pamplona - La víctima número 8 ha sido rodada en Bizkaia y Madrid y abre con un atentado yihadista en el Casco Viejo bilbaíno. César Mateo, María de Nati, Verónika Moral, Marcial Álvarez, Farah Hamed, Lisi Linder e Iñaki Ardanaz encabezan el reparto.

¿Cómo se ha sentido en el papel de Omar?

-Francamente bien, es un personaje muy atractivo de hacer. Tiene mucha fuerza y era muy diferente a lo que había hecho hasta el momento. Después de acabar el rodaje he hecho la lectura de todo lo que ha sido la serie y el balance ha sido muy positivo. El trabajo que hemos hecho todos ha sido muy intenso; Omar ha sido maravilloso, pero también lo he sufrido bastante.

¿Ha sufrido?

-El personaje no vive una situación agradable, pero para un actor todas la situaciones duras tienen sus matices. Ha sido un personaje muy duro, también gratificante. He sentido muchas contradicciones siendo Omar y le tengo un amor incondicional y profundo a este personaje.

¿Ha tenido algún referente para trabajar sobre un personaje de las características de Omar?

-No me he fijado en nadie en particular. No he cogido tampoco ninguna guía basándome en algún otro actor. Es un personaje que vive una situación muy particular, solo con el hecho de comprometerte con el aquí y el ahora de lo que le sucede a Omar era más que suficiente para meterte de lleno en el papel. Contaba con mucho material. También hicimos el trabajo previo antes de entrar, hay ensayos, hay directrices. He tenido muchos apoyos.

¿Qué ha sido lo más difícil del personaje y de la grabación?

-Nada especialmente, aunque es cierto que hubo momentos muy duros. Quizá lo más difícil fue adaptarme físicamente a determinadas secuencias que el personaje vive. Hacer a Omar ha sido muy exigente físicamente y se han producido momentos complicados; me refiero a poder aguantarlos, estar a tono y que la fatiga no me pudiera.

¿Firmaría por hacer otro personaje de estas características?

-Mañana mismo. Omar es un personaje que vive situaciones muy extremas que van creciendo capítulo a capítulo. Es una serie muy intensa en su conjunto.

Tres series muy seguidas para el tiempo que lleva en la interpretación, dos de ellas en Tele 5.

-Quizá no en tampoco tiempo, hice B&B, y al año de terminar ésta, hice El accidente y después La víctima número 8. No está mal la trayectoria, estoy muy contento con cómo me está yendo en una profesión que no es fácil y en la que estamos mucha gente. Empecé a estudiar interpretación con 18 años y durante un tiempo me dediqué a formarme y ver dónde me estaba metiendo.

¿No se fiaba de dónde se estaba metiendo?

-Ja, ja, ja? Sabía lo que quería ser, pero sé que esta es una carrera de fondo, que hay que estar preparado para ella y nunca dejas de aprender, de estar en formación constantemente. Salí de la escuela y tuve la oportunidad de trabajar en B&B. Glomedia me dio esa oportunidad a través de Luis San Narciso, estoy orgullo de haberlo conseguido. Fue una gran oportunidad, estuve dos temporadas y puedo decir que se aprende mucho trabajando. Para mí fue como otra escuela

¿No le dio miedo asumir una serie cómo B&B? Había muchos actores muy conocidos.

-Era mi primer trabajo, claro que me daba miedo, era muy joven, tenía solo 23 años, pero tenía que empezar y todos se portaron muy bien conmigo. La verdad es que conté con la ayuda de todos los que estuvieron a mi alrededor.

Entró directamente en televisión?

-Sí. Hice también teatro, pero cuando estuve en B&B quizá fue más alternativos. A nivel más profesional, este año he hecho Lulu con Luis Luque. Es un medio que también me interesa mucho

¿Siempre tuvo la idea de ser actor? ¿Cómo llega hasta una escuela de teatro?

-Quizá fue por curiosidad, no lo sé. Empecé a desarrollar esa curiosidad y a sentir deseos de ver hasta dónde podía llegar. Quería desarrollar algo artístico y surgió la interpretación. Tenía un gusanillo dentro y surgieron las ganas de explorarme y de explorar si daba de sí lo que sentía. Hay campos que a lo mejor no tienes tan previstos y quieres ver hasta qué punto pueden ser un lugar de partida. Mi hermana también es actriz, yo me metí en este mundo y me atrapó, no he vuelto a salir de él.

Era usted muy joven para tomar una decisión de este tipo, ¿no tenía un plan B?

-Sigo estudiando, si no es interpretación son idiomas, pienso que hay que tener la cabeza en otras cosas, pero no por tener una alternativa por si algo falla y tengo que dejar lo que estoy haciendo, más bien porque a la larga todo va a sumar en tu profesión y te va a ayudar a gestionar el trabajo. Al año de haberme metido en la escuela, ya sabía que esto era a lo que me quería dedicar, que no quería otra cosa.