Dirigida por Israel Solà, y con Joan Yago al frente de la dramaturgia, Las Aves narra la historia de dos atenienses adinerados que, hartos de la injerencia pública en sus asuntos particulares, abandonan el mundo de los humanos y convencen a las aves para crear una nueva civilización. En la obra el humor más negro y absurdo se pone al servicio del discurso más político.

¿Qué se va a encontrar el público?

–La gente que venga a ver Las Aves se va a encontrar con una versión libérrima del clásico de Aristófanes y una comedia alocada que reflexiona sobre la democracia y el sistema neoliberal en el que vivimos. Una representación a través de un catálogo de personajes muy extenso formado sobre todo por aves de todo tipo, palomas, flamencos, papagayos, cacatúas… Habrá muchas sorpresas y muchas cosas insospechadas e insospechables.

¿Por qué escogieron este texto de Aristófanes?

–Por varias razones. Primero porque, la idea de plantear una comedia política protagonizada por aves nos parecía muy imaginativo y muy libre, es la clase de cosas que hoy en día no nos atrevemos a hacer. Por otro lado, había un concepto que nos hacía mucha gracia: Las Aves de Aristofanes se estrena en Atenas apenas 50 o 60 años después de que el propio concepto de democracia nazca. Es interesante ver cómo, tan pocos años después, ya hay sátira política y un género teatral en el que se cuestionan y se critican los límites de la democracia. 

"Si teníamos que hablar sobre populismo, teníamos que hacer un espectáculo populista"

¿Cómo nace esta propuesta?

–Nace como la mayoría de propuestas que surgen en nuestra compañia, La Calórica: con una propuesta al colectivo. En este caso fue Albert Pascual, el escenógrafo, figurinista e iluminador de la obra. Llegó un día y dijo “vamos a hacer esto”. Nosotros siempre habíamos hecho textos originales, nunca habíamos adaptado un clásico griego. Pasamos nuestros momentos de dudas, pero decidimos intentarlo. Al final, es uno de los proyectos que más alegría, más diversión y también más éxito nos han dado. 

¿Política y comedia es una buena combinación?

–Nosotros siempre decimos que para La Calórica es una combinación inevitable. Somos seres políticos, vivimos en una sociedad con problemas, con cuestiones, con retos, y no podemos evitar hacer política en los escenarios. De la misma manera, no podemos evitar hacer comedia, porque somos seres cómicos. No nos proponemos hacer risa, el humor es nuestro lenguaje común, es lo que nos ha puesto en el mismo camino y ha hecho que nos sigamos entendiendo. Nuestros intentos de intentar hablar en serio, con las palabras, el peso y la trascendencia que merecen, siempre han acabado en desastre. El humor es nuestra manera de enfrentarnos a nuestros miedos, a nuestra oscuridad y nuestros fantasmas. Para nosotros, la comedia siempre será política, y así lo vamos a representar una y otra vez en nuestros espectáculos, como lenguaje entre nosotros y como arma de transformación social.

‘Las aves’cuenta con una estética muy especial y singular. ¿Por qué se decantaron por esa puesta en escena?

–Por un lado, la obra de Aristófanes plantea un reto ineludible: cómo representar actores que hacen de pájaros. La estética alocada viene un poco sola, pero hay que plantearse cómo hacerlo, cómo va a ser la gaviota, cómo va a ser el flamenco, la cacatúa… Por otro lado, el tema de la obra: el populismo liberal y la instrumentalización del lenguaje político en favor del beneficio individual. Si teníamos que hablar sobre el populismo, teníamos que hacer un espectáculo populista. Albert estudió los códigos del populismo, el impacto, el color, la creación de sensaciones.. Y así creó un espectáculo que verdaderamente es populista, tanto en el vestuario como en la iluminación, la escenografía…

¿Qué se pretende transmitir con la obra?

–Yo creo que el objetivo principal es poner en escena, de una manera muy clara y a través de la comedia, los mecanismos que la política utiliza para engañarnos todos los días. Ver todas las trampas que nos hacen, que nos hacemos a nosotros mismos y que nos dejamos hacer. Ver lo obsceno, lo violento, lo desagradable y lo ridículo de ello. Un factor importante es que Las Aves es una comedia política pero no es en absoluto una comedia partidista. Nuestro protagonista no representa ninguna fuerza política, y tampoco lo hacen el resto de personajes. Esto provoca un efecto muy divertido que es que cada uno ve en el protagonista, que podemos decir que es un antihéroe, el color político que quiere ver. Este es un ejercicio frustrante, porque el personajes no es Vox, no es Podemos, ni ningún otro partido. Simplemente representa los trucos de manipulación de la política, que en mayor o menor medida existen en todos los partidos. 

¿Qué le espera a la obra a futuro?

–Estamos muy contentos con la gira en el Estado español, que ha empezado este 2022, ya que hasta ahora solo la habíamos hecho en catalán. Solo esperamos que esto continúe. En 2023, por primera vez, vamos a salir del Estado y hacer un bolo en Italia, algo que nos hace muy felices. Tenemos el proyecto a medio-largo plazo de ir con la obra a América Latina. Creemos que es una obra con la que la gente se lo pasa bien y que esta bien que la gente la vea. Estamos dispuestos a hacerla ahí donde nos llamen y enseñar estos pájaros a todo el mundo!