El arte del arropamiento entre mujeres
Antartika Kultur acoge hasta el 12 de enero el ciclo ‘Evocar, Convocar’, arte textil que reúne obras de 11 creadoras
La calle Mayor de Pamplona se vistió ayer de memoria y arte con una intervención en la fachada del edificio que ocupa el número 53, sede de Antartika Kultur Kontainer. Tejidos realizados por mujeres colombianas sobrevivientes a la violencia cubrieron el inmueble, uniendo territorios y voces en un mismo mensaje de resistencia. Así dio comienzo una serie de exposiciones, talleres y documentales que exploran cómo el arte textil, liderado por mujeres artistas y activistas, se convierte en una herramienta poderosa frente a las violencias de género.
El marco del 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, fue central en la conceptualización y presentación del proyecto. Según Maisa Covaleda, comisaria del proyecto Evocar, Convocar, el arte textil, a menudo minimizado en la jerarquía del arte, “ha sido acallado y silenciado, y todavía tiene muchas cosas que contar”. En esta muestra, las obras no solo reflejan habilidades manuales, sino “experiencias de vida y luchas compartidas” ha añadido. “Aquí hay obras de mujeres de distintos orígenes; han creado obras y compartido espacio, y todo lo que sucede con la experiencia”, ha subrayado.
Lo primero que se ve al cruzar el umbral de la sede de Antartika son telas colgadas, bordados que recogen los nombres de líderes sociales y mujeres asesinadas desde la firma de la paz en Colombia en 2016. Sus nombres, grabados con hilos rojos, “narran una historia que se niega a quedar en el olvido”, ha explicado Ana Milena Gómez, una de las artistas del proyecto. “No se oyen sus voces, pero sus vidas perduran en esos hilos” tejidos por manos de mujeres que, desde la distancia, “mantienen vivas sus luchas”. Este acto cargado de simbolismo se enmarca en el proyecto del arropamiento del edificio, denominado Hilvanario.
El arte de la fachada fue el punto de partida del evento. “Esta técnica artística consiste en cubrir edificios con telas de gran tamaño, transformando su arquitectura en un lienzo para la memoria y la denuncia” ha explicado Maisa Covaleda. En este caso, las telas utilizadas narran historias de resiliencia, creadas por mujeres colombianas en proyectos colectivos de costura que “han rendido homenaje a víctimas del conflicto armado en lugares emblemáticos como el Palacio de Justicia o el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación de Bogotá” ha añadido.
La acción ha contado con la presencia del vicecónsul colombiano, Andrés Ordóñez, quien subrayó los vínculos históricos y culturales entre Navarra y Colombia, así como la relevancia de iniciativas que promuevan la paz y la memoria.
La comisaria compartió el origen y los objetivos del Hilvanario. “Este proyecto surge de un lugar de reunión de las mujeres”, ha explicado, “resaltando cómo las dinámicas de los costureros colectivos, se convierten en espacios de creación, intercambio y memoria”. En ese contexto, las mujeres, muchas de ellas sin formación artística previa, han tejido no solo piezas textiles, sino también relaciones personales y comunitarias. Covaleda ha destacado que, a pesar de no considerarse grandes artistas, estas mujeres “cuentan sus propias historias, y eso ya es una gran parte del arte”.
La exposición Evocar, Convocar reúne obras de 11 mujeres artistas y activistas, Ana Milena Gómez, Vanesa Nieto, María Jiménez, Natalia Alzate, Esther Vital, Virgelina Chará, Grupo de mujeres palestinas y chilenas, Teresa Sabité y las mujeres Misak. Estas exploran la riqueza del arte textil como lenguaje de denuncia y esperanza. Además, se exhiben trabajos realizados en diversos costureros colectivos organizados tanto en la comunidad Foral y Colombia como en otros países como Chile o Palestina, traídas exclusivamente a Pamplona para esta exposición.
Trabajos como las arpilleras investigadas por Esther Vital, evidencian las múltiples violencias sufridas por las mujeres en territorio chileno y su capacidad para transformar el dolor en resistencia.
Al integrar las historias de mujeres de diferentes países, el proyecto “evidencia las similitudes en las luchas frente a la violencia y la marginación en todo el mundo”, ha añadido la comisaria.
La exposición despliega una variedad de técnicas dentro del arte textil, cada una con un enfoque que amplifica las historias que cuentan. Desde el bordado sobre papel y el deshilado, que evocan “fragilidad y reconstrucción”, como explica Ana Milena Gómez, hasta las arpilleras, cargadas de narrativas de resistencia, cada obra aporta “un lenguaje visual propio”. También se presentan impresiones serigrafiadas sobre textil y jabón, resaltando la textura y la efimeridad, junto a piezas de punto de cruz por parte de las mujeres palestinas, y dibujos con hilo que “resignifican la tradición artesanal”.
Como ha destacado Maisa Covaleda, “aunque las mujeres vivan en territorios distintos, sus luchas encuentran eco entre sí”. En este sentido, Evocar, Convocar se presenta como un acto de unión, un homenaje a las voces que siguen alzándose y un recordatorio de todo lo que queda por tejer en la “búsqueda de justicia e igualdad”.
La exposición estará abierta al público hasta el 12 de enero de 2025, Desde el arte textil hasta la narración comunitaria, Evocar, Convocar invita a reflexionar sobre la importancia de la memoria colectiva y el poder del arte como herramienta para construir un presente más justo. Pamplona, con esta muestra, no solo se viste de arte, sino de historias tejidas con resistencia, esperanza y solidaridad.
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