El escenario de La Cava vuelve a iluminarse este martes 19 a las 22.00 horas con La casa cuartel de Bernarda Alba, una nueva versión valiente y rompedora dirigida por Fermín Cariñena con Marta Juániz, María Álvarez, Leire Arraiza, Montse Zabalza, Iratxe García, Laura Villanueva, Eva Azpilicueta, Leire Lareki, Asun Abad y Jaione Urtasun en el elenco.

Ya ha trabajado antes con textos de Lorca y con Bernarda Alba. 

–Yo creo que ha coincidido. Fui Bernarda en La casa de Bernarda Alba de Carme Portaceli y creo que la Bernarda me sale al encuentro. Arantxa Villanueva me llamó para ser Bernarda en Las hijas de Bernarda. Y cuando Fermín habló conmigo yo estaba encantadísima. No es que yo la haya ido a buscar, pero Bernarda me ha salido al encuentro ya tres veces y yo encantada, es un placer. También he hecho Yerma y Bodas de sangre, están siendo unos años un poco lorquianos. 

¿Cómo se reflejan la perspectiva de género y la memoria histórica en la obra? 

–Colocamos la obra desde ese punto de vista: esta mujer les está diciendo a sus hijas que en ocho años de luto se ha acabado la vida por ser mujeres. Colocamos al espectador en una situación muy fuerte, porque son cosas que siguen pasando: el control y el dominio por ser mujeres. Los hombres están en el campo, en la calle y ellas están encerradas. Lo que se va a encontrar el público es una casa cuartel en la que las mujeres están encerradas y al servicio de los soldados. También un carácter totalmente militar en la estética y el texto. Y además gobernado por una mujer. Eso es terrible, que sea la propia mujer la que esclavice a las demás. Es una función rompedora, valiente, y un elenco de actrices navarras que hemos disfrutado como locas. 

¿Cómo ha sido el proceso de producción con el equipo? 

–El proceso ha sido sencillo a la par que complicado, porque es una obra complicada. Pero nos lo han puesto muy fácil desde la producción. Y hemos disfrutado mucho, porque somos un grupo de mujeres que teníamos muy claro dónde estábamos y qué queríamos: disfrutar de la Bernarda. Las dificultades han sido las propias del texto y de una casa cuartel, porque todo es muy militar. Pero hemos trabajado muy bien, muy a gusto y he disfrutado como una loca. Soy esta Bernarda porque tengo las compañeras que tengo. Tú construyes tu personaje con lo que tienes, y mis compañeras me han permitido sacar a esta Bernarda, y les estoy enormemente agradecida. 

¿Qué supone para Marta Juaniz actuar en este Festival?

–Para mí siempre es un placer. Es como volver a casa. El escenario, la gente del festival, el equipo técnico maravilloso. Es volver a un sitio que te acoge,te quiere y donde siempre eres bien recibida. Es muy bonito. El año pasado estuve en La Cava y en un momento en el que mi personaje estaba tumbado en la oscuridad, recuerdo que hacía una noche maravillosa, no me veía el público, abrí los ojos y vi el cielo. La vida te regala momentos como estos. Volver y buscarlos es muy bonito, y estoy agradecida. 

¿Qué le gustaría aportar como actriz al espectáculo y al Festival? 

–Llevo muchos años y la vida da otra impronta. A mis personajes les aporto toda mi experiencia como persona y como actriz, que me da otro peso en el escenario. Eso es lo que ofrezco y siempre desde el disfrute y desde las tripas. El hecho de que actrices navarras como yo estemos en La Cava enriquece al festival, porque es nuestro. Venimos porque para estar en este escenario hay que tener calidad, peso y algo grande que contar. Y aquí estamos. Le damos interés y peso. 

¿Qué opina de la gran presencia femenina del Festival este año?

–Me parece genial. Hay que seguir hablando de esto; parece que las cosas están hechas y logradas pero no, tenemos que seguir porque si no, se dan pasos atrás. Me parece bien que se siga apostando por la voz femenina, hasta que algún día ya no sea necesario. Pero todavía, por desgracia, hay que incidir en esas cosas y hay que seguir apostando por poner voz femenina a los espacios. 

¿Tienen las mujeres el sitio que les corresponde en el teatro hoy en día?

–Todavía quedan cosas por hacer;siempre quedan flecos. Si hablamos del teatro clásico, el personaje masculino es el rey por excelencia. Pero en el teatro y en las artes en general se van consiguiendo cosas. Pese a que parece que somos mucho más liberales y liberados, hay que pelear lo mismo. Por eso el festival tiene que seguir haciendo estas cosas, porque la igualdad todavía no se ha conseguido. 

¿Qué papel juega el teatro en la sociedad hoy en día?

–El teatro siempre ha servido para levantar la voz y reivindicar; para subir al escenario y meterle el dedo en las tripas al espectador, y tiene que seguir sirviendo para eso:para disfrutar, llorar, pelear, gritar, protestar. Ese es el papel que tiene: subirnos al escenario y gritar que estamos aquí. 

¿Qué mensaje pretende transmitir la obra al espectador?

–Pretende expresar que estamos aquí, un grupo de mujeres a las que nos obligan al encierro, a obedecer y a callar, y esto no ha cambiado. Tambiénla guerra, que no tiene fin. Parece que es una cosa lejana, pero volvemos a tenerla al lado y no termina nunca. Queremos decirle al espectador que lo que ve en la obra está más cerca de lo que cree, tanto en el tema femenino como en el bélico. Lo tenemos aquí al lado. 

¿Qué le espera a la obra después de su paso por Olite?

–Ahora es cuando tiene que pegar el subidón y empezar a moverse. Nos merecemos girar por Navarra y por fuera, porque es una visión muy novedosa de la función, es valiente y hay un grupo de mujeres en el escenario que se merecen todo.