Soplan buenos vientos para Marea. En diciembre del año pasado, coincidiendo con el vigésimo quinto aniversario de la formación de la banda, el quinteto publicó su octavo álbum de estudio, Los potros del tiempo, y no escatimó en gastos para celebrar su onomástica: la edición más especial, una lujosa caja que incluía el disco, un deuvedé con un concierto de su gira anterior y un libro de fotografías tomadas por Fernando Lezaun, se agotó en la preventa, antes siquiera de llegar a las tiendas; así, el trabajo está ahora disponible únicamente en vinilo o cedé.

El fin de semana que viene se echarán de nuevo a la carretera para ofrecer una tanda de veinticuatro conciertos que han bautizado como Gira sin riendas, y al ritmo que va la venta de entradas, todo apunta a que será un nuevo paseo triunfal por grandes recintos.

LOS MÉRITOS DEL ÉXITO

Siempre resulta complicado intentar explicar las razones del éxito en el mundo de la música, pero, en el caso de Marea, hay varios factores que parecen haber influido en el buen devenir de los acontecimientos.

El primero de ellos, por supuesto, es que siguen siendo capaces de facturar excelentes canciones que conectan con el público, tanto con el que les lleva siguiendo desde sus inicios como con aquel otro que se les ha ido uniendo por el camino.

En segundo lugar, y esto es casi tan importante como lo anterior, han sido absolutamente honestos consigo mismos y con sus seguidores; se han esforzado en hacer que su música no sea un objeto de lujo, ni en su formato físico ni en sus presentaciones en directo. Cuando muchos agoreros llevan lustros anunciando que la única alternativa económicamente viable pasa por las escuchas digitales, Marea ha sacado a la venta tres modelos de formato físico de llamativa calidad, pero a precios más que razonables.

Y lo mismo puede decirse de las entradas de su gira, en la que van a ofrecer un espectáculo que en nada tiene que envidiar al de los grandes artistas internacionales, pero a un precio sensiblemente inferior, sin claudicar ante el pernicioso juego de las entradas premium ni el engañabobos de los gastos de gestión.

“En el mundo del rock somos pocos y tenemos que cuidarnos unos a otros, darnos cariño”

Alen Ayerdi - Batería de Marea

"UNA BANDA DE ROCK DEL PUEBLO"

“Somos una banda de rock del pueblo”, afirmaba Alen en la entrevista que concedieron a DIARIO DE NOTICIAS cuando vio la luz su último álbum. Y el pueblo agradece esas actitudes y les sigue brindando su apoyo.

La semana pasada fueron galardonados con el Premio Odeón al mejor álbum de rock, que se concede de manera puramente objetiva a los artistas con los discos más vendidos y escuchados de cada estilo musical. En el caso de los de Berriozar, se da la circunstancia que este es el primer trabajo que editan bajo su propio sello, lo cual hace más plausible este reconocimiento, al medirse con otras referencias publicadas por las grandes discográficas multinacionales, con todo lo que ello conlleva.

Y este mismo viernes 5 de mayo han recibido un nuevo galardón, el disco de oro por haber despachado más de veinte mil ejemplares de Los potros del tiempo. El acto se ha celebrado en la sala Indara de Pamplona y ha comenzado con unas palabras de Óscar Beorlegui en las que ha alabado la trayectoria del grupo, resaltando que ya está a la misma altura que las de aquellos que fueron sus referentes, como Barricada, Extremoduro, Leño, Platero y Tú o Los Suaves.

Tras un breve diálogo con el quinteto, ha salido al escenario su viejo compañero de fatigas Fito Cabrales, con quien les une profunda amistad desde hace décadas. El bilbaíno ha sido el encargado de entregar a los de Berriozar los discos de oro.

AGRADECIDOS A TODO UN EQUIPO

Después, haciendo gala de una generosidad que les honra y que no es en absoluto frecuente en el gran circo del rock’n’roll, han sido ellos los que han entregado varias réplicas de los discos de oro que acababan de recibir a los miembros de su oficina y de su equipo: managers, conductores, técnicos, fotógrafo, personal de merchandising, director de los vídeo clips, músicos que habían colaborado en sus discos…

Todos han salido a escena a recoger su obsequio de manos del grupo, así como varios periodistas musicales, en señal de agradecimiento por el apoyo mostrado, no solo a Marea, sino hacia la escena del rock en general; algunos de estos últimos eran de Navarra, mientras que otros se habían desplazado a Pamplona desde Madrid.

Una vez finalizado el acto, ha habido un ágape en el que el grupo y los asistentes han estado charlando durante un par de horas. En uno de los corrillos, Alen Ayerdi, batería del grupo, resumía a la perfección el espíritu del evento: “En el mundo del rock somos pocos y tenemos que cuidarnos unos a otros, darnos cariño. Mientras nos dejen, mantendremos viva la llama”.