De alguna manera, su familia ha marcado su trayectoria. De hecho, dedicó el volumen de ‘Conversaciones con artistas navarros’ a su mujer, Mari Carmen, y a sus hijos Pablo y Andrés porque, afirmó, son su vida.
-Desde luego. Tanto Mari Carmen, Pablo y Andrés, y luego ya mis nietos, son absolutamente fundamentales. Es que si yo no me llevo bien con mi mujer y mis hijos, no me llevo bien con el mundo. Para mí el estado ideal de un día es levantarme, tomar el café y si no tengo que recoger ni llevar a nadie, me vengo al estudio sabiendo que todo el mundo está más o menos bien, que no hay enfermedades, ni ningún crío con fiebre... Eso es la cúpula perfecta, todo mi mundo está bien y yo voy a ver si le doy a ese cuadro un poco de amarillo o rojo.
Y sus hijos, de alguna manera, enfocaron sus vidas hacia la cultura: Pablo está ligado a la interpretación y Andrés se dedica al mundo audiovisual,
-Sí, quizá habrá influido que con ellos desde pequeños hemos ido al teatro , a festivales, a exposiciones... A Pablo le gustaba muchísimo el teatro, pero todavía no le puede dedicar tiempo porque tiene dos hijos y tiene que ganar dinero, pero acabará haceindo teatro. De hecho en cuanto puede hace alguna costia, pero el teatro es muy exigente. Yo puedo pintar un ratito, pero él no puede montar una obra de teatro en un ratito. Cuando él tenga tiempo, volverá. Y Andrés trabaja en el mundo audiovisual y hace cosas creativas, también hace guiones, realización... Con Pablo he disfrutado porque he hecho escenografías en obras en las que él era actor y luego Andrés ha hecho cosas emocionantes para la familia, la cuida mucho y ha hecho cortos para la familia que allá nos ha tenido llorando. Les va la marcha y eso te alimenta también. Si no eres gilipollas del todo hay un momento que ves cémo crecen tus hijos y qué están haciendo. Yo aquí en el estudio tengo música que se la compró Andrés y que yo no los seguía y los he descubeirto ahora, cuando casi estaban separándose.
¿Cómo qué artistas?
-Como Deluxe, que ahora es Xoel López, o Love Of Lesbian, Oasis... Yo soy más del pop que otra cosa. Oigo música clásica y me encanta, a lo mejor no oigo todo Bach pero hay trozos suyos sublimes. Y Pablo era muy de teatro y veíaoms mucho y Andrés era muy cinéfilo desde crío y me ha enseñado mucho, porque luego ha sido profesor de guion. Cuántas veces me ha dicho: “Aita, se aprende de todo, de las pelíuclas malas también, porque haycosas de ritmo, de color...”. Y me frenaba en juicios taxativos. De la misma manera que tienes amigos que te enseñan, los hijos también y eso es muy útil, porque ellos, como siempre, necesitan matar al padre -en el buen sentido de la palabra-. Un día tienes que relacionarte con tus padres como amigos, no como tus hijos. El cariño está ahí y viene muy bien, pero no pude ser que sea su padre todo el rato, tienen que poder decirme que estoy equivocado. Y luego yo seré capaz de ver si es verdad o si no me lo creo. Lo mismo ellos. Los argumentos son argumentos, no son unas razones para tus hijos y para otros, otras. Y además luego te vas conociendo, nos divertimos y hacemos bromas... Por ejemplo, yo que en los paisajes he pintado mucho la Higa, Andrés, que es un cachondo, alguna vez dice: Qué, ¿la Higa doce? ¿Ya estás pintando la higa? (risas).
Se habrán alegrado por el reconocimiento que es el Príncipe de Viana y le acompañarán en el acto de entrega en Sangüesa, el próximo sábado 18 de junio, ¿no?
-Sí, pero no podrán entrar con todos los críos porque eso no puede ser, alguien se tendrá que quedar fuera, que son chiquitines y echarían a correr fijo. Pero sí, van a estar allá. Y se han alegrado mucho, las nueras también... Es satisfactorio sí, que no sea algo que sea distante. Que parece lógico, pero no siempre es así, porque nunca tenemos nada ganado, eso es algo que siempre he tenido claro, y lo sigo teniendo. Desde que empecé a vender algunos cuadros y me decían: “tú ya...”, y yo decía: “yo ya nada”. El público va a donde queire ir. A lo mejor conectas con el público y muy bien, estupendo, pero nadie me garantiza que el año que no viene cambien las cosas y deje de tener presencia porque aburres o lo que sea, y desaparezca. Nadie me garantiza nada, no he tenido nunca nada ganado y ahora tampoco. Además, creo que es la actitud, porque a lo mejor no le gusta a nadie lo que pinto. Afortunadamente, me hacen encargos, pero y siempre pongo una condición previa.
¿Cuál?
-Siempre digo que sí, que lo pinto, pero que les tiene que gustar. Si no, que no se lo lleven. No quiero enemigos. Entonces es eso, no creo tener nada ganado. Y si yo mañana enseño los cuadros y nadie quiere ninguno, pues bueno, probablemente me jorobará. Diré: ¿nadie, ni uno? (risas). Pero le pasa a mucha gente estupenda, que hace exposiciones y que no venden apenas nada. Puede pasarte y hay que asumirlo cuando pase, por eso la vida es así. Y la próxmia exposición, si la hago, procuraré que sea buena y que a alguien le interese. Pero nada se puede dar por hecho, hay que ganárselo.