Ainhoa Tejerina presenta su primera exposición fotográfica en solitario en Tafalla: ‘In nomine patris’
Reúne más de un centenar de imágenes sobre fiestas y tradiciones, explorando la conexión entre lo sagrado y lo profano a través de la emoción y el arraigo cultural
Ainhoa Tejerina, pamplonesa afincada en Tafalla desde hace 17 años, inauguró el pasado 28 de marzo en el Kulturgunea de Tafalla, In Nomine Patris, su primera exposición fotográficaen solitario. Esta muestra, que se enmarca dentro de la Primavera Fotográfica que anualmente organiza el colectivo local Higuera Argazki Elkartea, recoge más de un centenar de imágenes que exploran la “tradición, fiesta y arraigo. Seréis testigos de ritos en los que lo profano y lo sagrado se entrelazan dando forma a celebraciones que han perdurado a lo largo del tiempo”. Algunas tan impactantes como Los Escobazos en Jarandilla de la Vera o El Vítor en Mayorga de Campos. Aunque hay muchas más. “No he contado el número exacto de fotos, pero seguro que hay más de cien”, apunta Ainhoa.
La muestra está diseñada para transmitir diferentes emociones a través de la organización del espacio. “Más allá de documentar estas manifestaciones culturales, mi verdadero propósito es otro. Lo que realmente me interesa es que esta exposición os haga sentir. Que, a través de cada imagen, podáis experimentar el fervor, el silencio, el recogimiento, la exaltación, la devoción, la belleza, el misterio… todo aquello que impregna estas fiestas y que yo misma sentí al estar allí”, explica. Por ello, Ainhoa ha dividido la exposición en dos partes: una zona en color, con imágenes vibrantes y potentes, y otra en blanco y negro, ubicada en un espacio más recogido, “casi como una iglesia”. “El blanco y negro me transmite más emoción, recogimiento. He querido crear un ambiente de silencio, donde cada uno pueda encontrarse con sus sentimientos”, cuenta.
La exposición también cuenta con una gran cruz ubicada en el centro de la sala, que ayuda a llenar el espacio y refuerza la estética general. “Al final, más que una muestra de tradiciones, es una invitación a vivirlas, a dejar que cada imagen os transporte a ese instante y a esa emoción”, afirma.
Aunque las festividades que retrata tienen un origen cristiano, Ainhoa señala que muchas personas participan por tradición, independientemente de sus creencias. “Me he encontrado con gente que me dice: ‘Yo no soy creyente ni voy a la iglesia, pero esto lo hacía mi abuelo, mi padre... y yo sigo haciéndolo’”, comenta. El título de la exposición es también un homenaje a su padre, recientemente fallecido. “Como le gustaba tanto la fotografía, me pareció que este título, In Nomine Patris, encajaba perfectamente”, explica.
Hay que estar dentro
Fotografiar este tipo de festividades no es tarea fácil. Ainhoa suele usar un objetivo angular (12-24 mm), lo que implica que debe estar muy cerca de la acción para conseguir buenas tomas. “Tienes que anticiparte. Si una procesión va llena de gente y cambia de dirección, o te mueves rápido o te quedas fuera”, explica.
Algunas de las festividades más impactantes para ella han sido las que involucran fuego. “Los Escobazos es impresionante: la plaza llena de llamas, la gente golpeándose con escobas en llamas, el sonido, la emoción... Es un ritual que hay que vivir”, describe. También destaca El Vítor, donde los participantes cargan antorchas con pellejos de uva empapados en brea, lo que hace que las llamas goteen sobre ellos. “Aunque vayas protegida, siempre acabas con alguna quemadura”, confiesa.
Hasta el 27 de abril
In Nomine Patris está, que estará disponible para el público hasta el próximo domingo 27 de abril, está diseñada específicamente para la sala del Kulturgunea de Tafalla, aunque Ainhoa no descarta llevarla a otros espacios en el futuro. “Cada sala es diferente y me gusta adaptarme a cada lugar. Por ello no podría llevar esta misma exposición tal cual a otro sitio, tendría que modificar la distribución y la selección de imágenes”, explica.
Y aunque tenga material para presentar más muestras, por ahora su prioridad es seguir viajando y documentando fiestas y tradiciones. “La organización de la exposición me ha llevado bastante tiempo, por lo que llevo unos meses parada, sin salir fuera. Si me dedicara profesionalmente a la fotografía, sería otra cosa, pero compaginarlo con mi trabajo como profesora y mi vida familiar ha sido complicado”, reconoce. De hecho, lo que más disfruta Ainhoa es “la acción, el estar ahí y vivirlo. Luego ya vendrá el momento de editar y exponer”.
El ojo tras el objetivo
Ainhoa creció rodeada de fotografía. Su padre, un gran aficionado, siempre llevaba una cámara consigo y su madre también sentía pasión por la imagen, especialmente en formato de vídeo. “En mi casa siempre ha habido fotos, diapositivas, álbumes... La imagen ha sido algo natural para nosotros”, cuenta. Desde joven, ella también se sintió atraída por la fotografía y con su primer sueldo se compró una cámara y comenzó a capturar momentos de su entorno. Autodidacta en gran medida, Ainhoa ha realizado algún cursillo básico, pero su aprendizaje ha sido principalmente práctico. “Como en mi casa la fotografía siempre ha estado presente, lo he aprendido de forma natural”, explica.
Su estilo requiere rapidez y anticipación: “No es como fotografiar un paisaje, donde puedes tomarte tu tiempo para ajustar el ISO, la velocidad y el diafragma. En los eventos populares te puedes encontrar con cambios bruscos de iluminación, movimiento constante... Tienes que anticiparte y reaccionar rápido. Además, como decía antes, yo suelo fotografiar con angulares y para captar el momento tienes que estar dentro de la acción. Pero no puedes estar eternamente, hay que dejar espacio a otros compañeros y en muchas ocasiones, solo tienes un par de segundos para hacer la foto”. En ese sentido, Ainhoa sostiene que su cámara suele estar configurada con prioridad a la velocidad, lo que le permite captar momentos fugaces sin perder la esencia de la escena.
Temas
Más en Cultura
-
Un niño daña un cuadro valorado en 50 millones de euros en un museo de Róterdam
-
El Beltza Weekend celebrará su 7ª edición los días 4, 5 y 6 de septiembre
-
'Casting Lear' y 'El día del Watusi', favoritos a los Max de teatro con cuatro nominaciones cada una
-
'Cambium' y 'Kukuaren Kanta', en Documenta Madrid