En un verano donde los viajes lejanos pueden ser un lujo escaso y las vacaciones se sienten demasiado cortas, surge una forma de escape que no depende de distancias ni horarios. Personajes como Hermione Granger, Matilda, Atticus Finch y Elizabeth Bennet descubrieron que los libros tienen el poder de llevarnos a mundos nuevos y fascinantes sin necesidad de salir de casa.
Aquellos que no han podido escapar de su rutina o que sienten que sus días libres han sido demasiado breves, encuentran en las páginas de un buen libro una invitación a viajar más allá de su salón. La lectura se convierte así en el pasaporte a aventuras inimaginables, un refugio que ofrece la oportunidad de explorar y soñar, mientras el verano se desliza lentamente.
Estos personajes nos recuerdan que la lectura es mucho más que pasar páginas; es una aventura que nos enriquece, nos transforma y nos conecta con lo más profundo de la experiencia humana. ¿Y qué mejor momento que el verano, con su ritmo pausado y su generoso tiempo libre, para redescubrir el placer de leer?
En Pamplona, la lectura veraniega toma un lugar destacado en bibliotecas y librerías, reflejando una diversidad de intereses. En la Librería Walden, dos títulos encabezan la lista de los más leídos este verano: Tarántula, de Eduardo Halfon y Un animal salvaje, de Joël Dicker, ambos seleccionados por su narrativa cautivadora y su capacidad para mantener a los lectores absortos.
Por otro lado, la librería Charandata, especializada en ilustraciones, revela que en el ámbito infantil los cómics en euskera, especialmente la colección Biga, son los favoritos. La ligereza y el humor de estas historias encajan perfectamente con el ambiente relajado del verano, donde los pequeños lectores buscan entretenimiento más que deberes. En cuanto a los adultos, se inclinan por obras más extensas, como El abismo del olvido, de Paco Roca y Rodrigo Terrasa, ideal para largos ratos de descanso.
Elkar, una de las cadenas de librerías más importantes, destaca la popularidad de la Saga BlackWater, de Michael McDowell, una serie dividida en seis partes que ha capturado la atención de muchos lectores y lectoras, quienes buscan sumergirse en un universo literario continuo a lo largo del verano. Elizabeth Bennet expresó mejor este sentimiento cuando afirmó: “No hay disfrute como la lectura”, recordándonos que un buen libro puede ser el mayor de los placeres.
Katakrak, conocida por su enfoque en ensayos, también sabe que durante el verano las novelas se convierten en lo más buscado. Este año, su libro más vendido ha sido El cirujano y el pastor: Resistencia al nazismo en la Selva de Irati, de Meg Ostrum. Su público ronda los 55 años y, aunque suelen vender más libros en castellano, los libros en euskera también tienen una gran demanda. Además, este verano han notado un aumento en el interés en los libros sobre Palestina.
En las bibliotecas, las tendencias son igualmente diversas. La Biblioteca de San Francisco destaca La mala costumbre, de Alana Portero como uno de los títulos más solicitados, un libro que ha resonado profundamente con los usuarios, quienes lo han recomendado encarecidamente. En la Biblioteca de Burlada, los títulos más prestados son El hijo olvidado, de Mikel Santiago y Cuando la tormenta pase, de Manel Loureiro, ambos populares entre los lectores adultos. En el ámbito infantil, clásicos contemporáneos como Diario de Greg, Futbolísimos y El club de las canguros siguen siendo los favoritos, reflejando el continuo interés de los más jóvenes por estas series que combinan humor, amistad y aventuras.
Hábitos de lectura
Un año más, la novela negra y policiaca se consolida como el género predilecto entre los lectores y lectoras navarras. Este interés se refleja tanto en bibliotecas como en librerías, siendo los adultos de entre 50 y 70 años los que más consumen este tipo de literatura. La tensión, el misterio y la profundidad de estas historias parecen gustar especialmente en este grupo. Según Elkar entre los y las jóvenes, la novela juvenil romántica y el género de fantasía están en auge. La literatura de fantasía tiene un gran tirón entre los lectores más jóvenes, quienes encuentran en estos mundos imaginarios un escape perfecto y una fuente inagotable de aventuras.
En Navarra, el hábito de la lectura se mantiene firme y arraigado. Según el último barómetro de hábitos de lectura, el 68,1 % de los navarros mayores de 14 años lee en su tiempo libre al menos una vez al trimestre, un porcentaje que refleja un amor por los libros superior al de muchas otras comunidades. Este dato subraya la vitalidad cultural de Navarra, donde la lectura se valora como un placer y una fuente de conocimiento. A pesar de las distracciones modernas, un amplio sector de la población sigue eligiendo los libros como su principal forma de entretenimiento, lo que refuerza la importancia de las librerías independientes y las bibliotecas como pilares culturales en la región.
El compromiso con la lectura se hace evidente en los números de las bibliotecas. En la Biblioteca de Navarra, los préstamos alcanzaron un total de 8.315 en junio y 6.196 en julio, a pesar de la reducción por las festividades de San Fermín y Santiago, lo que subraya el continuo interés de los lectores navarros. En la Biblioteca de San Francisco, el número de documentos prestados (entre libros, DVDs, etc.) alcanzó los 2.252 en junio y 2.095 en julio, demostrando un interés constante de sus usuarios. Por su parte, la Biblioteca de Burlada también muestra cifras significativas, con un total de 3.908 préstamos durante el mismo periodo. Estos números reflejan no solo la afición por la lectura, sino también la confianza depositada en las bibliotecas como centros de cultura y entretenimiento accesibles para todos y todas.
En el ámbito de la literatura infantil, el verano es un momento para explorar nuevas lecturas. Además de los cómics en euskera mencionados anteriormente, la Biblioteca de San Francisco ha observado un aumento en el interés por los libros en euskera, especialmente entre los más pequeños. En Elkar, también se hace un esfuerzo consciente por promover el uso y aprendizaje del euskera a través de la lectura infantil. Matilda siempre supo que “los libros me dieron un buen empujón hacia adelante”, mostrando cómo las historias fantásticas también pueden inspirar y empoderar.
Iniciativas
La Biblioteca de San Francisco ha lanzado una iniciativa especial este verano junto con otras bibliotecas, coincidiendo con los Juegos Olímpicos. Bajo el nombre Lecturas Olímpicas, han decorado la biblioteca infantil con una temática olímpica y seleccionado libros relacionados con el deporte. Los niños que se llevan alguno de estos libros reciben un álbum para completar con cromos que obtienen con cada préstamo, haciendo de la lectura un juego tan entretenido como educativo.
Además, en diversas bibliotecas de Navarra se ha puesto en marcha la iniciativa Bibliopiscina, acercando libros a los lugares de recreo para que incluso bajo el sol, los y las lectoras tengan acceso a una buena historia. Localidades como Castejón y Milagro son unas de ellas, pero son más las que ofrecen este servicio. Esta Bibliopiscina ofrece una alternativa más de ocio a las que ya se pueden realizar en la piscina; quien quiera puede disfrutar de la lectura sin necesidad de carnet ni plazo para devolución, aunque se pide a los usuarios que cuiden los libros y, una vez leídos, los devuelvan a la estantería donde estaban.
Cada lector y lectora es único, con sus propios gustos y preferencias. No es necesario seguir las tendencias o leer el libro que todos comentan en redes sociales. Como hemos visto, no hay un solo libro que predomine en verano. Las lecturas son tan variadas como los lectores mismos, con muchos títulos solicitados en librerías y bibliotecas. La lectura es un placer que se debe disfrutar cada cual a su propio ritmo, explorando lo que realmente interesa. Visitar la librería de confianza o biblioteca y hablar con los trabajadores puede abrir la puerta a nuevas lecturas que sorprendan más que cualquier título popular.
Ya sea un cómic, un ensayo, literatura juvenil o un clásico, lo importante es encontrar aquello que resuene con uno y una misma. Privarse de un placer tan grande como la lectura por no encajar en lo que otros leen no es una opción este verano. Hay una enorme variedad de libros que están siendo leídos, sin que uno solo destaque sobre los demás. Como dijo Hermione Granger: “Cuando tengas dudas, ve a la biblioteca” y redescubre el maravilloso mundo que te espera en las páginas de un buen libro.