"Necesitábamos recuperar el ambiente de las salas"
Este viernes 15 de noviembre, los Varry Brava pondrán a bailar la sala Tótem. Los de Orihuela presentarán en Villava su último disco, ‘Sharirop’, y montarán su festival particular
Tuvieron que retrasar el lanzamiento de su disco anterior, Hortera, por culpa de la pandemia, que también afectó a su gira. Después han publicado alguna canción, pero imagino que tendrían ganas de sacar nuevo disco…
El disco anterior lo grabamos en 2019 y tuvimos que retrasar su publicación por las circunstancias que todos conocemos. No pudimos hacer gira, solo algunos conciertos con aquellas restricciones. Después vino Rafaella, que nos dio muchas cosas buenas por la aparición en la tele, y sacamos tres o cuatro canciones más. En 2023 nos apetecía meternos ya en un estudio a componer canciones y grabar un disco. Teníamos muchas ganas, no sacábamos disco desde 2020. Y tenemos muchas ganas de la gira, porque desde 2018 no tocamos en salas.
El título de este nuevo álbum, Sharirop, viene de un tarareo. ¿Cómo es eso?
Normalmente componemos partiendo de melodías. El tarareo es algo que ha estado siempre en nuestras canciones, esos nanananás que a veces se han quedado en las letras. El tarareo es una manera de componer bastante común, porque pones sílabas a lo que luego será el texto. Con Sharirop pasó eso, que era un tarareo. Nos pareció que tenía enjundia, carácter, y una profundidad para darle un concepto al disco. Es la semilla de la canción, el germen.
El hecho de que una persona tararee sus canciones puede parecer trivial, pero no deja de ser un reconocimiento. Pura cultura popular.
La aspiración primera es quedar contento con lo que haces, pero luego, evidentemente, que guste a la gente, que el público lo disfrute. Si alguien va tarareando una canción tuya mola mucho. Es porque está ahí, porque forma parte del público. Es un éxito y quizás el mayor reconocimiento.
“El de la Tótem va a ser más que un concierto. Armaremos una buena fiesta, empezaremos a las 20.00 y hasta que nos dejen”
¿Y esa aparente simplicidad de una melodía que la gente retiene es difícil de conseguir?
Nosotros tenemos nuestro librillo, nuestra manera de convencernos de si algo mola o no. Si cuando estamos componiendo se nos escapa la risa, es que mola. Nos fiamos de eso, es nuestro test de calidad. Como cuando tenía 14 o 15 años, que veía a gente que tocaba muy bien la guitarra y se me ponía la sonrisa en la boca. Si estás componiendo y pasa eso, hay chispa. ¿Es fácil de conseguir? Hay que hacer canciones y hay que estar ahí. Cuando sale una canción, nunca sabes cómo va a funcionar. A veces tienes una que piensas que va a gustar, y luego no llega. Y al revés. Siempre hay sorpresas.
Si tuviese que definir su disco en pocas palabras, diría que es música para bailar. ¿Está de acuerdo?
–Sí, totalmente. Siempre han dicho de nosotros que somos la banda que hace bailar, y esta vez nos propusimos hacer un disco que realmente hiciese bailar. Cada canción tiene su propia personalidad y su estilo, pero todas son de baile. Hay dance, nos hemos atrevido con la rumba en Georgina con Cristiano, hemos hecho un himno indie con El último festival, algo latino en Castigo… De todo.
Pero no es solo la música la que crea ese ambiente. Las letras hablan de bailar, de discotecas, de afters…
Sí. Hablamos de lugares donde se baila y se comparten sensaciones, donde se conoce gente… Donde suceden todas estas cosas que nos gustan a los que nos emociona la música.
En la canción Romamor dicen que “bailar de lejos sí es bailar”. Me pregunto qué pensará Sergio Dalma de esto…
(Risas) Somos muy fans de la música italiana. De hecho, el Brava del nombre del grupo viene de una canción de Mina Mazzini. Desde críos hemos escuchado mucha música italiana, todo ese trasvase que había entre España e Italia desde los años 70, que luego se perdió. Y también a Sergio Dalma cuando empezó. Bailar de lejos sí es bailar, claro que sí. Creo que él estaría de acuerdo, porque por lo que he podido ver en las entrevistas, parece un tío muy cachondo.
“Si alguien va tarareando una canción tuya mola mucho. Forma parte del público. Es un éxito y quizás el mayor reconocimiento”
Hablando de referencias: la primera canción del disco se titula Tierra para bailar, como un disco de Radio Futura. Podría ser una coincidencia, pero en la letra hay más referencias, como esa “escuela de calor”. No es casual, ¿no?
Somos muy fans de Radio Futura, Golpes Bajos, Tino Casal… La gente más atrevida y vanguardista de los ochenta. También nos gustan clásicos como Los Secretos o Nacha Pop, pero Radio Futura siempre ha estado en primera línea. En Tierra para bailar hablamos de nuestra tierra, de Vega Baja del Segura, que es una tierra de baile, de afters… Allí acababa la ruta en los noventa. Ahora se ha denostado por las drogas, pero siempre que podemos la reivindicamos. La Movida también tenía sus lados oscuros, pero ha llegado mejor a nuestros días. Hay varios guiños a Radio Futura en esa canción.
El disco incluye varias colaboraciones (Bely Basarte, Suu, María de Juan, Javiera Mena…), y todas ellas femeninas.
No fue premeditado. No hemos sido mucho de colaborar, igual ahora es más común. Me parece guay. Estas chicas nos dijeron que sí cuando se lo propusimos y eso habla muy bien de su valentía, de meterse en un proyecto que igual no tiene nada que ver con lo que ellos hacen. Nos gusta la gente que se atreve y que no tiene prejuicios. Cuando se suman dos proyectos, todos crecemos.
Este disco tiene que funcionar muy bien en festivales y grandes recintos, pero ustedes siguen apostando por el circuito de salas, siempre tan necesario.
Queríamos llevar nuestro club Sharirop a distintas ciudades, necesitábamos recuperar el ambiente de las salas. Los festivales están apoderándose de todos los espacios musicales. Hay muchos factores, pero a las salas cada vez les cuesta más. Hablamos con otras bandas y antes podías hacer un concierto de veinte fechas, pero ahora se está reduciendo a unas pocas ciudades. Queríamos encontrarnos con nuestra gente. El ambiente de las salas es incomparable, sin menospreciar los festivales, porque allí se forma un ambiente muy bueno, convives con otras bandas… Es una celebración. Costara lo que costase, queríamos desarrollar el concepto de club Sharirop, que va más allá de las canciones del disco.
Así es como vienen a la Tótem, donde van a ofrecer algo más que un concierto.
Es algo más que un concierto, sí. Hemos hecho unas pulseras de festival, hay un neon allí en el que nos haremos fotos con la gente… Antes del concierto saldremos a tomar una birra y a hablar con el público, mientras pincha Nando Costa, uno de los mejores DJ nacionales. Luego haremos el concierto, y después, Neoverbeneo, que es el proyecto de Aaron, el teclista de Varry, con Nando. Armamos una buena fiesta. Empezaremos a las 20.00 y acabaremos cuando nos dejen.