En los escenarios desde los 90, el grupo navarro Correcaminos Rock & Roll Band, formado por los hermanos Rubén (guitarra y coros), Víctor (vocalista) y Jose Gómez (bajo y coros), junto con Adolfo García (batería) traen una vez más a Pamplona su inagotable rockabilly.

De cara al concierto de mañana, ¿qué repertorio tienen preparado?

La idea es presentar por fin el tercer disco, que sacamos en 2020, pero no hubo forma humana de presentarlo por la pandemia, y el año siguiente tampoco, así que esta es la tercera, y espero que la definitiva. Pero siempre tocamos los hits, y también alguna versión. Elaboramos un repertorio equilibrado que tenga todos los ritmos del Rock & Roll y juegue con el ritmo, para que haya un equilibrio y no sea demasiado atronador ni lento.

¿Cómo llegó la música a vosotros, cuáles fueron vuestros inicios?

Este grupo está formado por tres hermanos, yo soy el pequeño, y como en todas las familias el mayor es el que va descubriendo las cosas y los demás le seguimos un poco como pollos. Mi hermano empezó con el Rock & Roll y a nosotros nos gustó también. Ha sido un nexo de unión para la banda.

¿Cómo es el proceso de composición de vuestros temas?

Elaboramos primero la música. El guitarra trae algún riff, o yo alguna rítmica, y solemos dividirnos la composición de las letras entre Jose, el bajista, y yo. El ritmo te sugiere una letra y terminas hablando de muchas temáticas. Intentamos ser banda como tal: nos repartimos a partes iguales los trabajos del grupo.

¿Cómo definiría la esencia de Correcaminos?

La energía que tiene la banda. No es lo mismo escuchar la música de Spotify, de YouTube o del propio CD que escucharla en directo. La magia de la música está en el directo, y Correcaminos explaya toda esa energía. Somos un grupo muy enérgico, con mucho ritmo y mucha pasión. Nadie queda indiferente escuchando a la banda, y eso es lo que nos gusta.

¿Han pensado hacer algo diferente en cuanto a estilo?

Siempre jugamos dentro del espectro del Rock & Roll. Sabemos que es lo que nos gusta, y no queremos hacer experimentos fuera de eso. Además, es una música realmente amplia. Intentamos jugar con todas las herramientas que tiene, que son muchas, y tocar otro tipo de ritmos por el puro placer de hacer algo diferente.

¿En qué se diferencia su último disco, Hacia ti, de los anteriores?

Es más amplio en cuanto a estilos. Escuchas una canción y la siguiente es totalmente diferente, y no da la sensación de ser una canción larga de 13 temas. Por otro lado, con el tiempo hemos ido mejorando técnicamente las composiciones y la calidad de las grabaciones.

¿Qué les viene a la mente al echar la vista atrás después de tantos años?

Es una experiencia alucinante. Cada vez que tocamos sigue siendo la misma experiencia: los mismos miedos, a lo mejor un poco más controlados, y esa sensación de estar realmente vivo cuando sales al escenario. Y eso es alucinante, increíble. Por eso, nosotros continuamos en este mundo de la música allá a donde llegue.

¿Qué es el éxito de verdad para Correcaminos?

Tocar por primera vez cuando no te conoce nadie es realmente difícil y requiere de mucho optimismo. Al principio, veía que no había mucha afluencia y pensaba que el grupo se iba a la mierda. Mis hermanos son más optimistas, y me decían que esto era pico y pala. Con el tiempo eso se va viendo: cada vez viene más y más gente, tenemos más seguidores. Y algo que sí nos parece el éxito es cuando tocas en algún sitio y viene gente de otros lugares solo y únicamente para verte. Eso es alucinante, que la gente tome ese tiempo y ese esfuerzo para ir a verte. Ese es el éxito.

¿Qué planes tiene Correcaminos de cara al futuro?

Terminar de presentar este disco y hacer esta gira donde no hemos podido. Y a futuro estamos trabajando con más temas, tenemos claro el querer sacar un cuarto disco y también mejorar el sonido. Funcionamos muy bien en directo, pero nos gustaría mejorar la calidad de los trabajos. Lo nuestro es el directo; es ahí cuando se ve si una persona vale o no.