después de cambiar de planes in extremis, invertir -de manera forzada- el orden de la última fase del desafío por convertirse en la primera mujer con 14 ochomiles y decidir, finalmente, atacar primero al Annapurna y, después, al Shisha Pangma, Pasaban y su equipo están ya en línea de salida. El equipo de Al filo de lo imposible llegó el lunes al campo base del Annapurna y, si el tiempo acompaña, hoy mismo comenzará a equipar la ruta. No hay tiempo que perder. Pasaban tendrá que hilar muy fino si quiere hacer cumbre esta primavera en la montaña más peligrosa del planeta y, de allí, dirigirse a la cima que más se le resiste (será su quinto intento al Shisha).
De su lado, tiene una fortaleza formidable, una voluntad de hierro y un potente equipo de cuatro alpinistas remando a su lado. Asier Izagirre, Alex Txikon, Ferrán Latorre y Nacho Orviz serán los gregarios de la tolosarra en esta ambiciosa fase final de su desafío.
Asier izagirre
El primo que le enseñó a escalar
El tolosarra Asier Izagirre es la persona más cercana a Edurne Pasaban de entre los miembros de la expedición. Izagirre es primo de Edurne, nació un año antes que ella en la misma localidad y fue quien le enseñó a escalar en roca. De eso hace ya más de 20 años y en todo este tiempo han pasado de compartir escaladas en la arista del Txindoki a coronar de la mano hasta cuatro ochomiles.
El Broad Peak fue en julio de 2007 el primer ochomil conquistado por este técnico de la Sociedad de Ciencias Aranzadi. Sin embargo, Izagirre había intentado hollar esa misma primavera el Annapurna, con lo que ya sabe a qué se enfrenta.
alex txikon
Albañil, montañero y aizkolari
El vizcaíno Alex Txikon es el más joven de la expedición, y también el más impetuoso. El nervio con el que se expresa da una idea de su carácter, pero sólo una ligera noción porque Txikon es un joven que se sale de cualquier molde. Compagina las expediciones de Al filo de lo imposible con su trabajo de albañil y con la aizkora, una de sus grandes pasiones. Cuatro días antes de partir rumbo a Katmandú perdió 7.000 euros en una apuesta con el aizkolari Joseba Otaegi. Su contrincante fue más rápido levantando la piedra cilíndrica, cortando 14 kanaerdikos y corriendo siete kilómetros. A Txikon, aficionado también a correr medias maratones, le faltaron kilómetros.
En 2007 comandó una peculiar expedición entre Lemoa, su pueblo, y el Shisha Pangma a bordo de una furgoneta de segunda mano. Según decía, quería emular a los primeros himalayistas. Pese a su corta edad ha ascendido siete ochomiles y puede presumir de haber sido el más joven en hollar el Broad Peak. También puede presumir, a pesar de ese ímpetu que le caracteriza, de ser de los que sabe darse la vuelta cuando el cuerpo dice basta: lo hizo la pasada primavera en el Kangchenjunga
Ferrán latorre
Con la cámara a cuestas
De entre los alpinistas que acompañan a Edurne Pasaban en este intento de doblete es Ferrán Latorre quien cuenta con mayor pedigrí montañero. Además de cámara de altura, Latorre es un alpinista de primer nivel que ha ascendido cinco cumbres de más de 8.000 metros -Annapurna incluido- y se ha enfrentado a rutas emblemáticas como el Corredor Hornbein del Everest (abandonó a 8.200 metros) o la norte del Gasherbrum IV. Curiosamente, ha compartido cumbre con Juanito Oiarzabal, Silvio Mondinelli e Iván Vallejo en sus respectivos últimos ochomiles para completar los 14 techos del mundo.
nacho orviz
A última hora, un veterano
El veterano alpinista asturiano Nacho Orviz ha sido el último en unirse al equipo de Edurne Pasaban. Este bombero gijonés, gran amigo de los desaparecidos Ricardo Valencia e Iñaki Ochoa de Olza, destaca por un currículo alpinístico muy diverso en el que lucen escaladas en las agujas de la Patagonia o el Cerro Torre y hasta cuatro ochomiles (incluyendo el Annapurna y el Everest sin oxígeno). Su versatilidad y su experiencia han sido los últimos instrumentos de los que ha echado mano el equipo de Al filo de lo imposible para escribir el nombre de Edurne Pasaban en la historia del alpinismo.