La Sala de Apelación del Tribunal Supremo, compuesta por los magistrados Juan Ramón Verdugo, Antonio del Moral y Pablo Llarena, este último como ponente, va a decidir sobre el futuro inmediato de Santos Cerdán y si este continúa o no en la cárcel. “El juez Llarena desguaza la amnistía en 11 minutos”, se puede leer en un vídeo de Vozpópuli colgado hace tres meses. Llarena se niega, por ejemplo, a amnistiar a Carles Puigdemont, el hombre con quien negoció Santos Cerdán y con quien acordó esta cuestión capital que Llarena se afana en no aplicar. ¿Es entonces un hombre marcado por su propia andadura y perfil ideológico alguien neutro para decidir sobre la permanencia en prisión del exsecretario de Organización socialista? Lo abordamos con tres personas especializadas en el campo judicial: el magistrado emérito José Antonio Martín Pallín y dos periodistas, Carlota Guindal (La Vanguardia) y Alfonso Pérez Medina (La Sexta).

José Antonio Martín Pallín, magistrado emérito del Tribunal Supremo: “No era el más adecuado por sus antecedentes

Para Martín Pallín “Llarena no era la persona más adecuada” dada su trayectoria como instructor del Tribunal Supremo cuando se dirigió a la mayoría de los 27 países de la UE “pidiendo la detención y entrega” de Carles Puigdemont y otros miembros del Govern de 2017 por “rebelión, sedición y malversación”, y el rechazo recibido, salvo el tribunal alemán de Schleswig-Holstein que dijo que podía entregarlo por malversación. También recuerda la reforma del delito de malversación de 2015, “ante la imposibilidad de haber condenado a Artur Mas” por este motivo. En esa reforma, añade, “Marchena tuvo un protagonismo decisivo, y adoptó un criterio bastante ambiguo o genérico de la legislación alemana por administración desleal. Esta es la razón por la que el tribunal alemán estaba dispuesto a la entrega”, subraya. “Por razones casi diría que de inquina personal” se rechazó la extradición en favor de una por rebelión y sedición. Ahora, añade Pallín, Llarena ya no puede pedirlo por sedición ni tampoco por rebelión, y solo le queda abierta la vía de la malversación. La amnistía, indica Pallín, no ampara el ánimo de lucro, pero “se sacaron de la manga una interpretación que verdaderamente avergüenza, y por eso Llarena no se atreve a poner en marcha la orden de detención y entrega por malversación, porque sería hacer el ridículo” considerar que Puigdemont y compañía tuvieron un “lucro porque no se pagaron el referéndum de su bolsillo”.

El magistrado del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, ien una conferencia en noviembre de 2021, en Madrid. Alejandro Martínez / EP

Centrándose en Cerdán, y en relación al riesgo de destrucción de pruebas, Martín Pallín destaca que “la prisión es la excepción”, y considera “un auténtico disparate” la petición de la UCO a Prisiones de que le informase de las visitas que recibe Cerdán en la cárcel. “Lo que quieren es marear la perdiz para dilatar lo más posible la salida de prisión de Cerdán. Políticamente es una munición muy apetitosa, porque el estigma de la cárcel da mucho juego político, y eso es lo que quieren mantener Marchena y en parte el Tribunal Supremo, en contra de los intereses de un preso, en este caso Cerdán”.

Preguntado por la gravedad de esta última afirmación, Martín Pallín recuerda que la ley establece un máximo de 6 meses de prisión provisional por el riesgo de destrucción de pruebas. Agotar dicho plazo le parecería del todo improcedente. En definitiva, considera que “no se está actuando con criterios jurídicos, sino ideológicos y partidistas”. Martín Pallín considera que de momento Cerdán continuará en la cárcel, pese a que en su opinión “ya no existe justificación de que haya peligro de destrucción de pruebas”.

Carlota Guindal, redactora de Tribunales de ‘La Vanguardia’: “Es normal que en la Sala de lo Penal toque asuntos lindantes”

A juicio de Carlota Guindal, la presencia de Llarena en la toma de decisión sobre el futuro inmediato de Cerdán cabe observarla desde la normalidad. “Al final la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo tiene los magistrados que tiene, siempre les van a ir tocando temas similares. Antonio del Moral y Ramón Verdugo también estaban en la Sala que enjuició el procés. Es normal que les vayan tocando asuntos que linden o se entremezclen parcialmente”.

Guindal cree que si Santos Cerdán o su defensa dudan o sospechan de parcialidad respecto a Llarena y a los otros dos magistrados, tienen “la opción de plantear una recusación antes de la vista. Si no, entiendo que Cerdán no considera que pueda haber ninguna sospecha de que las decisiones de los magistrados vayan más allá de lo estrictamente jurídico”.

Esta periodista descarta que Cerdán tenga ahora posibilidades de salir de prisión. “Está todavía muy incipiente la investigación, andan todavía recabando información y dudo mucho de que acuerden su libertad”. Abriendo el foco, cree que al Gobierno le falta cautela al considerar que no van a salir más informaciones al respecto. “Todavía queda mucho camino por andar en la investigación”, subraya, como para dar por amortizado el asunto. Lo dice, asegura, por “pura intuición”. “Nadie sabe hasta dónde puede llegar, si esto se va a quedar aquí o si puede ir más allá”.

Santos Cerdán a su entrada a su domicilio en Madrid, antes de ingresar en prisión. Rodrigo Jimenez / EFE

Alfonso Pérez Medina, jefe de Tribunales de ‘La Sexta’: “No se dan los supuestos para que Llarena tenga que abstenerse

Alfonso Pérez Medina cree que a los jueces se les puede criticar “por sus resoluciones concretas, pero no de forma general”, salvo reiteración de mala praxis o de controversias. Piensa que Llarena ha adoptado “resoluciones cuestionables”; recuerda que incluso la Sala Segunda del Supremo “cuestionó su imputación por rebelión”, pero no le parece que se le pueda descalificar “en términos generales” por la instrucción del procés.

En todo caso este periodista recuerda que serán tres jueces los que tomen la decisión sobre excarcelar o no a Cerdán, si bien Llarena será el ponente de la resolución.

Sobre la posición de este magistrado en torno a la amnistía, Pérez Medina la califica de “muy discutible”, porque el juez considere que los dirigentes independentistas se lucraron al no pagar de su bolsillo los gastos del 1 de octubre. Pero Pérez Medina piensa que el asunto que ahora toca dirimir es “totalmente distinto” por más que Cerdán jugase un papel relevante en relación al acuerdo sobre la amnistía. A juicio del jefe de Tribunales de La Sexta, “para que alguien se tenga que abstener de una causa, los supuestos están muy tasados en la legislación y es haber interpretado de forma directa en esa misma causa que vas a tratar ahora. En este caso no se daría esa circunstancia. No acaban de darse los supuestos que recoge la ley para que él tuviera que abstenerse”.

En otro orden de cosas, Pérez Medina destaca la envergadura de lo que se está investigando, “mucho mayor de la que conocemos hasta ahora. El material que ha grabado Koldo García es ingente”. Y afirma que queda por salir la información de los móviles de Aldama, “que no han sido desencriptados” y las “obras que habrá que investigar sobre si ahí pueden esconderse las comisiones”. Respecto a la hipotética salida de prisión de Cerdán, le “sorprendería mucho” que en un caso cuya instrucción se ha ido avalando prácticamente en su totalidad, que tiene el “valor simbólico” que tiene, el político navarro pudiera salir en libertad porque eso “debilitaría al propio instructor (Leopoldo Puente)”.

Respecto a la derivada política, tras el estallido del caso Montoro, Pérez Medina cree que lo que nos quede de legislatura “va a ser absolutamente a machetazos. Los dos grandes partidos van a estar echándose encima las causas de corrupción, engrandeciendo las del contrario, negando las suyas”. Una especie de “arqueología de las cloacas con el único objetivo de tirárselo a la cara”. A su juicio, “lo que se viene va a ser terrorífico, además con juicios muy importantes que van a afectar al PP, con la Kitchen, la Púnica y el caso de los Pujol, que se empezará a juzgar desde noviembre”. Con este test de estrés, Pérez Medina augura que “quien va a sacar provecho es la extrema derecha de Vox. De esa lucha en el fango al final sale perdiendo la política y frente a esta está la antipolítica, y ahí es donde Vox tiene su caladero. Cuanto más se echen el fango a la cara el PP y el Partido Socialista, más van a beneficiar a Vox,”. Por eso les reclama “altura de miras” para evitar esa derivada.