El pasado jueves adultos y menores descubrieron el mundo del circo de la mano del taller Circo en Familia, organizado por Prospero Teatro. A pesar de que el mal tiempo obligó a los organizadores a finalizar la actividad antes de los previsto, tanto los más pequeños como los más mayores disfrutaron de una agradable jornada.

Andrés Fresno, director de la compañía, insistía en que su taller era “para todos los públicos, y no solo para niñas y niños”, un taller donde adultos y niños juegan juntos y los más mayores hacen lo mismo que los más pequeños. Enfocado a trabajar aspectos como la coordinación, la concentración, la creación colectiva o la disociación a través de juegos circenses, el taller organizado por Civivox satisfizo las ganas de divertirse de todos los asistentes. 

Dos grupos de 10 niños y niñas, acompañados cada uno de ellos por un adulto, siguieron las instrucciones de Andrés y su compañera Leire y se divirtieron con todo tipo de materiales del mundo del circo: aros, malabares, platillos, cuerdas… Adultos y niños probaron a pasar por dentro del aro, a hacer malabares o a lanzarse una pequeña pelota con la ayuda de un vaso.

circo también para adultos “Es distinto a lo que solemos hacer normalmente, juegos con materiales diferentes… Hemos venido padre e hijo y lo estamos pasando muy bien”, contaba Ricardo mientras jugaba con su hijo Mario. Por su parte, Fabiola, acompañando a su hija en un juego aseguraba que “estas actividades permiten trabajar varias cosas, no solo el vínculo sino también asuntos como la coordinación. Es una forma muy divertida, muy dinámica y por supuesto mucho más lúdica de trabajar asuntos como la motricidad o la coordinación. Cuando vimos que era un taller de circo en familia no sabíamos muy bien qué esperar, pero la verdad que estamos muy contentas, ella está encantada. Al final, con materiales muy sencillos te diviertes mucho y eso es muy interesante”. 

“Estamos encantados. Es muy positivo que se hagan este tipo de actividades en familia. Es un momento para generar ese vínculo que en el día a día no tienes”, subrayaba una de las asistentes mostrando su entusiasmo por poder pasar un rato con su hija. 

Los niños y niñas no pararon de jugar y probar a realizar las pruebas que el director les enseñaba, y después enseñárselas a sus acompañantes repletos de ilusión y alegría: “No importa que esté lloviendo porque nos lo estamos pasando igual de bien”, aseguraban los más pequeños. Sin embargo, quedó claro que no solo era una actividad para niños ya que, como aseguraba una de las madres, “los niños son la excusa”. No solo los pequeños trataron de saltar y pasar por un aro o hacerlo girar en su brazo, sino que los adultos también lo hicieron. 

A pesar de que la lluvia amenazó con interrumpir la actividad después de cuarenta minutos, las familias continuaron jugando sin que mojarse se convirtiera en un impedimento. Sin embargo, 15 minutos antes de lo previsto, el organizador del Civivox se vio obligado a adelantar el cese de la actividad debido a la persistente y cada vez más fuerte lluvia

El espectáculo gratuito previsto para después del taller a las 20.00 horas, Kapikua Circus, fue también cancelado. 

Aunque “era una pena” que el taller no se pudiese llevar a cabo en su totalidad, las familias comprendieron que aquellas no eran las condiciones apropiadas para continuar jugando. En cambio, los padres y madres no dudaron en acercarse al responsable de Civivox para preguntar sobre el próximo taller, el cual se llevará a cabo en el mismo espacio y se trabajará con marionetas. l