CONCIERTO DE DIEGO VASALLO

Fecha: 27/01/2023 Lugar: Rockollection Incidencias: Presentación en Pamplona del último disco de Diego Vasallo, Caemos como cae un ángel. Diego Vasallo (voz, guitarra y harmónica), Fer García (guitarra), Andoni Etxebeste (batería).

veinticinco años, que se dice pronto, han pasado desde la última vez que Diego Vasallo actuó en Pamplona. Aquella vez fue en el Subsuelo, presentando su álbum Criaturas. Después, alguna visita con Duncan Dhu, su viejo y exitoso grupo, pero ni una sola parada con sus proyectos en solitario. En realidad, buena parte de este cuarto de siglo la pasó el donostiarra alejado de los escenarios, dedicando su tiempo a la pintura en vez de a la música. Felizmente para todos, hace seis años decidió retomar con fuerza su carrera como solista y desde entonces ha grabado tres espléndidos discos en los que vuelve a poner de manifiesto su primacía como escritor de canciones en castellano. Baladas para un autorretrato, Las rutas desiertas y Caemos como cae un ángel son los los títulos de sus últimos trabajos, una colección excelsa de canciones humedecidas por los vapores del blues, el jazz, el rock más primitivo y el soul.

Esas fueron las coordenadas estilísticas que marcaron su concierto de la Rockollection. Se presentó en formato de trío electro - acústico, acompañado por Fer García en la guitarra y Andoni Etxebeste en la batería, a lo que había que sumar la guitarra (de cinco cuerdas, es una costumbre suya) del propio Diego. Era la segunda actuación con este concepto sonoro, pero el combo sonó a las mil maravillas y en ningún momento evidenció falta de rodaje; muy al contrario, el sonido que facturaron resultó de lo más interesante: natural, oscuro, áspero, elegante, crudo. Sin virtuosismos innecesarios, dejando que, como ocurre en los discos, todo el protagonismo recayera sobre la voz rota de Vasallo.

El repertorio, como era de esperar, se centró en su última etapa, con especial atención a ese magnífico Caemos como cae un ángel, que se ha encaramado a lo más alto de tantas y tantas listas de los mejores discos de 2022. Así, entre cortes más recientes (Mi historia, Mapas en el hielo o Aquellas calles tuyas, dedicada esta última a la memoria de su amigo Rafa Berrio), intercalaron algún rescate de discos más añejos, como fue el caso de Invierno, aquel bolero envenenado que incluyó en Canciones de amor desafinado y que, en la Rockollection, sonó más electrificado y rugoso. No fue la única representación de aquel álbum, uno de los más apreciados por sus seguidores y que en 2022 tuvo una merecida reedición en vinilo, pues también tocaron Perlas falsas, en una atrevida versión con guitarras a lo a Mark Lanegan. Fueron de las pocas concesiones que se permitió un artista que siempre ha preferido mirar hacia delante; lo canta en Que todo se pare, otro de los cortes que interpretó el viernes: “El pasado podado a conciencia / Dejando al presente crecer / El futuro se rinde sin oponer resistencia”. Y es que el historial de un artista, aunque sea tan esplendoroso como el de Diego, puede convertirse en un lastre que no le permita avanzar. Frente al narcótico perfume de la nostalgia, él prefiere volar libre. Volar como vuela un ángel (oscuro, en este caso).