Naroa Armendariz comenzó a experimentar con la tinta china hace diez años. Una década después, presenta su exposición Tinta china y Metaverso: 2500a.c.-2500d.c., donde la realidad virtual y la realidad física se entremezclan ofreciendo una nueva forma de comprender el arte.

Desde el pasado 27 de julio y hasta el 11 de septiembre, la sala Polvorín de la Ciudadela de Pamplona acogerá esta exposición que, además de arte, brinda una experiencia completa e inmersiva. 

La navarra no solo ha construido una exposición artística, sino que, como ella relataba, “son tres exposiciones en una: la parte física, las animaciones y el metaverso”. Un trabajo redondo donde no queda un cabo suelto, ya que “otra cosa no sé, pero trabajadora soy mucho”, afirmaba entre risas. 

Cada uno de los apartados que componen la muestra sigue una lógica concreta y precisa, que conduce y guía la forma de trabajar de la artista. 

La sala física cuenta con una videoproyección en la que se muestra la razón por la que Armendariz se enamoró de la tinta china y decidió sumergirse en este proyecto. Desde un principio, la forma en la que la tinta caía y se extendía por el papel cautivó e hipnotizó a la artista, “me pareció precioso”, recalcaba. Tras una colección de papeles “manchados solo con gotas” y después de “mogollón de pruebas con la tinta”, que la artista recoge en una vitrina a modo de laboratorio experimental, Armendariz se introdujo en la muestra resultante, compuesta por 16 obras.

Una vez finalizada la primera etapa, concentrada sobre la parte física de la exposición, llegó la animación. Aunque no era el primer acercamiento de Armendariz al arte animado, aseguró no haberle dado nunca “un valor artístico semejante al de este proyecto”. 

Al entrar a la sala, la exposición puede resultar una exhibición al uso, pero al coger el móvil y escanear el código QR, el arte cobra vida y movimiento. Los monigotes, diseñados también por ella misma, se sumergen en las obras y dan un segundo sentido a las pinturas. 

Asistentes probando el código QR para visualizar la parte animada de la obra. Iban Aguinaga

“Los monigotes son un lenguaje muy cercano y muy sencillo, que me permite acercarme a un público más joven, algo que a mí me interesa especialmente”, contaba la navarra. 

Estos no solo aparecen a través de la pantalla del teléfono, sino que forman parte de un metaverso creado por ella misma, junto con la colaboración del arquitecto Sergio Corzín. De esta forma, la sala del polvorín de la Ciudadela cuenta con un espacio gemelo en formato digital

La forma más inmersiva de conocer el mundo creado por la artista es a través de las gafas de realidad virtual, de las cuales se puede hacer uso en la propia sala. No se trata de la única opción, ya que el público puede conocer dicha realidad virtual desde su propio dispositivo, accediendo desde la página web de Armendariz. 

Aunque ahora mismo la exposición cuenta con cinco animaciones, más adelante habrá más y el propio metaverso continuará evolucionando, puesto que, como afirmaba la artista, siguen trabajando en dicho espacio.

Armendariz utiliza los monigotes con el deseo de acercar la pintura abstracta a la gente: “Todavía a día de hoy hay mucha gente a la que este tipo de pintura no le llega o que no sabe como entrar en la obra. Algo fundamental de la pintura abstracta es que es tridimensional y que te permite viajar. Es un espacio que te invita a entrar y a disfrutar desde lo sensorial”, señalaba. 

La navarra insistió en que se trata de una exposición para todos los públicos: “Me interesaba mucho que fuese una exhibición tanto para el público adulto como para el más joven. Quizás los jóvenes vendrán por el metaverso, y los más mayores por la exposición, pero se van a encontrar con el descubrimiento del otro”.

Armendariz introduce y juega con todos los recursos posibles para que el arte se convierta en una opción más para los más jóvenes, con el fin de que les resulte atractivo y consigan disfrutar con él.

“La educación artística me parece fundamental. Me da mucha pena que haya tanta gente que no sea capaz de disfrutar del arte o que ni se acerque. Uno de mis objetivos es que se acerque y se de cuenta de que el arte le puede disfrutar muchas cosas”, contaba mostrando su preocupación por la escasa asistencia de los jóvenes a las salas de exposiciones y su poca familizarización con la cultura.

Una mujer observando parte de la exposición física de la artista. Iban Aguinaga

EL MENSAJE

Con su último trabajo, Armendariz pretende mostrar lo que para ella significa la belleza y cómo la concibe y expresa: “Me gustaría transmitir el gusto por la estética que muestra la tinta china”, apuntaba con gran ilusión.

“La estética y la belleza se entiende como algo superficial, pero yo lo entiendo como algo muy profundo, algo que despierta mucha paz y mucha armonía. La propia tinta china me transmite eso, y esa belleza me enganchó y me hipnotizó desde el primer momento. Para mí es un estado elevado al que no se puede acceder de otras manera. Podría quedarme horas viendo cómo se extendía esa gota de tinta porque me transmitía mucho desde la propia belleza”, contaba queriendo resaltar y subrayar lo que todo el proceso y la propia exposición significaba para ella. 

“Lo que he buscado con mi obra es ese placer de mirar y quedarte atrapada mirando”, explicaba.

Armendariz se mostró muy satisfecha con la respuesta del público ya que, tal y como ella ansiaba, los más jóvenes también se habían acercado a ver y disfrutar de sus pinturas. Además, aseguró que generalmente la gente salía de la sala con “una sonrisa de oreja a oreja”, y varias personas se habían visto muy sorprendidas con la experiencia. 

A través de sus redes sociales y su página web, la artista promocionará dos visitas guiadas de la exposición, donde explicará el proceso de trabajo durante estos años hasta lograr el resultado final, y lo que la muestra significa para ella. Las visitas se realizarán durante los días 10 y 24 de agosto, ambas en miércoles, a las 19.00 horas.

“Lo que he buscado con mi obra es ese placer de mirar y quedarte atrapada mirando”

Naroa Armendariz - Artista