tolosa. A Pablo Berasaluze se le torció el tobillo izquierdo cuando cedía por 10-16 en el Beotibar de Tolosa y ahí se fundieron sus escasas posibilidades de derrotar a Sebastien Gonzalez. El delantero vizcaíno optó por una retirada obligada y el último billete para las semifinales se lo quedó el lapurtarra. Así se completó el pleno en el Cuatro y Medio de Aspe, cuyos pelotaris han copado las cuatro plazas para la liguilla de la penúltima ronda. Gonzalez ganó por la lesión de su rival, pero en la cancha impuso su pegada y su poderío físico que, de no haber mediado el contratiempo de Berasaluze VIII, también le habrían servido, salvo catástrofe, para clasificarse por primera vez en su carrera para las semifinales de la jaula.

Gonzalez mandó casi desde el inicio. Sólo un sotamano arrimado a la pared y una cortada de similar calibre de Berasaluze VIII le enviaron a la lona en el arranque (2-0). Una falta de saque del lapurtarra retrasó su reacción (3-1), pero, en cuanto pudo exhibir su potencia, Gonzalez se escapó sin remisión hacia la victoria. Especialmente espectaculares resultaron dos tantos del delantero de Askain. El que le otorgó su primera ventaja, el 3-4, llegó tras una violentísima volea con la zurda a la que Berasaluze VIII no tuvo tiempo ni para correr. Y el 6-11 subió al electrónico tras una jugada de saque-remate que el lapurtarra solucionó con un ajustadísimo gancho, también con su mano buena, la izquierda.

Berasaluze VIII, desbordado por la violencia en el golpeo de su rival, siempre circuló a la contra en el marcador. Superado por los acontecimientos y por la falta de ritmo, el vizcaíno decidió arriesgar. Pero ni por esas. Para colmo de males, el delantero de Berriz se torció al tobillo izquierdo al intentar devolver un ataque de Gonzalez. El lapurtarra envió la pelota al ancho en dos ocasiones consecutivas. Y en la segunda pilló a contrapie a Berasaluze VIII, que se trastabilló y se torció el tobillo. Con evidentes gestos de dolor y sin poder apoyar el pie izquierdo, el vizcaíno se retiró al vestuario. Regresó unos minutos más tarde, después de que Gonzalez, en un gesto de extrema deportividad que le honra, le visitara en dos ocasiones para interesarse por su estado. Pero tras un breve peloteo que apenas duró unos segundos se dio cuenta de que su tobillo había dicho basta. Perdía por 10-17 y ahí concluyó su trayecto por el Cuatro y Medio. El suyo y el de su empresa, Asegarce, que se quedó sin representantes en la liguilla de semifinales de un torneo en el que defendía el título.