- Con la vitola de haberse estrenado en el festival de Sundance y haber mezclado el género thriller con todo tipo de lenguajes, Carlos Pereda presentó ayer en Tudela su largometraje Cerdita, ampliación de su cortometraje con el que ganó tantos premios (viajó a 300 festivales) y tantos elogios. La película se adentra en la vida de una joven obesa a la que le acosan en el instituto y un verano un desconocido secuestra a sus acosadoras, por lo que debe decidir entre ayudarlas o callarse. Tras el éxito del corto, Pereda explicó que "me di cuenta que había algo de la historia de Sara que era demasiado interesante y me puse a escribir el tratamiento de la película que casi se puede decir que lo vomité. Sabía que cualquier cosa que escribiera, la protagonista, Laura Galán, lo podría hacer". Cerdita consiguió el premio Goya al mejor corto de ficción por lo que se le abrieron muchas puertas, que ahora siguen abiertas porque quiere convertir también en largometraje otro de sus cortometrakes, Las Rubias. "Quería que la historia fuera una experiencia en la que se metiera el espectador y no solo una película en sí". Pérez defendió el cine difícil, en el que el director se la juega y apuesta por arriesgar, "me gusta el cine que dice cosas, que te pone en una perspectiva que te hace cambiar tu visión de las cosas, o incluso tratar de cambiar el mundo". Pereda explicó que uno de los motores de la vida real que le pone "de mal humor" es la "idealiazación del malismo, del chico malo. Quiero que el espectador sea consciente de lo que eso significa".