En su último disco, Almas paralelas, canta las historias de otras personas. ¿Por qué ha decidido hablar de los demás y no de usted misma?

–Es un disco en el que trato de hablar de las personas que en estos treinta años me han permitido ser quien soy, las personas que más me han ayudado a ser la persona libre que soy hoy. Son personas diferentes a mí, por eso el disco se llama Almas paralelas. En mi caso, es importante dejar constancia de lo que he aprendido, que sobre todo es el respeto por las personas, a todos los niveles: religioso, cultural, ideológico, de elección de vida y amor… Eso me ha permitido pasar de ser una niña nacida en un pueblo conservador, a una mujer muy libre que siempre respeta a los demás. Al mismo tiempo, me doy cuenta de que, conforme van pasando los años, en lugar de superar las cosas negativas como el racismo, las guerras y demás, está empeorando todo. Son asuntos que ya me inquietaban hace treinta años y hoy estamos hablando de que igual estalla la Tercera Guerra Mundial. Es importantísimo dejar un mensaje de paz y respeto entre seres humanos. Somos diferentes, pero convivimos en las mismas calles a diario. Me he concentrado mucho en la palabra “paralelas”, pero también en la palabra “almas”. Es importante para mí hablar a lo que vive dentro del cuerpo, no solo del físico y del exterior.

Además de presentar el disco nuevo, en esta gira está celebrando sus treinta primeros años de carrera.

–Sí. De hecho, el concierto está dedicado sobre todo a los treinta años. El primer disco en español salió en 1994, por lo que este año se cumple el trigésimo aniversario de mi carrera en español. En las actuaciones estamos haciendo un recorrido por toda mi trayectoria. Canto algunas canciones de Almas paralelas, pero el concierto dura en torno a dos horas y media o dos horas y tres cuartos, según cuanto hable yo (risas). Es que me gusta mucho hablar. Dividimos la actuación en tres partes: pasado, presente y futuro. A nivel musical, la gente escuchará todos los éxitos que me han permitido tener esta entrevista contigo: La soledad, Se fue, Amores extraños, Inolvidable, Las cosas que vives, Entre mil mares, Volveré junto a ti, En cambio no, Víveme, Escucha atento… todas las canciones que me han permitido tener una carrera y hacer un concierto de casi tres horas. Interactúo mucho con el público; charlo con los espectadores, les cuento cosas que seguramente no conozcan sobre mí… En esta época en la que vivimos tanto en las redes sociales, donde la gente escribe cualquier cosa sin fundamento, me parece justo que cuando un cantante tiene la oportunidad de mantener un contacto físico, verdadero y real con su público, pueda decir su verdad, su manera de pensar y de ser, y compartirla con la gente que se ha gastado su dinero en comprar una entrada. Valoro mucho el hecho de que alguien haga un esfuerzo económico y físico para venir a un concierto. En el concierto de Pamplona habrá gente de Pamplona y también de otras ciudades, que se desplazarán para la actuación. Será como venir a una fiesta en mi casa.

Después de treinta años, el escenario, de alguna manera, es ya su casa.

–Claro. De hecho, te aseguro que me siento mucho más cómoda sobre un escenario que cuando estoy en casa, como ahora, que estoy en Roma. Quiero que el público viva dos horas y media largas de emociones conmigo. Las canciones viejas traerán recuerdos de nuestra adolescencia y las actuales me permiten interactuar con la gente sobre los motivos por los que las he escrito. También leo comentarios que me deja la gente sobre lo que les transmiten esas canciones. Hay momentos dedicados a temas sociales como la violencia contra las mujeres, el cambio climático… En otras partes subo a personas del público al escenario. Lo quiero disfrutar. Para mí, treinta años son mucho tiempo y este aniversario supone una ocasión para reencontrarme con mi público. Han pasado ya un par de años desde la pandemia, pero fue un momento muy duro en mi vida. Al principio, como todo el mundo, no tuve contacto físico con nadie. En mi caso, que llevo desde los dieciocho años relacionándome con miles de personas en los conciertos… Me costó mucho asumirlo, fue un shock. Este concierto es el reencuentro, quiero volver a ver a mi público, tocarlo, sentirlo y cantar para él.

El concierto de Pamplona es en diciembre, pero ya lleva unos meses de gira y creo que es la primera vez que todos los conciertos se desarrollan en recintos enormes y están todos llenos.

–Sí, es la primera gira en la que estamos llenando recintos enormes en todas partes. Ya he hecho varias giras llenando, pero en algunos países tocaba en teatros más pequeños. En este caso no, son todo sitios gigantes. Ya no soy una adolescente y te digo sinceramente que no me esperaba esta respuesta. Mi agencia tampoco esperaba estos resultados. Mi audiencia ha subido un 25 % respecto a toda mi carrera. Me llena de orgullo y felicidad, obviamente. Y por eso he agregado las fechas de Málaga y Pamplona, y otros conciertos en otros países. En principio, en noviembre y diciembre de este año no iba a estar de gira, pero hemos puesto algunas fechas porque estábamos recibiendo muchas peticiones. Hablé con mi agencia y les dije que adelante, pero que quería hacer ciudades que no hubiésemos visitado en la primera parte de la gira. Así conozco nuevos lugares, como Pamplona. Nunca he estado, espero pasar un par de días allí y poder dar una vuelta para conocer la ciudad.

Con lo bien que le está yendo la gira y los reconocimientos que está recibiendo últimamente, el Globo de Oro, la nominación al Oscar, la distinción como persona del año en los Latin Grammy… ¿Diría que está en el mejor momento de su carrera?

–Creo que sí. Sinceramente, cuando llegó la nominación al Oscar, cuando ganamos el Globo de Oro y me nombraron Persona del año en los Latin Grammy, pensé que ya no había más, que tendría que parar porque ya no sabría qué hacer. Precisamente por esa motivación, la primera canción que quise presentar del disco Almas paralelas fue Un buen inicio; quería decirme a mí misma que siempre hay inicios si tú quieres. Esta gira se llama Laura 30 y su símbolo es un reloj de arena con una mujer corriendo, que teóricamente sería yo. Es el concepto de lo que quiero ser a partir de ahora: no tener miedo del pasado; al contrario, celebrarlo con cariño, pero concentrada en mi presente y mi futuro.

No quedarse anclada en el pasado.

–Exactamente. Es un mensaje para las personas de mi generación, me da igual que sean hombres o mujeres. En todos los trabajos llega un momento en el que te dicen que ya tienes una edad y parece que has cumplido tu ciclo, que ya has hecho todo lo que tenías que hacer, como si no te quedasen sueños. Está dedicado a los que, como yo, esperan que queden muchas cosas buenas por delante.