El Circo del Sol invitó al público que se dio cita anoche en el Pabellón Navarra Arena, casi lleno, a salir de su realidad y sumergirse en un mundo de colores, luces, música, sonidos, números de riesgo con acrobacias, piruetas y asombrosos giros sobre hielo, de la mano de Crystal, la protagonista del último espectáculo, así llamado, de la celebrada compañía circense con sede en Montreal que hace estos días parada en Pamplona.

A las 21.00 horas arrancó la primera de las nueve funciones que acogerá el Navarra Arena hasta el próximo domingo 8 de enero, en un pabellón transformado para la ocasión en palacio de hielo. Belleza, riesgo y emoción se unen en esta superproducción que propone un canto al poder de la creatividad a través de un viaje de autodescubrimiento. El viaje de Crystal, una chica de 16 años que no se siente a gusto con su familia, sus amigos y el mundo que habita. Tras huir de casa, encuentra un lago congelado en el que comienza a patinar para despejar su mente. De pronto el hielo se rompe y la protagonista cae en un profundo sueño que le conduce a luchar contra sus miedos, sus fantasmas y sus sombras. A partir de ahí, el espectáculo sumerge al público en un universo submarino fruto de la imaginación de Crystal y en el que la joven heroína se encuentra con un reflejo de sí misma que la guía y despierta su creatividad, que es su poder.

Desde un columpio los artistas volaron por los aires. Iñaki Porto

Durante dos horas -con descanso en medio- de poderoso espectáculo y estética surrealista, los espectadores y espectadoras, de muy diversas edades, disfrutaron anoche de asombrosas técnicas circenses y de patinaje sobre hielo. Números de circo tradicional como el trapecio, el mano a mano, la banquina, los mástiles pendulares, las correas aéreas, el mano a trapecio, los malabares y el equilibrio de manos y el humor de un payaso que arrancó risas del público se fusionaron en una misma experiencia creadora con técnicas de patinaje sincronizado, artístico y extremo, además de baile, demostrando que el gran reto que se planteó El Circo del Sol con este espectáculo, que ha llevado a la compañía a explorar un territorio desconocido para ella hasta ahora, ha sido un reto más que superado y ha merecido la pena.

Saltos imposibles dejaron al público boquiabierto. Iñaki Porto

Nieve real, proyecciones interactivas sobre hielo, música en directo –combinada con música pregrabada– y un novedoso sistema de focos integrado para poder seguir a cada artista en su recorrido por la pista y para permitir escribir y dibujar sobre el hielo, se combinan en este montaje que nos invita a mirar las cosas desde otra perspectiva, a descubrir la individualidad y singularidad propias cada persona.

‘Crystal’ es belleza, destreza y riesgo sobre hielo, en una fusión de circo tradicional y patinaje artístico, sincronizado y extremo.

La escenografía, nada aparatosa para que luzcan los artistas sus números y con el hielo como protagonista como no podía ser de otra manera, simboliza ese poder sin límites que reside en cada uno, en cada una: una estructura brillante y helada que puede ser cualquier cosa, lo que cada uno y cada una imaginemos o soñemos. El diamante en bruto que reside en nuestro interior y que Crystal, con su flamante pelo rojo, su ropa azul y una larga bufanda roja que refleja su extravagante creatividad, nos invita a descubrir, a pulir y poner en valor.

una historia de superación

Volar o el deseo de superar los límites

Como propone la última escena de Crystal, emotiva e impresionante, que combina técnicas de cuerpo a cuerpo sobre hielo con un trapecio a dúo en el que la protagonista se cuelga y es lanzada al aire por su pareja, el público desearía volar. Lograr lo aparentemente imposible. Desafiarse a sí mismo, a los límites que le atan o le coartan.

Liberarse de las cadenas y soltar, como hacen los artistas del espectáculo –44 en total en un equipo que suma casi 100 personas– toda la adrenalina para volver a empezar. Para reinventarse, igual que lo ha hecho El Circo del Sol en este montaje cuya enorme logística es ya de por sí un gran reto.

Una experiencia de emoción sobre hielo que podrá disfrutarse de nuevo hoy (13.00 horas), mañana (17.30 y 21.30 horas), el sábado (con tres sesiones, a las 13.30, 17.30 y 21.30 horas) y el domingo (16.00 y 20.00 horas).

Una maratón de emoción, riesgo, destreza y belleza en escena.

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Backstage del espectáculo 'Crystal', de Cirque du Soleil IÑAKI PORTO