Jennifer Abbott, directora de cine de 69 años que trabajaba bajo el nombre artístico de Sarah Steinberg responsable de documentales como La corporación, con el que ganó en Sundance en 2004, o The Magnitude of All Things, ha sido hallada asesinada a puñaladas en su apartamento en Camden (Londres, Reino Unido). La policía está investigando el hecho, que sospecha que está relacionado con un robo planeado.
Según varios medios, la Policía Metropolitana está en busca del asesino, quien presuntamente robó un reloj Rolex con incrustaciones de diamantes que la mujer poseía y que ha desaparecido de su vivienda. Varios vecinos declararon al MailOnline que Abbott vivía en ese domicilio desde hacía más de 10 años, tras haberse mudado desde Estados Unidos, donde solía codearse con celebridades.
En sus redes sociales se la puede ver posando junto a figuras de Hollywood como Paris Hilton, Kate Hudson y Dan Aykroyd. Además, ganó un premio por escribir y dirigir un documental sobre la guerra.
Extrañas circunstancias
Abbott fue vista por última vez el 10 de junio paseando a su perro. La realizadora fue hallada por la policía en su domicilio de Camden alrededor de las 18:00 horas del 13 de junio. Una vecina contó que escuchó gritar a la sobrina de Abbott cuando intentaba entrar en el piso.
Por su parte, el hijo de uno de los residentes del edificio usó una barra metálica para derribar la puerta. El perro de Abbott, Prince, fue hallado encerrado en el baño, milagrosamente con vida tras sobrevivir solo durante tres días. En cuanto a la cineasta, la encontraron con cinta aislante cubriendo su boca.
Un día después de encontrar su cuerpo, se llevó a cabo la autopsia, que arrojó que la causa de la muerte fue un traumatismo por objeto punzocortante.
Una amiga de la artista comentó que Abbott le confesó, entre lágrimas, que tenía miedo de dormir por las noches. "Una vez no pudo salir del piso por la cantidad de drogadictos que había en la calle", dijo.
"Su sobrina dijo que tenía muchas joyas, así que la policía debe comprobar si falta algo más", agregó la testigo. Otro vecino comentó que el edificio había tenido problemas con personas sin hogar que rompían puertas para dormir dentro. "Antes entraban muchos sintecho, dormían dentro, hacían sus necesidades. La policía comunitaria venía a menudo. Pero ya no tanto", desveló.