"Si quieres un poco de lío, yo tengo para regalar”, dice entre risas Arturo Fernández Sensat (Madrid, 1970) al otro lado del teléfono. Inmerso en la vorágine previa al arranque del Flamenco On Fire, ha hecho un parón para charlar sobre esta décima edición del festival, que promete ser “muy especial”. El próximo día 18 arranca la programación en Viana, y en Pamplona se desplegará del 22 al 27 de agosto.

¿Como se siente en los días previos?

Muy ilusionado, hay mucho trabajo realizado con anterioridad, y todo el equipo estamos con las pilas puestas, esperando que lleguen los artistas y que el público venga y, sobre todo, disfrute.

Este año la guitarra rugirá más que nunca en el Flamenco On Fire.

Sí, comenzamos este proyecto buscando la recuperación del nombre y de la obra de Sabicas, y evidentemente en un décimo aniversario lo que tenía que rugir era la guitarra.

¿Se ha conseguido colocar la figura de Sabicas en el lugar que merece aquí, en su tierra?

Nosotros hemos hecho y haremos todo lo que esté en nuestra mano para que Sabicas esté siempre en la memoria de todos los navarros y todas las navarras. Yo creo que de Sabicas ya está ahora mismo muy recuperado el nombre, y si queda algo por hacer es recuperar su obra, es decir, que pongamos ahora el acento y la ilusión en recuperar sus discos, que muchos no están reeditados, y poder hacer accesible a las generaciones actuales, los guitarristas o aficionados al flamenco, precisamente su obra. Si algo queda es eso.

¿Qué tiene que celebrar en esta edición el festival?

Muchas cosas. La primera es lo que acabamos de mencionar, que Sabicas creo que forma parte del acervo cultural navarro, también que el flamenco está consolidado en el norte y especialmente en Navarra, y que el festival sigue fiel a sus principios mostrando la diversidad que existe en este género, no solo desde lo musical sino también desde actividades extramusicales. Esta celebración la vinculamos a la vez a efemérides clave, porque lo importante no son nuestros diez años, lo importante es todo lo que nos ha precedido, y lo más importante posiblemente sea el futuro.

“Los artistas aquí lo dan todo porque perciben el exquisito respeto del público navarro”

¿Esperabais llegar aquí, a cumplir diez años siendo la cita más esperada de Navarra tras los Sanfermines?

Yo creo que siempre deseas cosas cuando inicias un proyecto cultural que gira en torno a algo que verdaderamente amas como es el flamenco.Esperas que la recepción o la percepción por parte del público y de los artistas sea la misma que tú tienes. A día de hoy el festival goza de muy buena salud en términos de artistas, los artistas quieren venir al Flamenco On Fire, quieren conocer Navarra, quieren sentir el calor del público, y eso esa para nosotros muy satisfactorio.

¿Qué destaca de esta 10ª edición?

Que es un cartel muy redondo, que se puede leer mucho entre líneas en él, pero sobre todo que refleja la diversidad que existe en el flamenco actual, desde la parte más ortodoxa hasta la más vanguardista. Pero si tuviese que poner el acento en alguna cuestión, pues posiblemente en las dos producciones que realiza directamente el festival en esta décima edición: una que gira en torno a una figura de un artista irrepetible como es Manolo Caracol, de cuyo fallecimiento se cumplen 50 años, y no es un homenaje a Caracol sino una puesta en escena del legado en 2023 de lo que ha supuesto Manolo Caracol, y contamos con la Orquesta Sinfónica de Navarra con la cual colaboramos muchísimo, con Óliver Díaz a la dirección, y el espectáculo que se llama Una historia del cantaor flamenco evoca un disco muy conocido que fue una recopilación antológica de Manolo Caracol, cuenta con la dirección de David Lagos, con Vicente Soto Sordera, Antonio Reyes y Rosario La Tremendita; será el día 23 en Pamplona. Y en segundo término, la guitarra y el espectáculo Alzapúa, que viene a honrar a Sabicas y a otros guitarristas anteriores con cuatro guitarristas jóvenes excepcionales, y que es una declaración de intenciones por parte del festival de traer a guitarristas jóvenes, en este caso acompañados por cante, con Sandra Carrasco y Fernanda Peña, y con el baile de Gema Moneo; esto es el día 26. Son dos producciones que se están haciendo con muchísimo cariño y esperamos que la respuesta del público esté a la altura de los artistas que traemos, aunque sabemos que siempre cuesta más que el público se acerque a la guitarra. Pero estamos en la tierra de Sabicas y el festival tiene que apostar por sus principios, y uno de ellos es la guitarra flamenca.

“Si queda algo por recuperar de Sabicas es su obra, reeditar sus discos, acercarlos a las generaciones actuales”

Este año se gana un día más de programación, se afianza la presencia en Tudela y Viana y se recuperan las noches del Hotel Tres Reyes, eso seguro alegrará a mucho público.

Sí, el conocido tablao que celebramos en el Tres Reyes, por la pandemia no pudimos realizarlo, el año pasado hicimos un avance el último día y este año lo recuperamos; también el balcón nocturno en el Palacio de Navarra, que será el arranque en Pamplona el día 22. Lo que has dicho, la territorialidad, que el festival salga de Pamplona y vaya a Tudela y Viana, el ciclo de cine... intentamos siempre innovar y me gustaría destacar además esa novedad que siempre habíamos tenido en mente, de ir a rendir honores a San Fermín: este año en la iglesia de San Lorenzo haremos un encuentro entre algo que es muy muy navarro y al mismo tiempo muy flamenco, que es la jota, y su vinculación con el flamenco.

¿Qué diría que caracteriza de forma singular la manera de vivir el flamenco en el norte, y en concreto en Navarra? El público aquí, como dice, da calor, y también da unos silencios que los artistas agradecen especialmente, ¿no?

Efectivamente. A veces me han preguntado cuál es la fórmula del éxito y es que el público es exquisitamente respetuoso con los artistas y con todo lo que programamos, y eso se percibe por parte del artista. Y cuando un artista percibe respeto, lo da todo, entra en un estado de alegría y catarsis, y es ahí donde se da esa simbiosis entre público y artista. Al mismo tiempo se genera una auténtica convivencia, los artistas van caminando por las ciudades, por Viana,Tudela, Pamplona, para ver a otros artistas; hay muy buena gastronomía, muy buen vino, y todo eso hace un potaje flamenco que se da especialmente en el norte.

Imagen que ilustra el cartel del X Flamenco On Fire, obra de la artista argentina Mariana Razzetti. cedida

Un maridaje que funciona.

Además tenemos este año por primera vez una actividad de maridaje, una cata de vinos de una bodega de Jerez en la que se explican esos vinos a través del cante. Es una experiencia que habíamos visto anteriormente en Andalucía y queremos que el público la disfrute aquí. Será el día 24 a las 13.30 en el Nuevo Casino Principal.

El programa refleja diversidad, del flamenco más tradicional al más alternativo, incluso mezclado con electrónica como hará La Plazuela en Zentral. ¿Cualquier puerta de entrada al género es válida?

Efectivamente, a un género tan amplio como es el flamenco hay distintas maneras de aproximarse y es lo que creo que un programador tiene que hacer, bien hagas flamenco, jazz, teatro... tienes que ofrecer un abanico de lo que está sucediendo, y que cada persona elija con qúe se queda. No todo el mundo tiene que estar en los mismos cánones. El festival siempre ha sido fiel a esos principios y la puerta por la que entres al flamenco, ya lo decía Enrique Morente, es muy libre, de cada uno. Lo importante es que los que entren se queden, que se genere nuevo público para el flamenco, sin importar si tiene 3 años o 95.

“La evolución del festival es el aumento de nuevos públicos, ahí es donde hay que crecer”

¿Qué citas de este año recomendaría en especial a alguien que se acerque por primera vez al festival?

Yo creo que haría una mezcla de cosas, intentaría disfrutar evidentemente de alguna actividad de Calles, balcones y patios, donde la oferta artística es de altísimo nivel; también recomendaría que se dejase caer por el ciclo de cine, este año traemos una serie de películas que son muy muy interesantes, sin menospreciar al resto destaco Silencio de Remedios Malvárez, que trata discapacidad y flamenco a través de la historia de una bailaora sorda, y esto nos ha abierto los ojos hacia una realidad que nunca habíamos tratado. Y al mismo tiempo hemos descubierto que existen unas mochilas vibradoras que permiten a los sordos percibir el sonido a través de vibraciones, y estamos en vías de conseguirlas y de distribuirlas para que personas sordas puedan disfrutar del festival. También está el tablao... me resulta muy difícil quedarme con algo; si alguien viene que intente por lo menos ver algo de cada unos de los cinco ciclos que tenemos.

Alguna vez se le ha criticado al festival la repetición de grandes figuras, como Tomatito, Estrella Morente o Poveda. ¿Qué opina?

Esto ha surgido en alguna ocasión, sí. Claro, hay que ponerse en determinados contextos. Primero, la calidad artística de esos grandes nombres es indiscutible, y están ahí por méritos propios, con lo cual merecen estar ahí si queremos que la altura del Flamenco On Fire sea de primera línea. Por otro lado, estos grandes artistas hacen una labor muy importante: lograr aproximar a público que nunca se había acercado a este género. En el flamenco sobran artistas en el sentido de que hay mucho artista y mucha excelencia, el nivel es altísimo y donde tenemos que poner el esfuerzo es precisamente en la generación de nuevos públicos. Y estos artistas que nos dicen que se han podido repetir, son los que han posibilitado que muchas personas se hayan acercado por primera vez al flamenco. En total tenemos 180 artistas en la programación, y no se puede analizar el festival solo en base a grandes nombres. Nunca vamos a renunciar a esos grandes nombres, el público tiene derecho a disfrutarlos. Y si hay alguien a quien esos artistas no le gustan, tiene otros menos conocidos popularmente, tanto en el tablao como en la calle.

“Nunca vamos a renunciar a esos grandes nombres que dicen que se repiten en el festival; tienen que estar”

La influencia de Sabicas sigue estando muy viva. Este verano, en el Jazzaldia, el músico Ben Harper reconocía que le había inspirado su guitarra a la vez que le inspiraba el blues en Estados Unidos.

Totalmente. Sabicas es excepcional tanto desde el punto de vista humano como artístico. Y cuando me has preguntado si podíamos hacer algo más en torno a su figura, yo creo que es recuperar la obra, porque es la obra lo que posibilitó que artistas de la talla de Paco de Lucía, Manolo Sanlúcar o Víctor Monge Serranito evolucionaran a una guitarar de concierto. Sabicas puso la guitarra flamenca en un sitio donde en aquel momento no estaba y nadie había pensado que estaría. Por tanto, reivindicar su figura y su obra, en el flamenco y en otros géneros, es esencial. Es que es una suerte para toda Navarra que Sabicas sea navarro, y además que siempre haya llevado la bandera de Navarra por todos los sitios donde estuvo. Sabicas es esencial para entender el flamenco y para entender la guitarra.

¿Cómo va la campaña de recaudación de fondos para restaurar su tumba?

Bueno, pues va bien. Siempre quieres que las cosas, sobre todo con un corte más social y más humano como ésta, fueran muchísimo mejor, pero estamos muy contentos. En cuanto termine el festival daremos cifras de lo que ha sido recaudado. También hay que entender que cuando se empiezan estas iniciativas, y se vinculan a procedimientos de compra de entradas, el público necesita acostumbrarse, pero creemos que va a ser todo un éxito. Es una muy bonita acción, y esperemos que el público colabore, bien a través del proceso de compra de entradas, bien a través de la web, porque porque se puede hacer una donación directamente en flamencoonfire.org desde 25 céntimos a lo que cada uno estime oportuno.

Mirando al horizonte, ¿ve otros 10 años de Flamenco On Fire? ¿Qué evolución desea para el festival?

Yo creo que la evolución del festival es el aumento de nuevos públicos. No creo que el festival tenga que crecer en número de días mucho más de las cifras en que estamos actualmente. Pero el desarrollo no solamente tiene que estar vinculado al propio festival; me gustaría que, además de ser un motor económico para toda la Comunidad Foral, desde la hostelería y los hoteles, el festival también generara durante el año otro tipo de actividades en Navarra en torno al flamenco. Hay escuelas de baile actualmente que antes no estaban, hay programaciones que poco a poco se van realizando, sin olvidar el trabajo en estos diez años de la Casa Sabicas que ha sido y es muy importante. Lo que deseamos es que el flamenco mantenga la llama pero que no sea exclusivamente a través del festival, sino también de cualquier otra actividad.