'Ars Naturae - Natura artis': ocho miradas femeninas sobre la naturaleza en Bertiz
El arte y la naturaleza se entrelazan en una propuesta expositiva singular titulada 'Ars Naturae - Natura artis', que reunirá a ocho mujeres artistas en el Jardín Botánico del Parque Natural de Bertiz en una declaración de respeto y fascinación por la naturaleza como origen, impulso y materia del arte.
La consejera de Cultura, Turismo y Deporte, Rebeca Esnaola, ha visitado este martes la muestra, que se engloba en el programa Kultur y que se podrá ver en el jardín histórico-artístico de Bertiz hasta el 31 de agosto, informa el Gobierno de Navarra en un comunicado.
Las ocho artistas
La exposición, en la que han participado ocho artistas del colectivo artístico Varipointa (Leire Olkotz, Idoia Iribertegui, Berta Suescun, Mila García, Gabriela Barrio, Itziar Goñi, Rebecca Gil y Concha Pasamar), plasma, más allá del paisaje, la flora o los elementos que componen el entorno.
Se adentra en una concepción más profunda de la naturaleza, aquella que también habita en cada ser, en las condiciones, instintos y capacidades. Del mismo modo, el arte se concibe aquí no solo como creación estética, sino como destreza vital. Así, naturaleza y arte se presentan como expresiones entrelazadas, en constante diálogo.
Relato en forma de cuento
Cada artista ocupará un fragmento del espacio con un conjunto de obras inspiradas en su propia interpretación del mundo natural. La diversidad de técnicas, lenguajes y sensibilidades se verá unificada a través de un relato narrativo en forma de cuento, concebido como hilo conductor de la muestra.
Este cuento, inspirado en el entorno del Parque Natural de Bertiz, irá emergiendo a lo largo del recorrido expositivo mediante pequeños símbolos y pistas sutilmente integradas en las obras. El público se convierte así en parte activa de la propuesta, reconstruyendo la historia y conectando las piezas entre sí.
La experiencia culmina con un gesto participativo: al final del recorrido, una maleta abierta y hojas en blanco invitarán a las personas visitantes a continuar el cuento, aportar su interpretación o dejar su propia voz. De esta forma, el arte se expande más allá de los límites de la obra y el relato se convierte en un organismo vivo y compartido.