Por la mañana había sido el trajín de la noción de censura, pero la tarde noche no fue mucho más tranquila en la plaza del Ayuntamiento. A partir de las 20:00, empezaron a transitar por ella cientos de personas que se dirigían a Zentral. Minutos antes de las 21:00, la hora prevista para el inicio del show, una larga cola llegaba hasta allí y esperaba pacientemente su turno para acceder a la sala. Se trataba, sin duda, de una ocasión especial: El Columpio Asesino iba a ofrecer la primera de sus dos actuaciones en Pamplona, que serían, además, las últimas de esta gira de despedida con la que han estado recorriendo el país durante los últimos meses. Como había sucedido en el resto de fechas, las entradas se habían agotado con inusitada rapidez.

A las 21:06, se hizo la oscuridad en la sala. Hablamos de la luz, porque de extender las tinieblas sonoras ya se iba a encargar el quinteto de El Columpio Asesino. Comenzaron con fuerza con Babel, para desplegar después todas sus turbias atmósferas en piezas como Ballenas muertas en San Sebastián o Susúrrame. En El evangelista invitaron a dos viejos amigos, Txibe e Iñigo Sola (bajo y trompeta, respectivamente), que fueron también integrantes de la banda en otras épocas.

Tiraron después hacia el punk con Ye Ye Ye, cuyo estribillo fue intensamente coreado por la sala. Siguieron por esa senda más contundente con otros cortes como Motel o Edad legal. En esta parte del concierto, Cristina, con la guitarra colgada del cuello, combinaba las seis cuerdas con el sintetizador que tenía a su lado. Destacamento hizo las veces de punto de inflexión, todavía con furia guitarrera, pero también con largos pasajes instrumentales y unos coros muy logrados de la cantante, que combinaba su voz con la de Álbaro. 

Regresaron entonces los sonidos graves y los ritmos más pausados, con el público bailando en plan hipnótico en La marca de Caín o Un arpón de grillos. Es la mezcla de todos estos estilos e influencias la que ha hecho de El Columpio Asesino una banda absolutamente singular, con una actitud atípicamente esquiva, pero instalada desde hace lustros en la cima del rock independiente nacional y llegando al corazón de una audiencia masiva. A ese triunfo contribuyó en gran manera su cuarto álbum, Diamantes. De este plástico interpretaron la canción que le dio título (se la dedicaron a Ainhoa Amezqueta, amiga del grupo recientemente fallecida), Perlas, y su gran hit, Toro, una canción que ha pulverizado todas las fronteras imaginables. 

Con la sala absolutamente loca cantando su celebérrimo estribillo, los músicos se retiraron a camerinos, pero regresaron al poco tiempo para los bises. Fue entonces cuando Cristina se mostró más desatada, libre de los instrumentos, bailando al borde del escenario y ejercicio de front woman en A la espalda del mar, Preparada y Sirenas. La despedida llegó con Punk (de nuevo con Iñigo Sola a la trompeta). El público se mostró rendido; la banda, agradecida y emocionada. 

Concierto de El Columpio Asesino en Pamplona

Fecha: 28/12/2023

Lugar: Zentral

Incidencias: Primero de los dos conciertos de despedida de El Columpio Asesino, últimos de su gira Amarga baja. Entradas agotadas con meses de antelación. Álbaro Arizaleta (voz y batería), Raúl Arizaleta (guitarra), Cristina Martínez (guitarra, sintetizadores, percusiones y voz), Iñigo Cabezafuego (bajo) Jaime Nieto (teclados y sintetizadores). Les acompañaron Xabier “Txibe” Ibero (bajo) e Iñigo Sola (trompeta), en un par de colaboraciones.