El pasado martes 6 de mayo, un grupo de siete personas que se identifican como montañeros y ecologistas procedió a cortar una docena de clavijas del paso de Cotatuero, en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Su acción busca, según afirmaron en un comunicado, "devolver a la naturaleza el santuario de los bucardos y urogallos", especies que consideran amenazadas por la masificación turística y la actividad deportiva en la zona.

En el texto difundido por redes, el grupo denunció la transformación del parque en un "parque de aventuras" y recordó que, en el último siglo, Ordesa ha perdido buena parte de su fauna salvaje, incluyendo el bucardo, el oso, el lobo, el lince y el urogallo. Aseguraron que la intervención busca revertir ese deterioro ecológico y señalaron que colocaron carteles de advertencia en todos los accesos a Cotatuero.

Según explicaron, la parte inferior de las clavijas fue retirada, aunque precisaron que el paso sigue siendo accesible mediante un rápel de 20 metros, especialmente para montañeros experimentados que desciendan del Gallinero. Además, instaron a iniciar un proceso de reintroducción del bucardo, proponiendo la colaboración con el Parque Nacional del Gran Paradiso, en Italia.

Qué son las clavijas de Cotatuero

Las clavijas de Cotatuero son un paso histórico ubicado en el Circo de Cotatuero, en la vertiente norte del valle de Ordesa, en pleno Pirineo aragonés. Fueron instaladas en 1881 por encargo del cazador británico Lord Buxton, quien contrató a dos herreros de Torla para facilitar el acceso a las zonas altas del circo y así practicar la caza de especies como el bucardo y el urogallo.

Este paso, que se inicia en la Pradera de Ordesa y asciende por un empinado sendero hasta superar un muro rocoso, se ha convertido en un punto emblemático para montañeros y excursionistas. La acción del grupo ecologista ha generado reacciones divididas entre defensores del acceso tradicional a la montaña y quienes priorizan la restauración del equilibrio natural en espacios protegidos.

La Federación Aragonesa de Montañismo solicita a los montañero que extremen la precaución y elijan "una vía alternativa hasta confirmar el estado de la instalación”.