Simplemente no era el día
itxako gana al larvik pero se queda a dos goles de colgarse la medalla de oro Las navarras fueron casi siempre a remolque y eso pesó mucho en un Anaitasuna lleno y volcado con las amarillas
ITXAKO RDN25
LARVIK HK24
ITXAKO REYNO DE NAVARRA Navarro (p), Barnó, Pinedo, Martín (10,4p), Turey (6,3p), Fernández (1) y Barbosa (2) -siete inicial- Stefani (ps), Egozkue (1), Aguilar (2), Tervel, Soit (2), Alonso (1) y Pena.
LARVIK HK Leganger (p), Larsen (4), Loke, Johansen (3), Hammerseng (2), Riegelhuth (3) y Sulland (10,8p) -siete inicial- Breistol, Kristiansen, Breivang (1), Mork (1), Rantala (ps), Stange y Medvedeva.
Marcador cada cinco minutos 1-3, 2-6, 3-7, 5-10, 7-11, 10-11 (descanso) 12-14, 13-16, 15-17, 17-20, 21-22 y 25-24.
Árbitros Bernd Methe y Reiner Methe (Alemania). Mostraron tarjeta roja a la jugadora de Itxako Barnó por triple exclusión (m.52). Excluyeron dos minutos a las locales Begoña Fernández (2) y Pinedo (2), y a las visitantes Hammerseng, Breivang (2) y Breistol.
Incidencias Lleno absoluto en el pabellón Anaitasuna de Pamplona, con unos 3.300 espectadores, un centenar de ellos noruegos. Presidieron el encuentro numerosas autoridades navarras, como los consejeros Javier Caballero y Maribel García Malo, y asistieron también el presidente de la EHF, Tor Lian, y el de la Federación Española de Balonmano, Juan de Dios Román. Se guardó un minuto de silencio por el terremoto ocurrido en Lorca.
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PAMPLONA. Itxako Reyno de Navarra no pudo poner ayer el broche de oro a una temporada sensacional y, aunque ganó al Larvik en un pabellón Anaitasuna abarrotado (25-24), tuvo que conformarse con la presea de plata, la que le designa como subcampeón de la Champions. Le faltaron sólo dos goles para obrar el milagro de la remontada, pero lo cierto es que no pudo ponerse en el marcador hasta el minuto 57 de partido (24-23).
Durante el resto del encuentro fue a remolque de un Larvik muy rocoso y tuvo que sobrellevar, además, las numerosas inferioridades de las que fue víctima gracias a una pareja arbitral demasiado escrupulosa.
El inicio del partido fue claramente para las noruegas, que estuvieron perfectas en defensa, sin fisuras, y que en ataque supieron jugar muy bien sus bazas, incluido el acierto desde los siete metros de Sulland, que anotó los cuatro de que dispuso hasta el minuto 10 (2-7). Ambros se vio obligado a pedir tiempo muerto, ya que su equipo no carburaba: ni estaba sólido atrás ni encontraba la llave para abrir la puerta de la muralla del Larvik, que se había puesto cinco por encima. Y siguió sin encontrarla después, aunque Turey desde los siete metros redujo distancias (7-10, min.22).
Eso sí, en defensa al menos las cosas mejoraron desde que Barbosa se colocó en el avanzado con Larsen y eso permitió que Itxako no perdiese más comba. Pero curiosamente, cuando mejor estaba el Larvik, su técnico agotó la cartulina verde y a raíz de ahí las de Estella se fueron para arriba con dos contraataques seguidos y un buen lanzamiento desde el extremo de Carmen Martín que ponía un emocionante 10-11 en el electrónico. Las noruegas se pusieron entonces muy nerviosas e Itxako gozó de varios ataques para empatar antes del descanso un partido que se había puesto casi imposible, pero no pudo ser. Al menos, no había nada perdido en unos 30 minutos en los que sufrió cuatro exclusiones y seis penaltis en contra y en los que lo vio todo muy negro.
En la reanudación hubo intercambio de golpes, pero siempre con el Larvik por encima. Itxako se la jugó con el 4/2, con Barbosa y Tervel sujetando a Larsen y Hammerseng, y las nórdicas lo acusaron. La pena es que en ataque faltó la fluidez necesaria. Nuevamente, un tiempo muerto, esta vez el de Ambros (min. 49), espoleó a Itxako, que hizo un parcial de 5-1 con una Carmen Martín espectacular y un golazo sobre amenaza de pasivo de Barbosa para empatar el duelo (21-21). Había tiempo todavía para voltear la eliminatoria, pero los nervios volvieron a aparecer en forma de cruces imprecisos que el Larvik no dejó pasar, y ahí empezó a decidirse todo, con el gol 22 de las visitantes que obliga a Itxako a imponerse por tres. Las navarras siguieron a lo suyo y, al menos, pudieron ganar el encuentro demostrando a toda Europa que han llegado hasta aquí por méritos propios y que también se merecían el oro.