Inazio: “Cuando toco en Pamplona siento más presión”
En tan solo cinco años, Inazio ha conseguido hacerse un hueco en el panorama nacional. Este jueves y viernes presentará en Zentral su disco ‘Música para bailar sobre el agua’
Nació en Logroño, pero desde que tiene menos de un año ha vivido en Navarra. ¿Responsabilidad especial por estos conciertos en casa?
–Sí, sí, mucha, porque en casa siempre hay más expectación, siempre hay más nervio. Realmente luego no es así porque la gente no va con esa predisposición, pero uno siempre tiene la sensación de que tiene que demostrar más, de que tiene que devolverle a tu tierra todo lo que te ha dado. Y tu tierra es tu gente, la peña que ha estado ahí desde el principio, que te apoyó, que te ha querido, antes incluso de la música y de tus éxitos. Entonces eso hay que devolverlo. Por eso, cuando todo en Pamplona siento más presión.
En su caso, además, hace de embajador, porque en muchas entrevistas suele citar Navarra. Incluso en una de las canciones, Mi mejor versión, menciona el monte del Perdón.
–Sí. Siempre le digo a todo el mundo que yo cuando llego a Pamplona beso el suelo que piso, siempre he tenido ese cariño especial. Quizás soy más activista en ese sentido. Hay mucha gente que lo vive de otra manera; mi abuelo es súper navarro, por ejemplo, pero tampoco va por ahí pregonando Navarra. Yo sí que soy como muy defensor de lo mío. Cuando llegué a Madrid me decían que era un provinciano, y yo súper orgulloso de ser provinciano y de ser algo. Y en Mi mejor versión quise hacerle ese pequeño homenaje a mi tierra, a mi gente. Viví siete años en Iturrama y luego ya me mudé a Zizur Mayor, y mi casa da al Perdón. Mi cuarto da a la Higa de Monreal, pero mi casa está mirando al Perdón. Para mí es un lugar icónico porque es el monte que siempre he visto, está ahí al lado y lo he subido mil veces. Cuando vuelvo a casa en tren, siempre entra por detrás del Perdón. En cuanto lo veo, pienso: ya estoy en casa.
“Cuando llegué a Madrid me decían que era un provinciano, y yo súper orgulloso de serlo; soy muy defensor de lo mío”
En su música hay una parte muy actual, como corresponde a un chaval de su edad, pero también hay una raíz más clásica, más pop, más rock, más folk. ¿Cuáles son esas raíces, esas influencias que le llevan a esta música?
–Justo ayer hablaba con un amigo de que la música folclórica o el folclore del que yo tengo referencias, realmente no es un folclore español, que sería más el flamenco, las jotas, las chirigotas, los mil cantos y danzas que hay en España. Cuando pongo el matiz de folk me refiero al folk americano, que al final tiene muchas de sus raíces relacionadas con la tierra, con la naturaleza y la conexión que tienes con ella. Y ya no solo con la tierra y la naturaleza, sino la tierra en sentido cultural: tu gente, cómo la geografía moldea el carácter y la personalidad de las personas que la habitan. Cuando empecé a tocar country, que me encanta, sentía que me conectaba con mi tierra, con el campo, con mi gente. Me encantaría cantar jotas, pero las canto muy mal; me encantaría hacer algún día una canción como la que hizo Amaia del parque Yamaguchi. Pero sí, yo al final todas las referencias que he sacado de mi propia tierra las he amoldado a un sonido que es, digamos, más americano.
Cada día hay multitud de nuevos lanzamientos musicales. ¿Cómo se hace para captar la atención del público en semejante maremágnum?
–Yo creo que hay un factor de suerte, providencia, estar en el sitio y en el momento adecuado, porque realmente, si me pregunto por qué yo y no otro, no conozco la respuesta. Por un lado, saqué canciones en el momento y en el lugar indicados; el momento fue la pandemia, saqué la primera canción con todo el mundo encerrado; y el lugar era la Universidad de Navarra, donde hay muchísimo navarro, pero también muchísima gente de toda España, y esa gente podía escuchar tu canción y llevársela luego a su casa, a su ciudad, a su pueblo, a su provincia, y que la escucharan allí. Y bueno, a la gente le gustan mis letras, le gusta cómo canto… Es cierto que siempre he cantado y siempre me han dicho que cantaba bien, entonces esa parte ya la tenía. También me gusta mucho escribir y leer… No sé, es que realmente no hay una única razón. Tengo un montón de colegas súper talentosos, diría que muchísimo más que yo, y sus proyectos no terminan de arrancar. Creo que el tiempo también pone a todo el mundo en su sitio y que las cosas buenas siempre acaban saliendo a la luz.
Tuvo éxito desde el principio, pero luego ha podido mantenerlo, que no es fácil…
–Tuve suerte de que ese primer disparo dio en la diana, que es raro y es difícil. Pero lo importante, creo yo, es que luego el proyecto se ha sostenido y ha crecido de manera muy orgánica. Hubo un primer éxito que fue la canción Vacío, y luego las canciones que saqué después no tuvieron tanto éxito como esa primera. Pero bueno, la gente las escuchaba, las conocía. Después saqué otra que se llama Norte y que estuvo otra vez muy arriba, y luego otras tres que tampoco tanto, luego de repente otras dos que sí… Es un mundo de altibajos y no es fácil. Tienes que trabajar mucho y tienes que tener la suerte de poder estar en el lugar y en el momento adecuados.
“La música es un mundo de altibajos y no es fácil. Hay que trabajar mucho y tener la suerte de estar en el lugar y el momento adecuados”
La gira del disco está yendo muy bien, con entradas agotadas en varias ciudades, entre ellas Pamplona, donde ha sacado una segunda fecha…
–Sí, y es importante porque un músico no vive de las reproducciones. Como ya no se venden discos, tendrías que tener muchísimos números para poder vivir de Spotify. Se sigue viviendo de hacer giras, y la verdad es que esta primera gira de este primer disco ha ido muy bien, hemos llenado en Bilbao, Madrid, Valencia, Barcelona... Hemos agotado la primera fecha de Pamplona (el viernes) y hemos anunciado una segunda para que nadie se quede fuera (el jueves). Estoy muy agradecido porque la gente tiene mucho cariño hacia mi proyecto, confía en él, cree en él y está pendiente de lo que saco, de cuándo salen entradas… Es increíble poder recorrer tu país cantando tus canciones y que la gente vaya con tan buena predisposición a escucharlas y a cantarlas contigo. Es una pasada.
Ha anunciado varias colaboraciones para esos dos conciertos de Zentral.
–Sí. Siempre me hace ilusión, en estos conciertos más grandes, darle ese gusto a mi gente y a mis colegas. Nos encanta cantar juntos, nos lo pasamos tan bien… Porque al final no van a venir solo a cantar. El sábado tenemos una comida todos. Tenemos mucha confianza juntos en el escenario y, lo más importante, tenemos muy claro que el éxito de uno es el éxito del otro, que siempre vamos a una. Va a ser un fiestón.
Además de la gira, también ha lanzado un par de singles, KATNISS y Campo delirios. ¿Son el adelanto de un disco nuevo?
–Sí. Estoy preparando el siguiente disco, que aún le queda bastante, pero estoy sacando pequeños adelantos. La acogida de KATNISS y Campo delirios ha sido buenísima, estoy feliz porque sé que mi música no es siempre la misma, el proceso artístico es muy cambiante. Sé que sigo sonando a mí mismo, pero son apuestas distintas, son canciones diferentes a lo que había sacado antes y la gente las ha acogido muy bien.
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