Dos jóvenes de 22 y 26 años, vecinas de Álava y Navarra, respectivamente, ha sido rescatadas este miércoles tras lesionarse una de ellas un tobillo en la Cola de Caballo (Ordesa).

La Cola de Caballo es una emblemática cascada situada en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, en el Pirineo aragonés, y constituye una de las rutas de senderismo más populares de la cordillera. Su nombre proviene de la forma del salto de agua, que recuerda a la melena de un caballo.

La ruta comienza en la Pradera de Ordesa, accesible desde Torla mediante autobús en temporada alta. Desde allí, se sigue el sendero GR-11, que asciende por la margen derecha del río Arazas. A lo largo del camino, se atraviesan diversos puntos de interés, como las cascadas del Estrecho y las Gradas de Soaso, antes de llegar al circo de Soaso, donde se encuentra la Cola de Caballo, lugar en el que se accidentó la senderista.

17 personas rescatadas

Especialistas de la Guardia Civil han rescatado en tan sólo tres días y en catorce operaciones de salvamento a 17 personas que sufrieron accidentes, dolencias repentinas y cansancio o un ataque de pánico mientras practicaban el montañismo, la escalada, el senderismo o el barranquismo en el Pirineo de Huesca.

Según informa el Instituto Armado, el accidente más grave se produjo el pasado día 11 de agosto y se saldó con la muerte de un montañero de Pamplona de 26 años que cayó por una cortada mientras realizaba una travesía en la cresta del pico Russell, en Benasque.

Durante esa misma jornada fueron rescatados un senderista valenciano de 67 años enriscado en la Cresta de Llosa, en Benasque, y un montañero francés de 42 que sufrió un golpe de calor en Torre Marboré, en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.

La jornada del 12 agosto concentró el mayor número de rescates, que se iniciaron a las 11 horas con los traslados de un senderista de Castellón de 23 años con esguince de tobillo en el ibón Bramatuero Alto, en Panticosa, y continuaron con los de una barranquista francesa de 43 con un tobillo roto en el barranco de la Peonera, en Bierge, y de un senderista francés de 28 en Pico Blanco (Fanlo) que se produjo una herida en la cabeza debido a un tropiezo.

Además, fueron rescatados una menor belga con agotamiento en Muro de Bellós (Puértolas), una pareja de Huelva en el Rincón del Cielo, en Benasque, al sufrir la mujer, de 48 años, de taquicardia y de desvanecimientos, y una senderista francesa de 42 con fractura de tobillo y de dedos de un pie en la senda 'Camille', en Aragüés del Puerto.

También fueron evacuados ese mismo día dos escaladores de Barcelona de 26 y 52 años que se vieron sorprendidos por una tormenta eléctrica y fuertes vientos en el pico Tempestades, en Benasque.

En la jornada del 13 de agosto fue rescatada una senderista francesa de 42 que sufrió un ataque de pánico en el Mallo del Acherito (Ansó), una mujer domiciliada en San Sadurní d'Anoia de 52 con signos de agotamiento en Montfalcó (Viacamp) y una senderista francesa de 27 con esguince de tobillo en las cercanías del Parador de Pineta (Bielsa).

Levantar hitos cerca de los ríos puede perjudicar los ecosistemas, alerta Ordesa

El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido ha advertido de los efectos negativos que puede tener la construcción de hitos —pequeños montones de piedras— en cauces de ríos, lagos o costas. Aunque puedan parecer inofensivos o incluso artísticos, cuando no cumplen una función de orientación alteran hábitats frágiles, destruyen refugios de insectos, peces y otros animales, y favorecen la erosión de las orillas.

Hitos con piedras en un sendero. Flickr

Las rocas ribereñas también albergan algas y musgos, base de la cadena alimentaria acuática, cuya eliminación interrumpe estos ciclos naturales. El parque recuerda que estos paisajes poseen un valor geológico y cultural propio, y pide a los visitantes que eviten manipular las piedras para preservar la biodiversidad y la estabilidad del terreno.