Cáritas estrena mañana los días jueves 16 y viernes 17 su musical integrador, No amanecerá sin ti, una versión original e inédita que se basa en la obra Los Miserables, de Víctor Hugo. La ópera musical se podrá ver a las 19.30 horas en el Museo Universidad de Navarra y se trata de uno de los hitos de un proyecto de intervención social a través de la cultura que Cáritas, de la mano de Ópera de Cámara de Navarra (OCN) y la Facultad de Educación y Psicología de la Universidad de Navarra, viene desarrollando desde el pasado septiembre.

Se trata de una producción combinada de muchas entidades que reúne a un elenco de 17 personas, un coro de 43 y un total de 75 participantes, voluntarios, trabajadores y usuarios de Cáritas. El libreto inédito es obra de Carlos Crooke; la dirección musical de Jesús María Echeverría; la dirección artística de Alfonso García Noain y la dirección escénica de Laura Laiglesia y Javier Baigorri. El proyecto comenzó a gestarse en 2018, pero ha tenido que atravesar la pandemia antes de llegar a los escenarios.

En la presentacióndel musical han participado Maite Quintana, Secretaria General de Cáritas; Alfonso García Noain, director artístico del proyecto y representante de la OCN; Iñigo Casalí, compositor; Laura Laiglesia, directora de escena; y Juan Goñi, Director General de Cinfa y mecenas.

Quintana ha subrayado la parte artística de la obra, “que da excelencia y calidad al proyecto”, y ha hablado de los mecenas y patrocinadores “que han creído en este proyecto y lo han hecho posible”, cediendo la palabra a Goñi.

El Director General de Cinfa ha afirmado que para Cinfa “es una alegría inmensa poder colaborar con este proyecto apasionante” por tres razones principales, empezando porque es “creativo e innovador, y todas las organizaciones necesitan innovación y creatividad”. La segunda cuestión, ha dicho, es que el proyecto nace en Navarra y “nos gusta apoyar proyectos que nacen en nuestra tierra”. Y por último, porque trabaja la horizontalidad y pone “a la persona en el centro, lo que es una innovación organizativa”.

Alfonso García Noain, miembro de la Junta de la OCN, ha hablado del apartado artístico del espectáculo, que ha considerado “la punta del iceberg”. “La parte artística es la que se va a ver encima del escenario, y tiene tres actuaciones que hemos querido trabajar”: el soporte musical, que cuenta con una grabación mediante técnicas muy innovadoras; una película de animación en la que el final está abierto “para que se pueda seguir trabajando”; y finalmente las funciones, repartidas en cuatro actos.

“Trabajamos para poner todo encima del escenario y que quede lo más bonito posible”, ha apuntado García Noain. “Ha sido tremendamente emotivo y queremos que esa emoción se contagie al patio de butacas y que todo el mundo salga un poco tocado de esto”, ha añadido, ya que en la OCN “la pasión siempre ha sido el motor en todo lo que hacemos y esta colaboración ha hecho que se multiplique”, ha manifestado.

De la parte creativa de la obra ha hablado el compositor Iñigo Casalí y ha mencionado el reto artístico que ha supuesto. “Primero, el reto de coger una obra maestra como Los Miserables y hacer otra totalmente nueva a partir de esta”, relataba Casalí. El segundo reto ha sido convertir esa obra en algo más corto y “asumible artísticamente”, pero sin perder la esencia. “Lo más importante es convertir el libreto en escenas musicalizables y coordinarlas”, ha afirmado el compositor.

Además, como ha recordado Casalí, “somos cuatro compositores, que vamos a hacer cada uno un acto, y darle unidad a todo eso es complejo”. Y es que el proyecto cuenta con una composición original de los cuatro músicos navarros Pablo Ruz, Ignacio García, Gorka Pastor y el propio Casalí, y por ello cuenta con mucha variedad y estilos muy diferentes. Otro de los retos ha sido “conseguir que de esa variedad surja una unidad interesante a nivel artístico, musical y escénico, y responda a lo que Cáritas quería: hacer visible a los invisibles”.

Laura Laiglesia ha representado a la dirección escénica y ha explicado los detalles del musical, que contará con 27 espacios escénicos en total, reducidos a las 10 mesas y los cinco andamios que conforman la escenografía. “A nivel estético, la obra se divide en dos partes: una de ellas, que engloba a los tres primeros actos, es el óxido, la suciedad, el ambiente urbano, el egoísmo, la avaricia, la maldad en el ser humano. La última parte, el acto cuarto, es el campo, la blancura y la limpieza”, ha explicado Laiglesia.

“Hemos tenido que hacer la unión de cuatro compositores, dos autores, un grupo de Cáritas que no tenía experiencia actoral, un elenco profesional con mucha experiencia y el coro joven de OCN. Pero todos hemos remado a favor y hemos puesto toda la carne en el asador en este proyecto tan complicado”, ha destacado la directora escénica.

En la presentación también se ha visualizado un vídeo de Jesús María Echeverría, en el que hablaba de este proyecto “integrador”, una obra hecha por cuatro compositores distintos “que trabajan por un mismo fin”. Apuntaba que, a pesar de ser personas diferentes, la obra tiene “unidad en la parte musical, que le da a la pieza un carácter unificador, integrador y cooperativista”. Ha querido destacar que esta pieza “magnífica” no es solo un espectáculo “trivial de mero entretenimiento, sino que tiene un mensaje profundo”.

En cuanto a la música, de la que es director, explicaba que han asignado una música concreta a cada personaje, de modo que ciertas melodías siempre van con la aparición de la misma persona, “y eso ayuda mucho a la comprensión de la obra”, porque la música está “muy bien combinada con el texto”.

El objetivo del musical, una vez presentado, no es tanto el de llevarlo a otros lugares, porque supone mucho trabajo, sino que el aprendizaje y el material utilizado se va a compartir con toda la confederación de Cáritas, para que otros puedan coger lo que les interese y llevarlo a su terreno. Sin embargo, sí planean hacer alguna pequeña representación dentro de Navarra a lo largo de este año.

Alfonso García Noain, director artístico: “Queremos que esa emoción se contagie al patio de butacas y todos salgan un poco tocados”.

Iñigo Casalí, director musical: “El reto ha sido conseguir que de esa variedad musical surja una unidad interesante”.

Laura Laiglesia, directora escénica: “Todos hemos remado a favor y hemos puesto toda la carne en el asador en este proyecto”.