Mutilva. "Soy un privilegiado", dice. Sin embargo, aparca por unos instantes su oficio para hablar de los otros asuntos que ocupan su vida. De Gema, su pareja. De Arhane, su hija de 15 meses. De sus gustos y aficiones. En definitiva, de su lado más humano. Incluso de su carácter. "Tengo mucho pronto, pero soy como la gaseosa: abres el tapón y a los tres segundos ya se me ha pasado el cabreo", explica. Y es que considera un sambenito el que le juzguen como un deportista conflictivo en la cancha. Para demostrar su verdadera apariencia, la charla que mantuvo con este periódico en la mañana del pasado sábado antes de acudir a la boda de su primo.
En unas horas se va de boda. ¿Con traje y corbata?
La última vez que me puse corbata fue en una comunión hace 20 años. Me la pusieron mis padres. No me gustan las corbatas y menos en verano. Estás medio ahogado.
Deduzco que su fondo de armario, en cuanto a trajes, será reducido.
Bastante. Tengo alguna camisa y un par de pantalones. Suficiente para ir tirando.
Va con Gema, su pareja. ¿Irá también su hija, Arhane?
No, tiene 15 meses y todavía es pequeña. Para cuando terminemos de cenar igual son las 2 de la madrugada. Sufriría ella y sufriríamos nosotros.
Es padre y se va de boda, pero no está casado. ¿Ha pensado alguna vez en pasar por la vicaría?
Sí, pero ahora ya es mucho follón preparar una boda. Somos pareja de hecho y estamos bien como estamos.
Su apellido, Martínez de Irujo, tiene rango nobiliario. ¿Algún parentesco que no conozcamos?
Hay un primo de mi padre que ha estudiado un poco el apellido y dice que la Duquesa de Alba y toda esa familia descienden de Navarra. En vez de tener nosotros algo con ellos, ellos tienen con nosotros (risas).
¿Han pensado en reclamar algo que les pueda pertenecer?
Con esto de que se va a casar y con el tema de las herencias siempre hay alguno que te dice algo. No estaría mal que me cayera un pellizco (risas).
Pero usted, como pelotari, tampoco vive mal del todo...
No me puedo quejar. Poca gente vive de lo que le gusta y a mí me pagan por jugar a pelota. Siempre digo que soy un privilegiado.
No existe parentesco con la casa de Alba, pero bromas por apellidarse igual sí que habrá soportado...
Siempre. Alguna vez, cuando estoy viendo la tele con los amigos y aparece la Duquesa, ellos dicen: "Mira, tu tía". Es lo típico.
Parece que lo lleva bien.
Las bromas me gustan. Y si me gusta hacerlas, tengo que saber aguantarlas.
No tiene fama de duque, pero su condición de pelotari sí que le da un punto de popularidad.
Sí, sobre todo en Navarra, aunque la zona en la que más tirón tiene la pelota es en Guipúzcoa. Allí se sigue mucho el deporte. Todo el mundo conoce a los futbolistas, a los pelotaris, a los remeros... Es bueno que te conozcan. Si no te conocen, es que no estás haciendo bien tu trabajo.
¿Cómo lleva eso de que le paren por la calle?
Hay veces que me gusta y otras que no, como todo. Hay veces que quieres pasar desapercibido y no puedes, pero, conociendo el negocio, el día que me dejen de conocer, mala señal.
¿Qué es lo peor de la fama?
Cuando menos me gusta salir a la calle es antes de una final, aunque hace tiempo que no juego una (risas). Me gusta estar tranquilo. Lo peor antes de una final es salir a la calle y que todo el mundo te hable de pelota.
Recalca que hace tiempo que no juega una final. ¿Preocupado?
No, era una coña. Estuve en la última del Cuatro y Medio y la gané. En el deporte, se está arriba y se está abajo.
Natural de Ibero y muy aficionado a las cerezas. ¿Alguna mala experiencia estomacal?
En Ibero tenemos cerezos y, cuando hemos estado cogiendo cerezas, siempre está la botella de agua al lado y nunca nos ha pasado nada. A lo mejor es que estamos inmunizados.
¿Insinúa que es una leyenda urbana que la mezcla de cerezas y agua produzca colitis?
La gente dice que, si comes cerezas y luego bebes agua, tienes problemas. Suelo tener cuidado, sobre todo cuando tengo algún partido. Entonces procuro no pegarme un atracón de cerezas. Pero a mí nunca me ha pasado nada por comer cerezas y beber agua.
Hablando de comida: si no tiene partido, ¿cuál es su capricho?
No lo sé, pero no juego hasta el próximo viernes y tengo claro que no voy a comer pasta en toda la semana (risas). Como mucho, alguna paella rica.
Pero, ¿cuál es su menú favorito?
Como de todo: verdura, potaje, carne, pescado... Si tengo que elegir, de la carne me quedo con el chuletón; y del pescado, con un besugo.
¿Sin mirar la cantidad?
No soy de comer mucho. Me suelo llenar fácil. Soy un pelotari atípico para eso. Creo que los demás comen bastante más que yo.
¿Y de beber?
Hoy (hace referencia al pasado sábado) aprovecharé porque pocas veces al año pillo una boda con una semana de fiesta por delante.
Siendo padre y pelotari, cada vez tendrá menos tiempo para hacer una buena juerga.
Está claro. Siempre me ha gustado salir, como a todo el mundo, pero lo primero es la pelota. Y luego, si añades la hija que tenemos, nos cuesta salir. Pero tampoco es un inconveniente. Al final, si vivo de la pelota y lo mejor que me ha pasado en la vida es haber tenido una hija, para qué me voy a quejar.
Arnaud Bergerot, pelotari que juega a paleta cuero en trinquete, reconoció hace poco que se arrepentía de haber perdido alguna final por haber salido demasiado. ¿Se arrepiente usted de algo?
A mí eso no me ha pasado nunca. Cuando tengo una final, procuro estar tranquilo. Y después de jugarla, sí que salgo, sobre todo para liberar tensiones. Pero antes de jugar, nunca he tenido ningún problema.
Su hija Arhane tiene 15 meses. ¿Le ha cambiado la vida en ese tiempo?
Mucho. Ahora es ella la que manda en casa. Y los planes se hacen alrededor de ella.
Se le cae la baba.
Sí, sí, sí. Además está empezando a hablar. Que si aita, que si ama... Es graciosísima.
¿Cambia pañales?
De eso se encarga más su madre, pero no tengo ningún problema en hacerlo. Aprendí desde el principio, aunque pensaba que iba a ser más complicado.
¿Practica algún otro deporte?
Me gustan todos. Me gusta jugar al fútbol, pero igual llevo cuatro años sin echar un partido. Me gusta jugar a pala y a pádel, pero tampoco demasiado porque a veces coges vicios. No es lo mismo darle a la pelota con la mano que con una raqueta o una pala. Me gusta el deporte, pero la pelota me impide practicar otras modalidades. Cuando termine con la pelota, ya tendré tiempo de hacer otras cosas. Paso envidia, sobre todo cuando voy al pueblo y veo a los amigos jugando a fútbol. Estoy para saltar al campo, pero no puedo.
¿Qué estilo tiene como futbolista?
Yo que sé (risas). Siempre he jugado de delantero, aunque los amigos me decían que era un poco chupón, aunque algún gol solía meter.
¿Tiene calidad?
Depende. Te diría que no, pero porque tampoco he metido muchas horas. Además, si tuviera calidad, a lo mejor me habría dedicado al fútbol.
Como aficionado, ¿también le gusta el fútbol?
Sí.
¿Qué otros deportes?
El ciclismo, sobre todo si hay montaña. Generalmente suelo ver los últimos 20 minutos de cada etapa. Y si echan pelota en la tele, también la veo.
¿No le satura?
Igual veo más a gusto otras variedades como el remonte, la pala o la cesta punta. Luego, si hay partido importante, el baloncesto también lo veo. Incluso me gusta acercarme a Vitoria o San Sebastián para ver algún partido de ACB.
Volvamos al fútbol. ¿Osasunista?
De Osasuna y de la Real.
Eso explica el chándal de la Real con el que solía acudir a las elecciones de material.
Me daba suerte. Además, la primera camiseta de fútbol que tuve era de la Real. Lo que ocurre es que soy navarro y Osasuna también tira. Muchas veces me preguntan: "¿Y si tienes que elegir?". Que se lo jueguen en el campo. Iba a sufrir por los dos.
De entre los grandes, ¿Barça o Madrid?
Barça. Sin ninguna duda.
¿Guardiola o Mourinho?
Están a años luz el uno del otro. Lo que está haciendo Mourinho ahora no tiene ninguna justificación. Creo que tenía razón Piqué cuando dijo que se está cargando el fútbol.
¿Messi o Cristiano?
Messi. Cristiano tiene más potencia y velocidad, pero la calidad que tiene Messi con el balón en los pies es indudable.
¿Qué opina de la huelga que han hecho los futbolistas?
Si están sin cobrar... Aquí nadie trabaja gratis. Ellos tienen contratos firmados y, cuando se firman contratos, hay que cumplirlos por las dos partes. Creo que ellos entrenan y juegan. Luego lo pueden hacer bien o mal, pero a los clubes se les ha permitido desde arriba bastantes cosas. Me refiero a la forma en la que se han endeudado. No sé si será la solución, pero a ver si vale para algo.
Las emisoras de radio no han podido acceder este fin de semana a los estadios. ¿Qué le parece?
Un domingo sin radio... Yo la utilizo bastante. Juego bastantes sábados y domingos al año y a la vuelta escucho la radio en el coche. Así me voy enterando de cómo va el fútbol. Es un negocio y no sé hasta dónde se puede tensar. El fútbol es el fútbol y se puede aprovechar de todo, pero si siguen poniendo estas trabas igual llega un día en el que dejen de lado el fútbol.
¿Se imagina que ocurriera algo así en el mundo de la pelota?
Hombre, si no cobráramos... Son malos tiempos para todos, pero estamos cobrando al día. Por lo menos en Aspe.
¿Cómo es su relación con los medios de comunicación?
Pienso que, cuanto mejor te lleves con la prensa, mejor; aunque hay periodistas buenos, regulares y malos.
Como consumidor, ¿qué le gusta más: radio, tele o prensa escrita?
Un poco de todo.
Con tanto ajetreo, ¿tiene tiempo para ver la televisión?
Por las noches.
¿Qué ve?
Callejeros o programas así. Películas, pocas. Y mucho deporte.
¿Le van los programas de cotilleo?
Cero, aunque ahora en el vestuario se habla del programa Mujeres y hombres y viceversa, que yo lo habré visto diez minutos en toda mi vida.
¿Lo ven los pelotaris?
Están casi todos enganchados (risas).
Se trata de un programa para buscar pareja. ¿Usted conquistó o le conquistaron?
No lo sé. Un poco de todo. Bueno, a lo mejor ella me conquistó más a mí que yo a ella.
¿Se considera hábil o torpe en el arte de ligar?
Torpe.
¿Y eso?
He nacido para jugar a pelota, no para andar por ahí (risas).
¿Cree que es cierto el estereotipo que dice que el navarro tiene muchas dificultades para ligar?
Depende. También dicen que hay mucha diferencia entre el Norte y la Ribera. Creo que es una cosa que depende más de cada persona. Hay algunos que tienen jeta y mucho palique; y a otros les pasa lo contrario.
En en el programa Vaya Semanita hacían una parodia de la serie Aquí no hay quien viva con otro título: Vaya Semanita Aquí no hay quien viva Aquí no hay quien folle
(Risas) Habrá de todo. Hay gente que lo hace aquí, en Madrid y en todos los lados; y otros, en ningún sitio.
Ha tenido un par de experiencias televisivas con Santiago Segura y Andreu Buenafuete. ¿Le gustaron?
Fueron experiencias buenas. Juntarte con cracks como Buenafuente, Berto, Corbacho y El follonero... Hay un momento en el que dices: "¿Qué pinto yo aquí con estos fenómenos?". Lo de Santiago Segura también estuvo bien porque fui a Madrid a grabar y te metías en el camerino y había de todo: desde el hermano de Bardem y Maribel Verdú hasta frikis como Yola Berrocal, El Dioni ...
Allí usted no era el famoso.
Yo era el que pedía las fotos (risas). La verdad es que comparado con esa gente, no soy ni la cuarta parte de famoso que ellos.
Tras estas incursiones televisivas, ¿no ha pensado en dar el salto a la pequeña pantalla?
No me lo han propuesto, pero hay que estar abierto a todo. No estaría mal probar, aunque es complicado. Hay gente que estudia y se prepara a fondo para ser actor.