriendo descensos en sus poblaciones, un porcentaje que sube al 40% cuando el análisis se centra en las aves acuáticas.

En el caso de las aves cinegéticas, las más afectadas por este descenso en el número de ejemplares son la agachadiza común, el eider común y el pato rabilargo. Asimismo, el informe avisa de que se registran tendencias a la baja en otras especies, como el silbón europeo o el porrón moñudo. Sin embargo, se concluye que, aunque diversos géneros de patos están sufriendo descensos en sus poblaciones reproductoras en la UE, el número de ejemplares que pasan el invierno en el continente está aumentando. El caso de los silbones entra dentro de esta realidad, puesto que, mientras el número de ejemplares reproductores disminuye, con unas 55.000 parejas, la especie continúa siendo abundante en el territorio europeo, ya que alrededor de un millón de estos animales pasa el invierno en regiones europeas.

Esta es, de hecho, una de las principales conclusiones del trabajo elaborado por la FACE, que destaca que la UE está perdiendo lugares propicios para que las aves acuáticas se reproduzcan con seguridad y alimento. Por tanto, el organismo resalta que la restauración de los humedales debería ocupar un puesto mucho más alto dentro de la agenda política de los Estados miembros. Por este motivo, las federaciones de cazadores están redoblando esfuerzos para reclamar todavía con más fuerza que se incentiven las medidas de conservación de los hábitats dentro del marco de la Política Agraria Común (PAC).

Aunque la necesidad más urgente se centra en los humedales, cualquier proyecto que trate de conseguir zonas de refugio para las aves migratorias es bienvenido, ya que todos ellos pretenden obtener, mediante la mejora de los hábitats, que las poblaciones se estabilicen y no entren en descensos provocados por una multitud de factores que han hecho que estas aves cada vez dispongan de menos espacios seguros para reproducirse. La agricultura extensiva es uno de ellos y, por ello, en Navarra, por ejemplo, la Federación Navarra de Caza lleva varios años ejecutando una iniciativa en Corella para, en colaboración con agricultores locales, dejar zonas sin cosechar en las que las aves esteparias cuenten con mayor protección.

El informe elaborado por la FACE hace hincapié, precisamente, en casos de éxito de especies cinegéticas, como el porrón bastardo, el pato havelda o el lagópodo común, que han salido de la lista roja de especies amenazadas y que, actualmente, se incluyen en la de “preocupación menor”. Otras aves como el lagópodo alpino, la perdiz chucar o el zorzal alirrojo también se encuentran dentro de esta clasificación, después de que anteriormente estuvieran a punto de entrar también en la de especies amenazadas.

La FACE concluye que las comunidades de cazadores son las que más se están movilizando para contribuir a la conservación de las aves mediante proyectos de restauración de hábitats, una gestión de la caza que tenga en cuenta la situación de las especies y su contribución a las investigaciones científicas que tienen como objetivo analizar las condiciones de la fauna silvestre. En este sentido, la lista roja de la FACE es solo un punto de partida, una base que sirva para seguir estudiando qué está sucediendo con las especies amenazadas y, una vez identificados los problemas, señalar las prioridades de conservación.