n 1957, en plena Guerra Fría y carrera espacial, la perrita Laika viajó al espacio dentro del Sputnik 2 y se convirtió en el primer ser vivo en orbitar alrededor de la Tierra. Su historia salta ahora al teatro con un espectáculo que recoge este episodio fundamental en los viajes espaciales y que es también el relato de un abuso de poder. Y Laika, el montaje de la compañía Xirriquiteula, aterriza este miércoles en el Teatro Gayarre, tras ser reconocido meses atrás con el Premio Max a Mejor espectáculo para público infantil.

Desde su estreno, Laika se ha traducido a ocho idiomas y llega a Pamplona tras girar por países como China, Dinamarca, Francia, Portugal... “Allí donde vamos, acogen el espectáculo súper bien y les encanta”, explica Iolanda Llansó, dramaturga y una de las actrices de la obra, que nació precisamente con la vocación de llegar a espectadores de todo el mundo a través de una historia que habla de las maravillas del cielo pero también de las injusticias de la Tierra.

El montaje, que utiliza técnicas tan diversas como las retroproyecciones, collage, títeres, autómatas y gesto, viaja a 1957, en plena Guerra Fría y con la Unión Soviética y los Estados Unidos compitiendo por ser los primeros en explorar el espacio exterior. La perrita Laika pasea por los parques y plazas de Moscú sin imaginar que su destino se encuentra en las estrellas que observa cada noche y que a pesar de protagonizar una aventura apasionante, la historia no acabó demasiado bien, al menos para ella.

“Es una historia contada con mucha sensibilidad y poética”, asegura la actriz, que interpreta a Yurena, una veterinaria que se encariña con Laika durante su preparación para la misión especial y trata de salvarla. La veterinaria es sólo uno de los muchos personajes que aparecen en la obra, en la que también se muestra el trabajo de los ingenieros a contrarreloj por diseñar una nave que viajase al espacio.

Porque la compañía toma esa doble visón del relato, el histórico éxito espacial y el triste final de Laika -que murió en la misión- para cuestionar los abusos de poder: “En la obra hay varios mensajes y cuestionamos si los medios justifican el fin, porque al final esto fue un abuso de poder bastante grande. No es algo que remarquemos, pero está ahí y algunos niños salen con muchas preguntas de por qué lo hicieron así. Pero eso era la carrera espacial: ver quién llegaba antes, por mis cojones ser el primero y se cargaban todo, sin sentimientos”.

Se trata de un montaje infantil que además de entretener, busca la reflexión y la emoción: “Eso choca a mucha gente, a veces alguna persona nos ha dicho que su niño ha salido llorando, como si fuese algo malo. Pero es que no es malo, si está emocionado es que algo le ha tocado...”.

El montaje, de sesenta minutos de duración, cuenta con Laika como absoluta protagonista, encarnada en un títere diseñado a tamaño real con el que los intérpretes van interactuando. El hecho de que el protagonismo recaiga en esta marioneta fue un reto para la compañía catalana, que durante casi año y medio estuvo trabajando en la obra e investigando maneras de diseñar a su protagonista canina: “Fue un prueba y ensayo continuamente: cortar, plegar, que se mueva así, que abra los ojos... Nos parecía muy complicado que el títere cobrase vida, pero la verdad que ahora el chico que la dirige se ha fusionado con él y ahora al final son uno”.

Otro de los retos del montaje fue recrear la estética de la época en la que se desarrolla la historia, con ecos de la Guerra Fría, la carrera espacial y la Unión Soviética. Para ello la compañía trabaja con dos retroproyectos, “unos aparatos antiguos que nacieron en los años de Laika, en los años 50, y cuentan con unas lentes de aumento y espejos para poder proyectar lámina que se colocan en ellos”. Este juego de proyecciones se realiza en directo y se acerca a ser una película con imágenes que van rodando y superponiéndose, dándole al espectáculo “un aire un poco retro”.

El espectáculo ha sido reconocido con números galardones, en especial en Catalunya, tierra de la compañía Xirriquiteula, pero quizá el premio más especial sea el Premio Max 2021 a Mejor espectáculo para público infantil, juvenil o para público familiar recibido en octubre: “Fue fantástico, son unos premios muy gordos, los ves en la tele y de repente estar allí... Nos ha abierto muchas puertas”. Un impulso más para que el viaje de Laika continúe y su historia siga llegando a más pequeñas y pequeños, a los que generar preguntas y reflexiones sobre si el fin justifica los medios.

Cuándo y dónde. En el Teatro Gayarre, este miércoles 29 de diciembre, a las 18.00 horas. Las entradas tienen un precio que va de 4 a 8 euros en función de la bucata.

Sinopsis. 1957. Estamos en Moscú. En plena Guerra Fría y la carrera espacial. La perrita Laika sobrevive por las calles de la helada ciudad. Poco se imagina que su destino la llevará al espacio dentro del Sputnik 2 y pasará a la historia de la humanidad como el primer ser vivo en orbitar alrededor de la Tierra.

“Los niños se preguntan por qué hicieron eso con Laika, pero es que así era la carrera espacial”

Dramaturga y actriz de ‘Laika’